Morena busca quitarle al PRI su ¨²ltimo gran basti¨®n: el Estado de M¨¦xico

M¨¢s de 15 millones de mexicanos saldr¨¢n a votar este domingo 4 de junio. Las elecciones en Coahuila y el Estado de M¨¦xico se perfilan como el ¨²ltimo choque cara a cara de dos amplias coaliciones en torno a la figura de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador antes de las presidenciales del a?o que viene. Morena, el partido del mandatario, busca confirmar que es la nueva fuerza dominante de la pol¨ªtica mexicana y ganar por primera vez en ambos Estados de la mano de sus aliados, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de M¨¦xico (PVEM), en la coalici¨®n Juntos Hacemos Historia. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) pone en juego dos de sus bastiones hist¨®ricos, donde ha gobernado sin interrupciones desde hace 94 a?os, y encabeza la alianza opositora Va por M¨¦xico junto a sus antiguos rivales y nuevos socios, el derechista Partido Acci¨®n Nacional (PAN) y el izquierdista Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD). En un pa¨ªs habituado a la fragmentaci¨®n pol¨ªtica, los comicios estatales de este a?o suponen una votaci¨®n at¨ªpica, en la que los ciudadanos est¨¢n llamados a elegir entre dos grandes polos de poder, en una especie de bipartidismo que hace tan solo unos a?os habr¨ªa parecido ins¨®lito. Por un lado, el bloque gobernante; por el otro, la oposici¨®n.

Ambos bandos se juegan dos plazas clave para sus aspiraciones en 2024, cuando el pa¨ªs elegir¨¢ a un nuevo presidente y se renovar¨¢n las dos C¨¢maras del Congreso federal. M¨¢s all¨¢ de los resultados, las elecciones de este domingo son la prueba del ¨¢cido para las dos coaliciones pol¨ªticas y un ¨²ltimo punto de referencia para saber cu¨¢n competitivas son frente a sus adversarios, cu¨¢n atractivas para los votantes y cu¨¢n necesarias resultan para la subsistencia de los propios partidos en lo individual.

Coahuila: los costes de la divisi¨®n

Se pensaba que la del Estado de M¨¦xico ser¨ªa la elecci¨®n m¨¢s emblem¨¢tica, el catalejo que permitir¨ªa a los bloques en pugna ver a la distancia y sacar cuentas de sus posibles saldos para 2024. Pero, sorpresivamente, ha sido la batalla por el norte?o Estado de Coahuila la que mejor ha sintetizado la magnitud de la guerra. El priista Manolo Jim¨¦nez parte como favorito y llega a la jornada electoral respaldado por una s¨®lida alianza de su partido con el PAN y el PRD. Tras varios meses de turbulencia interna en la propia coalici¨®n, en gran medida por los bandazos de un muy vol¨¢til dirigente del PRI, Alejandro Moreno, Va por M¨¦xico se ha fijado con mucha claridad en el hecho de que solo la uni¨®n de los tres partidos puede ser competitiva y hacerle da?o al bloque oficialista. La demostraci¨®n fue la elecci¨®n intermedia de 2021, donde Va por M¨¦xico asest¨® un duro golpe y arrebat¨® a Morena y sus aliados la mayor¨ªa calificada en el Congreso federal y la mitad de las alcald¨ªas de Ciudad de M¨¦xico.

En contraste, el movimiento de L¨®pez Obrador ha llegado pulverizado a la elecci¨®n de Coahuila. Sus socios del PT y el PVEM presentaron a sus propios abanderados, en una pugna interna que en d¨ªas recientes tuvo visos de ruptura y que ya mismo anuncia una m¨¢s que probable derrota electoral. Las mediciones de intenci¨®n del voto muestran que el candidato de Morena, el senador y empresario carbon¨ªfero Armando Guadiana, est¨¢ en segundo lugar, y que el abanderado del PT, el exsubsecretario de Seguridad federal Ricardo Mej¨ªa, le ha arrebatado simpatizantes para llevarlos a su propia causa. Sumadas, las preferencias electorales que por separado tienen Guadiana, Mej¨ªa y Lenin P¨¦rez ¡ªel candidato del Verde¡ª habr¨ªan bastado para lograr siquiera un empate t¨¦cnico respecto del rival priista.

