Los equilibrios de la pol¨ªtica interior de L¨®pez Obrador: centralizaci¨®n y choques con el Poder Judicial
El mandatario saliente revivi¨® la figura del hombre fuerte al mando del pa¨ªs y condujo a la oposici¨®n a buscar alianzas para ejercer de contrapeso
Pocos presidentes como Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador redefinen el cargo seg¨²n su manera personal de concebir la pol¨ªtica. No es la investidura presidencial la que determina al inquilino de Palacio Nacional: es el habitante el que moldea su entorno. Algunos lo llaman estilo de gobernar. En los casi seis a?os de la Administraci¨®n obradorista, la pol¨ªtica interior, el equilibrio de fuerzas entre las instituciones, eso que define en qu¨¦ sitio del espectro democr¨¢tico se ubic...
Pocos presidentes como Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador redefinen el cargo seg¨²n su manera personal de concebir la pol¨ªtica. No es la investidura presidencial la que determina al inquilino de Palacio Nacional: es el habitante el que moldea su entorno. Algunos lo llaman estilo de gobernar. En los casi seis a?os de la Administraci¨®n obradorista, la pol¨ªtica interior, el equilibrio de fuerzas entre las instituciones, eso que define en qu¨¦ sitio del espectro democr¨¢tico se ubica un pa¨ªs, ha experimentado una metamorfosis, un reacomodo. Como en los a?os del presidencialismo priista, y para agasajo de sus cr¨ªticos, el mandatario saliente ha centralizado en su figura gran parte de la toma de decisiones de Estado y, con ello, ha atra¨ªdo hacia ¨¦l toda la atenci¨®n y los dardos de los sectores cr¨ªticos al Gobierno y de la oposici¨®n, como un pararrayos.
Los cambios simb¨®licos est¨¢n a la vista, de acuerdo con los expertos. L¨®pez Obrador ha provocado que el PAN, el PRI y el PRD, en otra ¨¦poca enemigos irreconciliables, se aliaran en una ins¨®lita coalici¨®n electoral de la izquierda y la derecha, cuya principal bandera es oponerse a ¨¦l y su partido, Morena. La Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n (Segob), en otros tiempos un poderoso ministerio en el que se tej¨ªan acuerdos pol¨ªticos tras bastidores, perdi¨® fuerza en este sexenio (la puerta se movi¨® a Palacio Nacional). El Congreso federal, dominado por el oficialismo ¡ªMorena y sus aliados del PVEM y PT¡ª, fue una aceitada aplanadora que aprob¨® las reformas legales del presidente. En respuesta, el Poder Judicial, bajo constantes descalificaciones del Ejecutivo, ejerci¨® un papel m¨¢s efectivo de contrapeso, y tambi¨¦n fungi¨® como veh¨ªculo de la agenda de la oposici¨®n.
Se instaur¨® la consulta popular y la revocaci¨®n de mandato, dos instrumentos que promueven la participaci¨®n ciudadana y penalizan la mala actuaci¨®n de los gobernantes. Se decret¨® la austeridad en el gasto gubernamental, lo que redujo el dispendio, pero tambi¨¦n impact¨® negativamente en la calidad de los servicios p¨²blicos. La relaci¨®n del presidente con los medios de comunicaci¨®n fue tensa, a la vez que las puertas de Palacio Nacional se abrieron a influencers y youtubers leales al obradorismo. Se volcaron a las calles ciudadanos de clase media que no sol¨ªan manifestarse, mientras que muchos de los simpatizantes de la izquierda, que en los sexenios pasados ejercieron intensamente la protesta callejera, ahora se replegaron.
