Datos | ?C¨®mo votan hombres y mujeres en M¨¦xico? Ellos se derechizan, ellas no

M¨¦xico tendr¨¢ casi con seguridad a su primera mujer presidenta tras las elecciones del pr¨®ximo 2 de junio: dos son las candidatas mejor posicionadas, la oficialista Claudia Sheinbaum y la opositora X¨®chitl G¨¢lvez. Pero, ?c¨®mo votan los hombres y mujeres en M¨¦xico? A continuaci¨®n analizamos su voto y el cambio de su ideolog¨ªa.

Un primer an¨¢lisis de EL PA?S revela que los hombres se han movido a la derecha de las mujeres en los ¨²ltimos a?os. Desde 2015 se observaba una izquierdizaci¨®n general ¡ªque ha llevado a que todas las candidaturas busquen ocupar ese espacio¡ª, pero esa tendencia parece haberse truncado con los hombres.

Los datos anteriores provienen del Latinobar¨®metro, una encuesta de opini¨®n que mide los cambios en los comportamientos pol¨ªticos de 18 pa¨ªses latinoamericanos desde 1995. Una de sus preguntas consiste en pedir a los entrevistados que definan su ideolog¨ªa, con una escala donde 0 es izquierda y 10 derecha. En las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, M¨¦xico se ha mantenido en el centro, en promedio, pero con altibajos y cierta tendencia hac¨ªa la izquierdizaci¨®n.

Los panistas Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calder¨®n (2006-2012) fueron electos por un electorado en promedio m¨¢s inclinado hacia la centroderecha. Enrique Pe?a Nieto (2012-2018) gan¨® las elecciones con votantes todav¨ªa muy centrados, pero a partir de los primeros a?os de su Administraci¨®n, las mediciones muestran un realineamiento hacia la izquierda de los mexicanos, ya sean hombres o mujeres. Ese giro coincide tambi¨¦n con el movimiento que surgi¨® tras la desaparici¨®n de los estudiantes de Ayotzinapa.

Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (2018-2024) se alz¨® con el triunfo con un electorado m¨¢s identificado, por primera vez en una elecci¨®n presidencial, con la centroizquierda. Esa tendencia hacia el progresismo ha aumentado durante el Gobierno actual. ¡°Existe una coincidencia de las identidades de la gente con los partidos que gobiernan en ese momento, aunque aparentemente no haya propuestas ideol¨®gicas tan claras¡±, apunta la exdiputada Martha Tagle.

M¨¢s de 99 millones de personas est¨¢n llamadas a las urnas. De ellas el 52% son mujeres, y como recuerda Tagle, ellas tambi¨¦n participan m¨¢s. En las presidenciales de 2018, vot¨® el 66% de las mujeres y solo el 58% de los hombres, seg¨²n el INE. ¡°El hecho de tener a dos candidatas con posibilidades reales de ganar la presidencia puede movilizar a¨²n m¨¢s la participaci¨®n de las mujeres¡±, anticipa Tagle.

La brecha ideol¨®gica que parece abrirse desde 2020 entre hombres y mujeres la vemos en todos los grupos de edad. Como puede verse en los gr¨¢ficos siguientes, el cambio es menos claro entre los j¨®venes (15 a 25 a?os) y los mayores (61 o m¨¢s a?os), que han seguido su trayectoria a la izquierda. Pero es n¨ªtido en los grupos de 25-40 a?os y 40-59 a?os. Ah¨ª las mujeres siguen defini¨¦ndose m¨¢s de izquierdas que nunca, pero los hombres han dado un paso claro a la derecha.

La historiadora Denisse Cejudo se?ala que una hip¨®tesis para explicar el cambio es el auge de las movilizaciones feministas, su aceptaci¨®n y sus resistencias. ¡°Lo estamos viendo y viviendo en las universidades¡±, dice la especialista en g¨¦nero. ¡°Hay una pugna por el espacio pol¨ªtico entre las agendas feministas y algunos hombres que se sienten despojados y que han abrazado discursos patriarcales muy b¨¢sicos y simplistas, como ¡®regr¨¦sense a la cocina¡±, comenta.

