De ¡°golpe t¨¦cnico¡± a ¡°muerte de la democracia¡±: as¨ª se inflama el debate electoral en M¨¦xico

Una de las diferencias de la campa?a electoral mexicana respecto a otras que se han vivido recientemente en Latinoam¨¦rica y aun en otras latitudes es que no presenta elementos de riesgo en el devenir democr¨¢tico. La victoria de cualquiera de las dos candidatas que se disputan estos d¨ªas la presidencia garantizar¨ªa la continuidad institucional de un pa¨ªs que viene cambiando de gobierno sin alborotos desde, al menos, el 2006, e incluso ese a?o no hubo grandes disfunciones que lamentar en la alternancia. Sin embargo, el debate est¨¢ subido de tono a ese respecto. El presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, sin pruebas que lo sustenten, advert¨ªa este martes de que la oposici¨®n ¡°est¨¢ tramando¡± anular la elecci¨®n por v¨ªa del Poder Judicial e insinuaba un ¡°golpe de Estado t¨¦cnico¡±. Palabras mayores. Como lo son tambi¨¦n las de la candidata de la oposici¨®n, X¨®chitl G¨¢lvez, cuando afirma que el 2 de junio ¡°lo que est¨¢ en juego es la sobrevivencia del r¨¦gimen democr¨¢tico mexicano¡± y que el resultado de las urnas ¡°determinar¨¢ la vida o la muerte de la democracia¡± en el pa¨ªs norteamericano.

El enfrentamiento, pues, ha recalado en las ¨²ltimas horas en un asunto que va m¨¢s all¨¢ del cotejo de programas electorales, v¨¦ase educaci¨®n, sanidad, violencia, econom¨ªa o bienestar general. Es la democracia misma, la limpieza electoral y la fortaleza de las instituciones las que se han echado sobre la mesa de juego. No parece la imagen m¨¢s precisa que puede dar M¨¦xico al mundo, en unos tiempos en que su democracia, con todo y sus d¨¦ficits, est¨¢ consolidada.

La gran debilidad del sistema democr¨¢tico en M¨¦xico, como se viene se?alando en diversos foros nacionales e internacionales, es la extendida presencia del crimen organizado, que se hace muy notable en tiempos electorales con los asesinatos de aspirantes, candidatos o funcionarios ligados de un modo u otro al proceso electoral. En ese sentido se pronunci¨® una conocida diputada de la derecha espa?ola de visita en M¨¦xico, Cayetana ?lvarez de Toledo, que particip¨® en un festival auspiciado por el empresario Ricardo Salinas Pliego. La pol¨ªtica ech¨® le?a al fuego con las condiciones de criminalidad que atraviesa el pa¨ªs y alab¨® la valent¨ªa de la candidata de la oposici¨®n, gan¨¢ndose con ello un reproche del presidente del Gobierno, quien con chanza respondi¨® que esas cr¨ªticas, viniendo de donde vienen, son para ¨¦l ¡°un marchamo de orgullo¡±. Desde Europa se hace menos digerible que unas elecciones democr¨¢ticas est¨¦n jalonadas de cr¨ªmenes, pero eso es algo que viene ocurriendo desde hace d¨¦cadas sin que se haya cuestionado la victoria de presidentes de ning¨²n signo.

A la palestra saltaba tambi¨¦n estos d¨ªas el pronunciamiento de la Internacional Socialista celebrada en Espa?a, a la que acudi¨® el pol¨¦mico l¨ªder priista Alejandro Moreno, con varias causas pendientes en la justicia. En el documento se hac¨ªa hincapi¨¦ tambi¨¦n en el menoscabo democr¨¢tico que supone el crimen organizado en el desarrollo pac¨ªfico de unas elecciones, algo que Moreno ha magnificado hasta el punto de que la candidata morenista, Claudia Sheinbaum, pidi¨® al presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez, no inmiscuirse en las elecciones mexicanas. Como quiera que la cosa era partidista y no de gobierno, la sangre no ha llegado al r¨ªo y no se ha hablado de una reedici¨®n del antiguo choque diplom¨¢tico entre M¨¦xico y Espa?a a resultas de la exigencia de perd¨®n por los desmanes de la conquista que hizo L¨®pez Obrador al rey Felipe VI.

Pero las espadas siguen en alto. La derecha mexicana suele advertir que no ve en el presidente la voluntad de aceptar una derrota en las urnas el 2 de junio. Y la izquierda, por lo que se ha visto en las declaraciones desde Palacio Nacional, tambi¨¦n acusa desconfianza hacia un posible embrollo judicial cuando se conozca el veredicto ciudadano. Es m¨¢s, ambos se acusan de estar nerviosos por los resultados que puedan estar arrojando las encuestas privadas de cada bloque, en una contienda que todav¨ªa tiene por delante m¨¢s de dos meses de campa?a. La guerra sucia sale a relucir un d¨ªa tras otro. El partido en el gobierno menciona las constantes acusaciones de narcoestado de las que est¨¢ siendo objeto el presidente, as¨ª como la desestabilizaci¨®n de la verdad, dicen, atizada en las redes sociales mediante robots. En la oposici¨®n se quejan de que el presidente interfiere cada d¨ªa desde su conferencia matutina en el devenir electoral, un terreno que le est¨¢ vedado por ley y que ha obligado a los tribunales a exigirle que cesen sus alusiones a la candidata G¨¢lvez, as¨ª como otras intervenciones. Ese es el motivo por el que L¨®pez Obrador sugiere ahora un posible ¡°golpe de Estado t¨¦cnico¡± con la ayuda del Poder Judicial. De esa idea, sin embargo, se desdec¨ªa este mi¨¦rcoles: ¡°No va a suceder nada grave, as¨ª lo siento. Esos ataques son normales, no tienen efecto en nada, hasta dir¨ªa que pol¨ªticamente nos convienen¡±, zanjaba.

A la espera de los debates, donde por primera vez se ver¨¢n las caras las dos candidatas, y cabe esperar que tambi¨¦n se posicionen sin alharacas los programas electorales, la discusi¨®n pol¨ªtica est¨¢ caliente. Es probable que los ciudadanos esperen ese d¨ªa que cada una explique por qu¨¦ est¨¢ en juego la democracia o por qu¨¦ presiente falta de limpieza en el resultado de las urnas si es que sacan a relucir estas afirmaciones.

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