X¨®chitl G¨¢lvez se lanza a los brazos de la ¡®Marea Rosa¡¯: ¡°Antes que partido, tenemos a M¨¦xico¡±

Miles de personas se dieron cita este domingo en el Z¨®calo de Ciudad de M¨¦xico para gritar por la democracia, protestar contra el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y apoyar a X¨®chitl G¨¢lvez. Despu¨¦s de una semana de tensiones y pol¨¦mica, la Marea Rosa ha salido a las calles para respaldar, por primera vez de forma abierta, a la candidata de la oposici¨®n por la presidencia. ¡°Antes que partido, tenemos patria¡±, afirm¨® G¨¢lvez ante la multitud. ¡°Antes que partido, tenemos rep¨²blica, tenemos democracia, tenemos a M¨¦xico¡±, agreg¨® la abanderada de la coalici¨®n Coraz¨®n y Fuerza por M¨¦xico entre gritos de ¡°?Presidenta, presidenta¡± y ¡°Fuera Morena¡±. La plaza m¨¢s ic¨®nica del pa¨ªs se volvi¨® a te?ir de rosa, pero tambi¨¦n de azul, rojo y amarillo, los colores del PAN, PRI y PRD, los partidos que la postulan. La concentraci¨®n masiva lleg¨® en un momento cr¨ªtico: apenas horas antes del tercer y ¨²ltimo debate presidencial, diez d¨ªas antes del cierre de las campa?as y a dos semanas de las votaciones.

¡°Vamos adelante, vamos sin miedo, hombres y mujeres libres, vamos por la victoria¡±, afirm¨® G¨¢lvez, en un templete colocado frente a la catedral. ¡°Vamos a ganar para abrir la puerta de Palacio Nacional para todos los mexicanos¡±, dijo sobre la sede del Gobierno, que le quedaba del lado izquierdo y que se convirti¨® en una trinchera rodeada de altas vallas met¨¢licas para evitar que se acercaran los manifestantes, como suele suceder en las marchas y protestas en la capital. Es la cuarta convocatoria de la Marea Rosa, que hasta hace unos d¨ªas se defin¨ªa como neutral y apartidista, y que hoy ha hecho p¨²blica su simpat¨ªa por la candidata del frente opositor. ¡°Fuera m¨¢scaras¡±, dijo esta semana el presidente L¨®pez Obrador, el blanco de todas las consignas. Desde la perspectiva del oficialismo y la oposici¨®n es momento de definiciones: hay dos modelos pol¨ªticos, dos proyectos del pa¨ªs, dos candidatas que aspiran a ser la primera presidenta del pa¨ªs, G¨¢lvez o Claudia Sheinbaum, de Morena.

¡°Nos jugamos si los siguientes a?os ser¨¢n de opresi¨®n o de libertad¡±, expuso la candidata. ¡°Vamos a ganar para escuchar, no para insultar¡±, agreg¨®, en una de las frases m¨¢s aplaudidas entre los manifestantes. La Marea Rosa naci¨® como un frente abierto contra el presidente y el desencanto, la preocupaci¨®n y los reclamos contra el Gobierno parecieron ser las fuerzas m¨¢s poderosas en la concentraci¨®n. Por cada ¡°?X¨®chitl, X¨®chitl!¡± hab¨ªa gritos de ¡°narcopresidente, narcopresidente¡± contra L¨®pez Obrador; un ¡°esquirol, esquirol¡± contra Jorge ?lvarez M¨¢ynez, el candidato de Movimiento Ciudadano, o un ¡°c¨¢rcel, c¨¢rcel¡± contra Mart¨ª Batres, el jefe de Gobierno de la capital. La Marea pr¨¢cticamente no tiene medias tintas: es la oposici¨®n que acusa una deriva autoritaria, que ve conjuras desde Palacio Nacional para dividir al electorado opositor y que advierte de que existen grandes riesgos para la democracia si Morena sigue en el poder.

¡°Te calienta, te emociona, por fin tienes un liderazgo que te est¨¢ defendiendo¡±, afirma Carlos Noriega, tras o¨ªr el discurso de G¨¢lvez. ¡°Esta elecci¨®n ser¨¢ un parteaguas, si sigue esta nueva dictadura o hay altura de miras¡±, concuerda Tere Silva, su acompa?ante. La candidata se mostr¨® un poco nerviosa al subir al templete, pero fue m¨¢s contundente conforme avanz¨® su discurso. La exlegisladora sabe que se juega mucho en el debate de esta noche y ha priorizado, como en los dos anteriores, dedicar varios d¨ªas a prepararse. La Marea Rosa supuso un cambio obligado de planes. Para la oposici¨®n es clave llegar a la recta final de la contienda con la idea de que pueden dar la pelea y de que la carrera ¡°no se acaba hasta que se acaba¡±, al menos ante sus seguidores. ¡°Para m¨ª, es muy importante demostrar que esta elecci¨®n no est¨¢ decidida, que no es un tr¨¢mite, como dijo Sheinbaum, por eso estoy aqu¨ª¡±, explica Lorena Laboriel.

