Vivien Withington, el rostro de la impunidad de las mujeres violadas en M¨¦xico

Cuando Vivien Withington descubri¨® que el juez hab¨ªa dejado en libertad a su presunto violador, decidi¨® no convertirse en una v¨ªctima m¨¢s sin justicia en M¨¦xico. Armada de rabia, decidi¨® transformar su caso en una denuncia p¨²blica social hacia el sistema jur¨ªdico que descart¨® el informe forense de sus lesiones internas, su declaraci¨®n, el informe psicol¨®gico que determin¨® el trauma y las im¨¢genes de las c¨¢maras del hotel de Playa del Carmen, Quintana Roo donde ocurri¨® la agresi¨®n. Con todo, el criterio del juez que liber¨® a su presunto violador porque no ten¨ªa moratones externos prim¨® m¨¢s que el acumulado de las pruebas que ella present¨®. Ahora, el sospechoso se encuentra fuera del pa¨ªs, pero Withington, gracias a su campa?a en redes sociales, ha conocido a m¨¢s v¨ªctimas del mismo hombre. Su caso es una llamada de atenci¨®n para el pa¨ªs, donde el 90% de los delitos quedan en impunidad y las mujeres que han sido violadas alcanzan la preocupante cifra de 10.458 en lo que va de 2021.

En M¨¦xico se estima que 10,5 mujeres son asesinadas cada d¨ªa. Sin embargo, las violaciones arrojan cifras m¨¢s indignantes: 58 violaciones a nivel nacional cada 24 horas en 2021, un considerable aumento del ritmo llev¨® el a?o anterior con 45 v¨ªctimas diarias. Por tasa de poblaci¨®n, Quintana Roo es el Estado que acumula m¨¢s violaciones de mujeres por habitante. Withington entr¨® en la estad¨ªstica el pasado 1 de abril.

No tard¨® ni un d¨ªa en denunciar que Daniel Levitan ¡ªun turista en Quintana Roo de 26 a?os con nacionalidad israelita¡ª que presuntamente la viol¨® en el Hotel Panama Jack Resort. Las c¨¢maras del lugar muestran a Withington salir de una habitaci¨®n en llanto para pedir ayuda en la recepci¨®n, seg¨²n narra su abogado, C¨¦sar Ake. Ese mismo d¨ªa lleg¨® a su casa y se lo cont¨® a su familia. Un m¨¦dico amigo suyo le orden¨® que no se duchara y que no tirara la ropa que todav¨ªa guardaba olores. La anim¨® a denunciar dentro de las 24 horas de la agresi¨®n, un acto que muchas v¨ªctimas no pueden hacer por la verg¨¹enza y el trauma.

Withington no habla en p¨²blico sobre la agresi¨®n, insiste en que dar detalles del incidente la revictimiza. ¡°Todos aqu¨ª sabemos que significa cuando a una mujer la violan¡±, insiste. La declaraci¨®n que dio ante el Ministerio P¨²blico un d¨ªa despu¨¦s del delito es suficiente. All¨ª tambi¨¦n le hicieron una prueba forense donde se determina una lesi¨®n vaginal interna con sangrado. Adem¨¢s, el examen psicol¨®gico demostr¨® que ten¨ªa secuelas compatibles con el trauma de una v¨ªctima de violaci¨®n. Estos dos peritajes realizados inmediatamente despu¨¦s de la agresi¨®n, a?adidos a las im¨¢genes de las c¨¢maras de seguridad del hotel y su declaraci¨®n, le daban una acusaci¨®n s¨®lida. Lo suficientemente cimentada como para detener a Levitan y mantenerle en prisi¨®n preventiva nueve d¨ªas despu¨¦s de la supuesta agresi¨®n.

El juez de control del caso, Diego Emmanuel Peniche Caro, consider¨® las pruebas, pero la defensa del acusado us¨® un ¨²ltimo recurso: la opini¨®n t¨¦cnica de un m¨¦dico privado que conclu¨ªa que al no haber lesiones f¨ªsicas externas ¡ªcomo moretones o rasgu?os¡ª no existi¨® la violaci¨®n, independientemente de las lesiones internas. El 21 de julio, Levitan qued¨® en libertad y Withington emprendi¨® una lucha social para reclamar Justicia y denunciar la posible parcialidad del juez. ¡°Decidi¨® arbitrariamente darle libertad a una persona extranjera que me viol¨® y que me intento matar, y que muy probablemente a estas horas debe estar abandonando nuestro hermoso pa¨ªs. Es una situaci¨®n donde plenamente se ve la injusticia, y posible corrupci¨®n¡±, denunci¨® en un comunicado.

A trav¨¦s de una campa?a por redes sociales, su rostro se ha convertido en un s¨ªmbolo de la lucha contra la impunidad en delitos sexuales hacia las mujeres mexicanas. ¡°Jam¨¢s me quise exponer, jam¨¢s quise ser la violada de Cozumel¡±, cuenta Withington por tel¨¦fono. ¡°No me qued¨® de otra que buscar a los medios y apoyarme en mis seres queridos para hacer presi¨®n social y llegar a la justicia. No s¨¦ cu¨¢ndo voy a llegar ah¨ª, pero esa es mi meta final. No quiero que ninguna mujer viva el infierno que yo he vivido¡±, a?ade en un tono de indignaci¨®n por ¡°los hombres que violan y se salen con la suya¡±. La comunidad de apoyo que se form¨® en Twitter consigui¨® incluso una foto sacada de las redes sociales de Levitan, se han manifestado en varias ciudades del pa¨ªs e incluso encontrar m¨¢s v¨ªctimas. ¡°Me consta que es un violador serial, tres personas m¨¢s me han contactado tras ver su foto y me han descrito el mismo modus operandi¡±, sentencia. Por desgracia, el miedo y la verg¨¹enza les impide denunciar.

Su abogado consigui¨® apelar la decisi¨®n del juez que puso en libertad al sospechoso. El ¨®rgano disciplinario judicial, el Consejo de Judicatura, ha suspendido al juez Peniche Caro y han iniciado una investigaci¨®n para esclarecer qu¨¦ irregularidad se ha cometido. Sin embargo, la medida llega tarde. Levitan ha salido de M¨¦xico y se ha convertido en un pr¨®fugo m¨¢s de la justicia en Israel, como ya ocurri¨® en los casos de Andr¨¦s Roemer o Tom¨¢s Zer¨®n. El siguiente paso es esperar a que decida salir de su pa¨ªs para que la Interpol le intercepte en la frontera, algo que mantiene con esperanzas a Ake. Mientras tanto, Withington contin¨²a su campa?a en redes sociales encerrada en su casa, amenazada por la comunidad israelita de Cozumel y con miedo de salir al exterior. Con todo, mantiene la esperanza. ¡°Este caso no se va a quedar as¨ª¡±, sentencia.

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