De v¨ªctima de violaci¨®n sin justicia a candidata por Cozumel para acabar con la corrupci¨®n de los jueces
Un magistrado dej¨® en libertad al agresor de Vivien Withington, quien ha decidido presentarse como candidata a diputada en estas elecciones para cambiar la ley y castigar los errores en el poder judicial
Vivien Withington no sali¨® a marchar en el pasado 8-M. Estaba demasiado indignada, furiosa y desesperanzada. ¡°Me tuve que contener, porque iba a terminar en la c¨¢rcel por quemar toda la isla¡±, recuerda. Hab¨ªan pasado ya seis meses desde que su caso por violaci¨®n en Quintana Roo se hab¨ªa hecho p¨²blico y segu¨ªa sin justicia. Su agresor, un turista que seg¨²n Withington es hijo de influyentes pol¨ªticos israel¨ªs, continuaba pr¨®fugo en su pa¨ªs de origen. El juez, quien dej¨® en libertad al sospechoso pese a la aplastante evidencia del delito, hab¨ªa sido destituido, pero no enjuiciado. Y ella intentaba superar el trauma, encerrada en casa, con miedo por haberse convertido en ¡°la violada de Cozumel¡±. Fue entonces cuando Movimiento Ciudadano le ofreci¨® a esta joven de 30 a?os ser candidata para la diputaci¨®n en la isla. ¡°Los hombres de poder no usan su influencia para ayudar a las v¨ªctimas. Lo tengo que hacer yo. Me tengo que meter yo en pol¨ªtica¡±, se dijo a s¨ª misma.
M¨¢s de un a?o despu¨¦s de su agresi¨®n, su caso ¡ªcomo el de muchas mujeres v¨ªctimas de violencia sexual en M¨¦xico, donde el 95% de los delitos no se resuelven¡ª sigue estancado. La ¨²nica peque?a victoria que obtuvo Withington entonces fue la destituci¨®n del juez de control, Diego Emmanuel Peniche Caro. El magistrado prioriz¨® la opini¨®n t¨¦cnica de un m¨¦dico privado de la defensa que conclu¨ªa que al no haber lesiones f¨ªsicas externas ¡ªcomo moretones o rasgu?os¡ª no existi¨® la violaci¨®n, y, por lo tanto, dej¨® en libertad al sospechoso, Daniel Levitan, quien no tard¨® en abandonar el pa¨ªs. Ella insiste en que su agresor compr¨® al juez y present¨® una queja ante el ¨®rgano disciplinario judicial, el Consejo de Judicatura. ¡°El mismo poder judicial tiene un magistrado del Estado, ese magistrado es el presidente del Consejo de Judicatura. Es como si yo misma estuviera evaluando mi propio examen¡±, explica la ahora candidata. Se reuni¨® varias veces con el gobernador del Estado, Carlos Manuel Joaqu¨ªn Gonz¨¢lez, y tambi¨¦n con el fiscal para poder abrir una carpeta de investigaci¨®n contra el magistrado. ¡°Fue muy revictimizante. Tuve que llorar y rogar, pero no me qued¨® de otra. No pod¨ªa vivir sabiendo que ese juez segu¨ªa llevando audiencias de delitos graves y sexuales¡±, recuerda Withington, quien ya da por perdida la posibilidad de ver a su agresor entre rejas.
Quintana Roo es una de las entidades federativas en M¨¦xico con baja adhesi¨®n al Estado de Derecho, un ¨ªndice que mide el grado en el que cualquier entidad p¨²blica, privada o social se sujeta a la ley. El informe de World Justice Project (WJP) sit¨²a el Estado donde Withington fue agredida como el tercero peor del pa¨ªs, solo por detr¨¢s de Morelos y Guerrero. En t¨¦rminos de corrupci¨®n, este territorio tiene una tasa de prevalencia de 20 denuncias por cada 100.000 habitantes, la m¨¢s alta de todo el pa¨ªs, seg¨²n la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental del Inegi de 2021. Pese a ser uno de los destinos favoritos para vacaciones y turismo, la ola de violencia e inseguridad en Quintana Roo ha empa?ado al para¨ªso y se ha convertido en uno de los temas omnipresentes, pero silenciosos, en estas elecciones. ¡°Las autoridades competentes no me defendieron, y si no lo hicieron conmigo es porque no lo van a hacer con nadie¡±, resalta Withington.
