Las protestas por el ¡®caso Ayotzinapa¡¯ y un estudiante baleado se estrellan contra el Gobierno mexicano en plena campa?a electoral

Las protestas en M¨¦xico por la falta de avances sobre la desaparici¨®n, en 2014, de los 43 estudiantes de Ayotzinapa se han recrudecido estos d¨ªas y entrado de lleno en la campa?a electoral, atizando el conflicto entre el presidente y los familiares y compa?eros de los normalistas. Las investigaciones puestas en marcha en el mandato de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador para cumplir sus promesas de gobierno y tratar de dar con la verdad de lo sucedido aquel septiembre de hace casi 10 a?os han topado con el Ej¨¦rcito, al que los afectados reclaman documentos que supuestamente esclarecer¨ªan los hechos. Enfadados por la ausencia de resultados, un grupo de estudiantes llegados desde Guerrero el pasado mi¨¦rcoles, empujaron un veh¨ªculo y derribaron una puerta del Palacio Nacional, donde vive el presidente y donde en esos momentos ofrec¨ªa una conferencia de prensa. El mandatario calific¨® lo ocurrido de ¡°vulgar acto de provocaci¨®n¡± y lo enmarc¨® en la campa?a electoral que estos d¨ªas vive el pa¨ªs para las elecciones presidenciales de junio. En la noche del jueves, la polic¨ªa mat¨® a un estudiante de la escuela de Ayotzinapa en la capital de Guerrero al tratar de detener la furgoneta, supuestamente robada, en la que viajaba el muchacho, Yanqui Kothan G¨®mez Peralta, de 23 a?os. De los cuatro que iban en el veh¨ªculo, otro result¨® detenido sin que se sepa qu¨¦ pasa con ¨¦l ni en qu¨¦ estado se encuentra y los dem¨¢s fueron liberados.

La desaparici¨®n de los normalistas de Ayotzinapa cuando se dirig¨ªan en un autob¨²s a una manifestaci¨®n en la capital, durante el sexenio de Enrique Pe?a Nieto, es uno de los cap¨ªtulos m¨¢s tristes y enmara?ados de la historia reciente mexicana. Supuso una ca¨ªda en la popularidad del entonces presidente, en cuya Administraci¨®n se fabric¨® la llamada verdad hist¨®rica bajo el auspicio del fiscal general Jes¨²s Murillo Karam. Las pesquisas indicaron siempre que el suceso se entretej¨ªa en una suerte de colaboraci¨®n entre el crimen organizado, los militares y el Estado para ocultar los cuerpos de los normalistas y dar por cerrado el caso. Todav¨ªa no se tiene certeza absoluta de qui¨¦nes fueron los implicados ni d¨®nde est¨¢n los cad¨¢veres. Apenas han aparecido unos huesecillos, pero los familiares siguen en pie, frustrados ahora por el frenazo de la investigaci¨®n.

El derribo de la puerta de Palacio Nacional, tras una semana de protestas con artefactos incendiarios y petardos contra otras instituciones, pretend¨ªa recuperar el di¨¢logo con el presidente del Gobierno, que mantiene estrechos v¨ªnculos con el Ej¨¦rcito y a quien se hace responsable de impedir que salgan a la luz los documentos que un grupo multinacional de investigadores independientes solicitaron sin ¨¦xito en estos a?os. La muerte del estudiante en Guerrero ha erizado los ¨¢nimos nuevamente. L¨®pez Obrador ha solicitado este viernes a la Fiscal¨ªa federal que se encargue del caso del estudiante baleado, por el que ofreci¨® condolencias a la familia. ¡°No nos gusta que muera nadie¡±, dijo, pero despu¨¦s acus¨® al representante de los familiares de los desaparecidos, Vidulfo Rosales, de querer denigrar la instituci¨®n militar en su conjunto y de oscuros manejos que impiden una relaci¨®n fluida con los afectados. Sin embargo, no da por muerto el asunto y ha prometido llegar ¡°hasta el fondo¡±, algo en lo que se conf¨ªa cada vez menos, dado el poder que los militares han adquirido en este sexenio. Algunos uniformados, no obstante, han sido encarcelados como resultado de las investigaciones desarrolladas, lo mismo que el pol¨¦mico fiscal Murillo Karam, que est¨¢ preso y con varios procesos abiertos.

Los primeros tiempos del mandato de L¨®pez Obrador se vieron con optimismo para la resoluci¨®n de este caso, con m¨²ltiples actores encargados de dar con el paradero de los estudiantes y hacer justicia, pero el tiempo ha ido cerrando la esperanza, tras un informe gubernamental donde se les daba por muertos y se se?alaba la implicaci¨®n de los militares, entre otros. Hasta ah¨ª se lleg¨®. Los estudiantes han aprovechado el final de mandato y la campa?a electoral en la que se sustituir¨¢ a este presidente para inflamar su causa y avivar las pesquisas. El derribo de la puerta del Palacio Nacional y la muerte del normalista este jueves en Guerrero, as¨ª como las declaraciones del presidente, han tensionado el momento pol¨ªtico que vive el pa¨ªs.

Los familiares, que hicieron famoso en todo el mundo su proclama ¡°vivos se los llevaron, vivos los queremos¡±, han amenazado con llegar hasta donde haga falta y con boicotear los m¨ªtines de la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, sustituta de L¨®pez Obrador en el partido del Gobierno, Morena. ¡°?Qu¨¦ es eso?¡±, ha preguntado el presidente este viernes. Y ha preguntado por qu¨¦ solo piensan acudir a los m¨ªtines de su candidata y no al del resto de aspirantes. En la apertura de campa?a de Sheinbaum en el gran Z¨®calo de la capital hubo un grupo de estudiantes concentrados que protestaban.

La muerte a tiros de Yanqui Kothan G¨®mez Peralta en Guerrero, a¨²n con muchos extremos sin explicar, ha tra¨ªdo a la memoria con toda su crudeza lo acontecido aquel septiembre de 2014 y ha revuelto el panorama, ya de por s¨ª enturbiado. La familia ha acusado a la polic¨ªa de ¡°sembrar¡± pruebas falsas para justificar el altercado, algo com¨²n en M¨¦xico. Las autoridades de dicho Estado han se?alado que los estudiantes viajaban en una camioneta robada, pr¨¢ctica tambi¨¦n com¨²n entre los normalistas, y que portaban armas que usaron contra los agentes que les dieron el alto, de ah¨ª que ellos repelieran la agresi¨®n a balazos. Despu¨¦s, fue incendiada la patrulla de los polic¨ªas.

Algunos expertos conocedores del caso Ayotzinapa temen que nunca se abra la luz sobre ¨¦l y que el tiempo lo cubra de silencio sin que se logre hacer justicia plena. Pero los normalistas y los familiares de los 43 desaparecidos no se dan por vencidos. Sus protestas en la campa?a electoral recordar¨¢n de nuevo a la clase pol¨ªtica que el Estado es responsable de investigar y llevar ante los tribunales a los implicados en un terrible acontecimiento que se resiste a dar por cerrada la herida.

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