El l¨ªder de Morena, Mario Delgado, lanz¨® un amago a los dirigentes nacionales del PT y el PVEM: si sus candidatos no declinaban en Coahuila, correr¨ªan riesgo la alianza de los tres partidos para 2024. De ¨²ltimo momento, el PT y el Verde abandonaron a Mej¨ªa y a P¨¦rez y respaldaron a Guadiana. La maniobra, m¨¢s desesperada que efectiva ¡ªlas boletas electorales ya est¨¢n impresas con los nombres de los tres candidatos¡ª, demostr¨® cu¨¢n necesario es para Morena el apoyo de sus aliados pol¨ªticos, quiz¨¢ m¨¢s de lo que al partido en el Gobierno le gustar¨ªa conceder.

El periodista y analista pol¨ªtico Javier Garza lo define as¨ª: Coahuila es el ¡°espejo negro de Morena¡±, all¨ª donde, al asomarse, ve su porvenir ominoso si en 2024 llega dividido, no solo de sus aliados, sino internamente, tras la definici¨®n de la candidatura presidencial. ¡°Lo que est¨¢ pasando en el Estado de M¨¦xico y en Coahuila es lo mismo: una polarizaci¨®n en donde la mitad de los electores quiere votar por el proyecto de L¨®pez Obrador y la otra mitad quiere votar contra ¨¦l. Solo que en el Estado de M¨¦xico hay una opci¨®n obradorista y una opci¨®n antiobradorista, y en Coahuila hay tres opciones obradoristas y nada m¨¢s una contraria. Entonces se dispersa el voto. Es la lectura m¨¢s reveladora, porque demuestra c¨®mo Morena y la oposici¨®n tienen que asumir la estrategia hacia el 2024. Morena no se puede dar el lujo de fisuras, divisiones, berrinches o desencuentros¡±, se?ala Garza en entrevista.

Las cifras hist¨®ricas de la votaci¨®n de cada partido en Coahuila demuestran que ninguno podr¨ªa, por s¨ª solo, vencer con holgura al rival de enfrente, y al mismo tiempo explican la necesidad de sus alianzas. El PRI y el PAN sol¨ªan ser rivales en disputas muy parejas. En la pasada elecci¨®n para la gubernatura, en 2017, en la que ambos partidos postularon candidato, el PRI gan¨® los comicios a Acci¨®n Nacional por un margen m¨ªnimo de 2,8%. En esa elecci¨®n, Morena qued¨® en un distante tercer lugar 20 puntos abajo.

La geograf¨ªa electoral comenz¨® a moverse a partir de 2018, cuando L¨®pez Obrador lleg¨® a la Presidencia de la Rep¨²blica, montado en la ola de un movimiento que cuestionaba las pr¨¢cticas de corrupci¨®n de los viejos partidos mexicanos. Para la elecci¨®n de diputados federales de 2021, Morena hab¨ªa enviado al PAN al tercer lugar en Coahuila. Aunque en esos comicios PRI, PAN y PRD ya contend¨ªan como aliados a nivel federal, los votos obtenidos por cada partido demuestran el cambio de equilibrios pol¨ªticos en el Estado. Morena se volvi¨® ese a?o segunda fuerza pol¨ªtica, con 431.000 votos, el doble de los que sac¨® el PAN, y a una distancia de seis puntos por debajo del PRI, el partido gobernante, el del moreirato, t¨¦rmino acu?ado en el Estado para referir a los gobiernos de los hermanos Humberto y Rub¨¦n Moreira (2005-2011 y 2011-2017), que quebraron las finanzas estatales con una megadeuda y encabezaron Administraciones envueltas en esc¨¢ndalos de corrupci¨®n.