Finalmente, el Consejo de Judicatura destituy¨® a Peniche Caro y se le abri¨® una carpeta de investigaci¨®n, pero para la candidata no es suficiente. ¡°El juez sigue libre, tiene c¨¦dula de abogado y hace tratos en otros juicios y el imputado est¨¢ en Israel. Y yo no estoy libre, sigo luchando¡±, subraya. Por ello, cuando el d¨ªa siguiente a la marcha la contact¨® Jos¨¦ Luis Pech Varguez (candidato a gobernador en Quintana Roo por Movimiento Ciudadano) le propuso aparecer en la boleta por el Distrito 11, en Cozumel, Withington vio su oportunidad para cambiar el sistema. Antes ella ten¨ªa su propia empresa, la cual ha decidido dejar a un lado mientras hace campa?a. ¡°Yo sab¨ªa que quer¨ªa controlar, controlar a estos jueces legislando¡±, asegura, aunque reconoce que jam¨¢s se imagin¨® a s¨ª misma en pol¨ªtica.
De esta forma, Withington pas¨® de hacer campa?a en redes sociales para obtener justicia, amenazada por la comunidad israelita de Cozumel y con miedo de salir al exterior, a llamar a todas las puertas posibles de la isla para obtener votos. ¡°Yo no puedo continuar con mi vida, por eso estoy en la boleta. Prefiero hacerlo yo a que lo siga haciendo gente corrupta¡±, sentencia. El diputado Gerardo Gaudiano Rovirosa de Movimiento Ciudadano se encarg¨® de formarla y ense?arle a contrarreloj los entresijos de la pol¨ªtica de Quintana Roo. Por su lado, Withington se volc¨® en aprender leyes en tiempo r¨¦cord y en adaptarse lo antes posible al cambio radical de profesi¨®n y vida.
El proyecto de la ¡®Ley Vivien¡¯
La principal arma de campa?a de Withington es un proyecto de ley que, de aprobarse, llevar¨ªa ante la Justicia a los jueces corruptos. La visi¨®n de la candidata y de su partido es elaborar un documento para que los magistrados puedan ser enjuiciados a trav¨¦s de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, independientemente de los procesos que lleve a cabo de forma interna el Consejo de Judicatura. El objetivo de la candidata es obtener para otras v¨ªctimas la Justicia que ella no consigui¨® y evitar que haya m¨¢s irregularidades en las investigaciones de delitos sexuales en el poder judicial. ¡°La ¨²nica manera de pararlo es ponerle luz a los jueces en vez de a las v¨ªctimas y al violador. A las mujeres nos van a seguir violando, pero no va a cambiar nada si no tenemos Justicia, si no tenemos a jueces que sean imparciales y no abusen de su poder¡±, insiste.
Con el asesoramiento de Gaudiano Rovirosa y la ayuda de abogados internacionales, se presentaron el pasado mi¨¦rcoles los puntos de acuerdo ante el Congreso, el documento previo a que sea un proyecto de ley. ¡°Actualmente, a los jueces solo se les instruyen en caso de corrupci¨®n y si se trata de procesos por delitos sexuales, ni siquiera es considerado un delito grave¡±, a?ade el diputado. ¡°Queremos cambiar la ley para que haya realmente una consecuencia contra el juez, que sea un delito grave si deja en libertad a alguien a cambio de dinero o porque el acusado sea influyente¡±, explica Gaudiano, quien destaca que en M¨¦xico los jueces no suelen ir a la c¨¢rcel.
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