El fen¨®meno se ha reflejado en otros pa¨ªses. La brecha pol¨ªtica de g¨¦nero ha aumentado entre los hombres y las mujeres j¨®venes de pa¨ªses como Alemania, Corea, Estados Unidos y el Reino Unido, con los varones m¨¢s receptivos a discursos conservadores y de extrema derecha y mujeres m¨¢s convencidas del progresismo, seg¨²n un estudio del Financial Times publicado este a?o.

Cejudo comenta que el efecto tambi¨¦n fue visible en las elecciones que dieron el triunfo a Javier Milei en Argentina y en otros pa¨ªses de Latinoam¨¦rica. ¡°Lo que vemos en el caso mexicano s¨ª es una sociedad conservadora, pero que no ha sacado a flote todav¨ªa esos discursos, aunque creo que para all¨¢ vamos¡±, se?ala. La especialista afirma que el g¨¦nero se perfila como un factor determinante en las elecciones de los pr¨®ximos a?os.

Cejudo se?ala que es un fen¨®meno reciente. A mediados de los a?os cincuenta, cuando las mujeres votaron por primera vez, hab¨ªa un temor entre los pol¨ªticos de que el voto femenino se inclinara m¨¢s hacia el conservadurismo del Partido Acci¨®n Nacional (PAN) porque eran vistas como las amas de casa, las que asist¨ªan a la iglesia y las que ten¨ªan visiones m¨¢s tradicionales de la familia. Eso cambi¨® cuando las mujeres se incorporaron al mercado laboral, tuvieron acceso a m¨¦todos anticonceptivos y ganaron espacios en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido de Estado. Hacia finales de los ochenta, la izquierda tuvo los primeros esbozos de una agenda de mujeres, pero era una fuerza minoritaria. En 2000, las mujeres ten¨ªan posiciones m¨¢s conservadoras que los hombres en casi todos los grupos de edad, seg¨²n Latinobar¨®metro.

Las previsiones para 2024

El realineamiento hacia la centroizquierda que se observa en la ¨²ltima d¨¦cada explica, quiz¨¢s, los discursos y estrategias que han emergido en la contienda. ¡°Cuando llega la derecha se acaban los derechos¡±, dijo Sheinbaum, que se define como una mujer de izquierdas, en la primera semana de la campa?a. G¨¢lvez firm¨® un pol¨¦mico ¡°pacto de sangre¡± en uno de sus primeros actos para comprometerse a mantener los programas sociales. ¡°Soy una mujer de centroizquierda¡±, dijo la opositora en una entrevista con EL PA?S publicada en febrero.

El polit¨®logo Enrique Guti¨¦rrez se?ala que el PRI se define en sus estatutos como socialdem¨®crata y de centroizquierda, mismo caso que sus aliados del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD) y Movimiento Ciudadano, la ¨²nica fuerza que no compite en alianza. ¡°Ha habido un corrimiento de pr¨¢cticamente todos los partidos hacia la centroizquierda¡±, asegura. El acad¨¦mico comenta que el anhelo de posicionarse donde est¨¢ el grueso de los votantes puede llevar a que sus identidades ideol¨®gicas se desdibujen. ¡°Si todos representan lo mismo, ?entonces qu¨¦ los diferencia?¡±, plantea.

La ideolog¨ªa no suele ser vista como un factor determinante para el voto en M¨¦xico, en parte porque median otros factores y porque los partidos tampoco suelen posicionarse con claridad o se definen de una forma y act¨²an de otra. ¡°Del dicho al hecho hay una gran diferencia¡±, comenta Cejudo. El PRI, el PAN y el PRD eran viejos rivales y han tenido diferencias hist¨®ricas marcadas, pero hoy son aliados. Morena se ha coaligado con el Partido Verde, que antes ha apoyado al PAN y al PRI.

Eso ayuda a explicar que las diferencias ideol¨®gicas entre hombres y mujeres no se reflejen en sus preferencias electorales. De hecho, como muestra el gr¨¢fico, los apoyos por Sheinbaum, G¨¢lvez y Jorge ?lvarez M¨¢ynez apenas se distinguen por g¨¦nero. Los datos de la encuestadora ?ltica, con 5.000 entrevistas desde enero de 2024, dicen que Sheinbaum ronda el 55% de voto entre los hombres y el 56% entre las mujeres, es decir, un resultado esencialmente id¨¦ntico.