El desplazamiento de la oposici¨®n
El polit¨®logo Javier Rosiles sostiene que L¨®pez Obrador opt¨® en el Congreso por ejercer m¨¢s una mayor¨ªa aplastante que por construir consensos. Para contrastar, el acad¨¦mico pone de ejemplo del Pacto por M¨¦xico, el acuerdo pol¨ªtico por el cual el PRI de Enrique Pe?a Nieto negoci¨® el apoyo del PAN y el PRD para la aprobaci¨®n de profundas ¡ªy pol¨¦micas¡ª reformas constitucionales, como la educativa y la energ¨¦tica. Ese pacto fue lo que provoc¨® la ruptura de L¨®pez Obrador con el PRD y lo lanz¨® a la construcci¨®n de su partido, Morena. ¡°En M¨¦xico se entend¨ªa que el presidente tuviera cierta influencia en el Congreso y que ah¨ª jugara con su contingente legislativo. Despu¨¦s de dos d¨¦cadas se recuper¨® este modelo de gobierno en donde el presidente tiene una mayor¨ªa aliada [el PT y el PVEM] con la cual puede gobernar de manera m¨¢s sencilla. A esto hay que a?adir que L¨®pez Obrador intent¨® todo el sexenio recentralizar las funciones principales de la figura presidencial¡±, explica.
La ling¨¹ista y analista pol¨ªtica Violeta V¨¢zquez-Rojas disiente de esta lectura. Se?ala que durante el mandato de Pe?a Nieto el Congreso ejerci¨® uno de los papeles m¨¢s complacientes con el Ejecutivo. ¡°El Pacto por M¨¦xico implic¨® un arreglo cupular mediado por millones de pesos¡±, dice, en referencia a los supuestos sobornos pagados por el PRI a la oposici¨®n para conseguir su voto a favor de las reformas. ¡°Y lo que pas¨® en el sexenio de L¨®pez Obrador fue una serie de arreglos pol¨ªticos para poder revertir muchas de las reformas que se hicieron durante la legislatura del Pacto por M¨¦xico. Pero no se pudo con todas. Cuando hablan de L¨®pez Obrador como un autoritario, una persona que concentra todo el poder, se les olvidan las batallas perdidas contra el legislativo¡±, indica.
La primera mitad del sexenio de L¨®pez Obrador, Morena fue capaz de negociar el apoyo del PRI y de Movimiento Ciudadano para aprobar algunas reformas constitucionales. Sin embargo, la segunda mitad, el PRI afianz¨® su alianza con el PAN y el PRD para formar el Frente Amplio, una especie de resurrecci¨®n del Pacto por M¨¦xico. A partir de entonces, el bloque opositor se enclaustr¨® y anunci¨® que no apoyar¨ªa ninguna iniciativa legislativa del Ejecutivo. El bloque oficialista decidi¨® pasar de largo de las bancadas del Frente y, solo con los votos del PT y el PVEM, aprob¨® reformas que luego terminaron siendo invalidadas por la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n, como el ¡°Plan B¡± electoral o la militarizaci¨®n de la Guardia Nacional. El presidente comenz¨® a ver en el Poder Judicial la encarnaci¨®n de los valores de una oposici¨®n conservadora, y anunci¨® una reforma para purgar a los ministros de la Corte y dem¨¢s jueces federales, lo que abri¨® un largo cap¨ªtulo de enfrentamientos entre los dos poderes de la Uni¨®n.
¡°Yo s¨ª veo en el Poder Judicial el ¨²ltimo reducto en el que la oposici¨®n tuvo un espacio para tratar de impedir algunas acciones del presidente¡±, afirma Rosiles. ¡°Creo que la mayor¨ªa de los ministros vio cierto peligro de que L¨®pez Obrador estaba ejerciendo una centralizaci¨®n con rasgos autoritarios, y ellos entendieron que eran el ¨²ltimo dique que podr¨ªa ponerse enfrente del Poder Ejecutivo en la idea de contrapesar. El papel de la Suprema Corte es fundamental, porque limita el ejercicio mayoritario y de recentralizar las decisiones¡±, a?ade.