¡°Yo no estoy viendo una victoria del PRI contundente. Es muy claro que la mitad de Coahuila no quiere que gobierne el PRI, y esa es una tendencia que se viene manifestando desde hace por lo menos una d¨¦cada¡±, explica Garza. ¡°El PRI se ha logrado mantener gracias a ciertas alianzas, a ciertas operaciones pol¨ªticas o a que sus rivales no dan una, pero no necesariamente porque se imponga de manera abrumadora. Una lectura de la elecci¨®n es que el PRI va a ganar por paliza, pero en realidad la mitad de la gente no quiere al PRI. Yo no s¨¦ si el partido va a sacar una lecci¨®n de ah¨ª o va a tomar la victoria con arrogancia¡±, a?ade.

Estado de M¨¦xico: el examen m¨¢s dif¨ªcil para la oposici¨®n

¡°El presidente sabe que nuestra unidad es veneno puro para su proyecto autocr¨¢tico y que le podemos ganar. Morena es un gigante de pies de barro¡±. As¨ª justific¨® Jes¨²s Zambrano, presidente nacional del PRD, la decisi¨®n de unir fuerzas con sus antiguos rivales del PRI y el PAN. Va por M¨¦xico surgi¨® en diciembre de 2020, seis meses antes de las elecciones intermedias y dos a?os despu¨¦s del tsunami que arras¨® con el sistema tradicional y sell¨® la llegada de L¨®pez Obrador al poder. A pesar de los cuestionamientos de los propios militantes y las viejas diferencias que se mantienen como heridas abiertas, la coalici¨®n ha sobrevivido bajo el reconocimiento impl¨ªcito de que ninguno de los miembros es una opci¨®n competitiva por separado, una noci¨®n confirmada por los resultados en 2021 y que busca replicarse en las elecciones de este a?o. ¡°Coahuila pas¨® de estar perdido a ser un Estado ganado con un ampl¨ªsimo margen. Y el Estado de M¨¦xico pas¨® de ser un Estado perdido por amplio margen a estar muy competido¡±, resum¨ªa Marko Cort¨¦s, el l¨ªder panista, en febrero pasado.

Con todo, repetir la alianza en Coahuila y el Estado de M¨¦xico no fue una decisi¨®n en autom¨¢tico. El penoso resultado de las elecciones locales del a?o pasado, en las que Va por M¨¦xico se llev¨® solo dos de seis gubernaturas en disputa (Aguascalientes y Durango), provoc¨® dudas, que se multiplicaron por los roces, esc¨¢ndalos y sospechas de traici¨®n protagonizados por Alito Moreno. La alianza hab¨ªa demostrado que pod¨ªa actuar como un ¡°bloque de contenci¨®n¡± en el Congreso y en las campa?as, pero la principal inc¨®gnita para la oposici¨®n sigue siendo si la uni¨®n de fuerzas, la noci¨®n m¨¢s tradicional para coaligarse, alcanza para ganar elecciones y no solo para ralentizar el avance electoral de Morena. Alito pidi¨® ese voto de confianza a sus socios y el PRI ha asumido la tarea de defender dos antiguos bastiones, donde nunca ha perdido pero que hoy est¨¢n en riesgo.

En el Estado de M¨¦xico, la alianza se logr¨® amarrar en negociaciones directas con el gobernador, Alfredo del Mazo, jefe de facto del partido a nivel estatal. El PRI mexiquense, a diferencia del nacional, act¨²a como un cuerpo m¨¢s compacto, m¨¢s jer¨¢rquico y m¨¢s burocratizado, y gira en torno al menguante pero a¨²n poderoso Grupo Atlacomulco, la casta que ha gobernado el Estado durante d¨¦cadas. En ese periodo de gran hegemon¨ªa, el PRI sol¨ªa comprar la voluntad del resto de los partidos que le estorbaban. En realidad, la oposici¨®n en el Edomex no exist¨ªa o era testimonial, hasta el surgimiento de Morena y su bloque, sobre el que L¨®pez Obrador ejerce una tutela estricta.