Cejudo apunta que los partidos han sido indefinidos e inconsistentes cuando han buscado el voto femenino. Sheinbaum se ha definido como feminista, pero ella y L¨®pez Obrador han tenido una relaci¨®n complicada con el movimiento feminista. G¨¢lvez ha apelado a las mujeres, pero no ha fijado una posici¨®n clara respecto del aborto y ha batallado para desmarcarse de algunos posicionamientos del PAN, se?ala la especialista. ¡°Hay un sentimiento de orfandad pol¨ªtica entre muchas mujeres¡±, zanja.

¡°Las propuestas de ambas candidatas caen en los lugares comunes, no hay nada demasiado novedoso¡±, coincide Tagle. La exlegisladora y fundadora de Movimiento Ciudadano reconoce que los estrategas electorales de su partido plantearon la postulaci¨®n de un var¨®n para diferenciarse de las dos candidatas. ¡°Que fuera el nuevo, que fuera el joven y que fuera hombre eran los tres diferenciadores que pon¨ªan sobre la mesa¡±, dice.

As¨ª se promocion¨® la ef¨ªmera candidatura de Samuel Garc¨ªa, en una l¨ªnea que continu¨® con ?lvarez M¨¢ynez. Tagle, que ha sido cr¨ªtica de la estrategia, se?ala que el reclamo de las feministas del partido es que la apuesta program¨¢tica de la formaci¨®n no se correspondi¨® con los perfiles elegidos para las candidaturas, en muchos casos definidas por criterios m¨¢s pragm¨¢ticos. M¨¢ynez, que ha centrado su campa?a en las universidades, se desempe?a mejor entre los m¨¢s j¨®venes.

Las diferencias de voto s¨ª son m¨¢s claras cuando nos fijamos en la edad. Los m¨¢s j¨®venes prefieren a Sheinbaum por un margen mayor, mientras que G¨¢lvez gana terreno conforme aumenta la edad de los electores.

Guti¨¦rrez subraya que hist¨®ricamente los j¨®venes tienden a ser m¨¢s proclives a propuestas pol¨ªticas que ofrecen un cambio. El especialista recuerda el apoyo de los j¨®venes a la candidatura de Fox o los esfuerzos de Pe?a Nieto de promocionarse como ¡°el nuevo PRI¡±. No obstante, eso podr¨ªa haber cambiado: ¡°Parece que los j¨®venes apuestan ahora por la continuidad y no tanto por un proyecto de ruptura¡±, se?ala.

Una hip¨®tesis del especialista es que las etiquetas del PRI y el PAN, los partidos tradicionales, han dificultado que G¨¢lvez se presente como una opci¨®n de cambio y que Morena ha abierto m¨¢s espacios de representaci¨®n a quienes hab¨ªan sido relegados, como la comunidad LGTB. Hay casi 26,5 millones de votantes de 18 a 29 a?os, m¨¢s de una cuarta parte de la lista nominal, aunque en 2018 votaron menos. ¡°No es que los j¨®venes no quieran participar, es que muchas veces la pol¨ªtica en M¨¦xico huele a viejito, no se ven representados¡±, dice Guti¨¦rrez.

Por ¨²ltimo, es relevante fijarse en el doble cruce: el voto por g¨¦nero y edad.

Hombres y mujeres tienen una intenci¨®n de voto muy similar, en t¨¦rminos totales, pero cuando los separamos en j¨®venes y mayores emerge un doble patr¨®n. Sheinbaum tiene m¨¢s apoyo de hombres mayores y de mujeres j¨®venes; y con G¨¢lvez ocurre justo al rev¨¦s, la opositora lo hace algo mejor entre hombres j¨®venes y mujeres mayores. Dicho de otra manera: entre las mujeres j¨®venes, Sheinbaum se destaca much¨ªsimo, pero entre las mayores Sheinbaum y G¨¢lvez est¨¢n cerca de empatar.

El gran problema para G¨¢lvez es que Sheinbaum tiene ventaja en pr¨¢cticamente todas las encuestas que han salido en este proceso electoral. Aunque las elecciones no est¨¢n todav¨ªa decididas, una predicci¨®n de EL PA?S basada en los estudios demosc¨®picos pone a la ex jefa de Gobierno como firme favorita, con un 89% de posibilidades de ganar. La opositora conserva una opci¨®n entre diez para imponerse por sorpresa.

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