El cambio en la gobernabilidad
Rosiles advierte de un cambio en la relaci¨®n de fuerzas entre partidos y sociedad. Se?ala que, por un lado, la uni¨®n de partidos tan dis¨ªmiles ideol¨®gicamente en Frente Amplio fue una medida desesperada de supervivencia, frente a la poderosa locomotora de Morena. Por el otro, destaca el vigor de una sociedad civil opositora al Gobierno de L¨®pez Obrador. Sin embargo, se?ala Rosiles, hay una desconexi¨®n o una relaci¨®n desigual de poder entre ambos polos, pues los partidos no han incorporado las agendas ciudadanas, sino que, al contrario, han impuesto sus objetivos a los grupos civiles. El analista pone de ejemplo el movimiento de la Marea Rosa, que termin¨® por abrazar la candidatura de X¨®chitl G¨¢lvez, la candidata presidencial del PAN, PRI y PRD, sin recibir a cambio alguna posici¨®n en la toma de decisiones.
¡°Yo veo una sociedad civil debilitada, que no est¨¢ inmiscuida lo suficiente para buscar cargos p¨²blicos. El Frente Amplio comenz¨® haciendo un llamado a que las organizaciones civiles se acercaran, pero en las listas de candidatos no aparece nadie que pertenezca a ese ¨¢mbito. S¨ª hay una parte de la sociedad civil que est¨¢ atendiendo ciertos problemas que afectan al pa¨ªs, pero la veo poco interesada en lo pol¨ªtico, ah¨ª est¨¢ teniendo muy poca influencia¡±, observa. V¨¢zquez-Rojas destaca la politizaci¨®n de la sociedad entera, si bien reconoce que los militantes obradoristas, durante mucho tiempo due?os de las calles, se han desmovilizado en alguna medida. ¡°Desde luego que la inconformidad cambi¨® de manos¡±, resume. ¡°Lo interesante es la politizaci¨®n de todos los sectores. No solamente est¨¢n inconformes, sino que tambi¨¦n salen a marchar, lo sienten como algo necesario, se dieron cuenta de que tienen que ejercer su derecho a la protesta. La gente est¨¢ muy politizada e informada¡±, afirma.
La acad¨¦mica hace notar que, tanto para la oposici¨®n como para los simpatizantes obradoristas, la percepci¨®n sobre c¨®mo debe ejercerse el gobierno ha cambiado. V¨¢zquez-Rojas afirma que esta Administraci¨®n ha introducido la honestidad como requisito para los servidores p¨²blicos, por encima de las competencias o los t¨ªtulos escolares. ¡°Es verdad que se corre el riesgo de tener perfiles no muy preparados. Pero tambi¨¦n hay perfiles muy competentes y muy honestos. Son t¨¦cnicos al servicio del pueblo, no son tecn¨®cratas¡±, describe. Agrega que tambi¨¦n se ha reducido la brecha entre Gobierno y gobernados, a trav¨¦s de los programas de ayudas sociales y los brigadistas (llamados Servidores de la Naci¨®n). ¡°El ir puerta por puerta es un pilar de la pol¨ªtica obradorista. Fue as¨ª en la campa?a [de L¨®pez Obrador a la presidencia] y as¨ª es en el ejercicio del gobierno¡±, resume.
La impronta personal de L¨®pez Obrador sobre la administraci¨®n p¨²blica durar¨¢, al menos, hasta el 1 de octubre, cuando entregue la banda presidencial a su sucesora (que indiscutiblemente, por primera vez en la historia de M¨¦xico, ser¨¢ una mujer, entre Claudia Sheinbaum y X¨®chitl G¨¢lvez). Est¨¢ por verse si la nueva mandataria ejercer¨¢ el poder de mando siguiendo el cartab¨®n dejado por L¨®pez Obrador, si retornar¨¢ a lo anterior, o si modificar¨¢ el molde seg¨²n su concepci¨®n del mundo.
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