¡°En periodos de comicios, el Estado de M¨¦xico se convierte en una poderosa estructura electoral que hasta ahora ha sido invencible. Nadie le ha podido ganar, por las buenas o por las malas, en la compra o la coacci¨®n del voto, en las amenazas, en los consentimientos o en la presi¨®n a las estructuras electorales¡±, afirma el economista y soci¨®logo Bernardo Barranco. ¡°Ahora estamos frente a una elecci¨®n muy at¨ªpica, porque es una elecci¨®n de Estado contra otra elecci¨®n de Estado: por el uso de recursos p¨²blicos, el uso de personal, el uso de programas sociales, la utilizaci¨®n de la maquinaria medi¨¢tica. Por primera vez en la historia del Estado de M¨¦xico, el PRI est¨¢ enfrentando a un rival tan poderoso como ¨¦l mismo¡±.

Eso es gran parte de lo que est¨¢ en juego para Va por M¨¦xico, sobre todo en el Estado con mayor peso electoral del pa¨ªs y donde Morena, a diferencia de lo que ocurri¨® en Coahuila, pudo construir una candidatura de unidad con el PT y el Verde, sin fisuras. En un terreno donde la operaci¨®n de la elecci¨®n y la movilizaci¨®n de sus bases es clave, el PRI, el PAN y el PRD se enfrentan a uno de sus mayores escollos: siguen buscando a candidatos que puedan aglomerar el voto por separado de sus militancias y que tambi¨¦n sean lo suficientemente atractivos para los votantes apartidistas, los desencantados, los que no est¨¢n seguros de salir a votar.

La priista Alejandra del Moral ha intentado zanjar las viejas diferencias, pero el membrete tricolor sigue siendo una losa pesada a la hora de venderse como la opci¨®n del ¡°cambio¡± y ¡°ciudadana¡±. La coalici¨®n es tan amplia que ha hecho la cuerda de equilibrio demasiado delgada: sus candidatos tienen que hablarles a los priistas, pero tambi¨¦n a los militantes del PAN y del PRD, para finalmente convencer a una ciudadan¨ªa que es cada vez m¨¢s exigente. Va por M¨¦xico tiene un desaf¨ªo doble: confirmar que es una opci¨®n competitiva y, adem¨¢s, un representante leg¨ªtimo de los sectores de la poblaci¨®n que no est¨¢n de acuerdo con la gesti¨®n de L¨®pez Obrador pero que no se sienten necesariamente representados por la coalici¨®n. Y tiene que hacerlo en un momento pol¨ªtico clave, a pr¨¢cticamente un a?o de 2024, y con la presi¨®n de defender un legado hist¨®rico.

Del otro lado, Delfina G¨®mez tiene mucho m¨¢s claro lo que representa y ha apostado por gestionar su ventaja y no cometer errores. Morena est¨¢ convencido de que la unidad es clave para consolidar una expansi¨®n sin precedentes y que le ha permitido triplicar el n¨²mero de Estados donde gobierna desde que empez¨® este sexenio. Mientras sus rivales est¨¦n debilitados, el mayor riesgo de descarrilamiento sigue estando dentro y sigue siendo el mayor imponderable rumbo a 2024.

La noche electoral ser¨¢ la culminaci¨®n de dos meses de campa?a, el momento para hacer una demostraci¨®n de fuerza y declarar la victoria frente a los rivales. Pero la ma?ana siguiente marcar¨¢ el banderazo de salida en la carrera por la presidencia, cuando ambos bloques comenzar¨¢n la ardua tarea de definir qui¨¦nes competir¨¢n y c¨®mo se definir¨¢ a sus candidatos, e incluso, si esas alianzas son sostenibles o no, a la luz de los resultados de este 4 de junio.

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