La ¨²ltima marea fue diferente a las anteriores. Fue la m¨¢s expl¨ªcita de todas y rebas¨® en varios momentos la l¨ªnea que separa la movilizaci¨®n ciudadana de un mitin partidista. Fue tambi¨¦n m¨¢s tensa que otras. Muchos accesos al Z¨®calo fueron cerrados por el Gobierno y hubo encontronazos con el campamento de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n (CNTE), instalado desde el pasado mi¨¦rcoles y que se neg¨® a replegarse de la plaza. Muchos de los asistentes a la manifestaci¨®n estaban convencidos de que la presencia de la CNTE era una ¡°provocaci¨®n¡± y ¡°juego sucio¡± del presidente. ¡°No nos mand¨® nadie¡±, asegura Guadalupe Ibarra, una profesora jubilada de 64 a?os, mientras una simpatizante de la marea grita del otro lado de un improvisado cord¨®n, un mecate que apenas divide ambas protestas. ¡°Que nos perdonen, pero nosotros no podemos estar con el PRI y el PAN, que tanto da?o hicieron a la educaci¨®n¡±, justifica Ibarra.

Adem¨¢s, hubo tensiones sobre el cerco met¨¢lico que dividi¨® a ambas manifestaciones, retirado por los manifestantes de la Marea. Hubo protestas por si iba a estar izada la bandera de M¨¦xico en la plaza central, un pleito que lleg¨® hasta los tribunales y que, finalmente, permiti¨® que fuera alzada en el centro de la Plaza de la Constituci¨®n por miembros del Ej¨¦rcito. Hubo reclamos contra la presidenta del INE, Guadalupe Taddei, que critic¨® que la manifestaci¨®n usara el color rosa, el color con el que se identifica al ¨¢rbitro electoral. Hubo sospechas sobre si las autoridades de la capital decretaron la contingencia con la ¨²nica idea de que no hubiera gente en las protestas en el centro de la ciudad.

La marea sent¨ªa que iba contra viento y marea. A pie de calle, todos esos factores influyeron en el desarrollo de la concentraci¨®n: fue dif¨ªcil llegar, hubo caos y las aglomeraciones en las calles aleda?as se dieron al mismo tiempo que quedaban huecos en la plancha. ¡°Nos cerraron la ciudad, pero hace falta mucho m¨¢s que eso para detenernos¡±, afirma Yazm¨ªn Lujano, de 50 a?os, que lleg¨® desde Toluca a manifestarse con sus padres, Jos¨¦, de 86 a?os, y Bertha, de 82.

¡°La importancia del acto es estrat¨¦gica¡±, afirma Francisco Javier Azcoitia, un ciudadano de 67 a?os, que se define como apartidista pero de derecha. ¡°Era obvio que el Gobierno no iba a dejar que X¨®chitl cerrara en el Z¨®calo, tuvo que hacer el acto a trav¨¦s de la Marea y las organizaciones civiles¡±, argumenta. No hubo casualidades en la intencionalidad pol¨ªtica de la protesta. ¡°No podemos ser neutrales¡±, zanj¨® Guadalupe Acosta Naranjo, representante opositor ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y primer orador del acto, que incluy¨® tambi¨¦n la participaci¨®n de Santiago Taboada, el candidato del frente opositor a la Jefatura de Gobierno de la capital.

Los candidatos del frente opositor fueron las grandes estrellas del acto. ¡°Quiero una ciudad en la que el Gobierno y la sociedad sean m¨¢s fuertes que cualquier organizaci¨®n criminal¡±, afirm¨® Taboada, en un gui?o a las consignas que gritaban los asistentes y se le¨ªan en muchas de sus pancartas: ¡°narcopresidente¡±, ¡°narcocandidata¡±, ¡°narcogobierno¡±. ¡°Era inevitable, son momentos en los que no puedes ser neutral, la ¨²nica candidata que garantiza la democracia es X¨®chitl, Claudia es lo contrario¡±, comenta Antonio Garci, de 56 a?os, que lleg¨® al acto disfrazado de calavera y con un letrero contra el aumento de la violencia en la Administraci¨®n de L¨®pez Obrador.

Hubo tambi¨¦n un inflable gigante que representaba al presidente como un beb¨¦ llor¨®n, amplios contingentes de militantes partidistas y miles de sombrillas para buscar refugio del sol, que cay¨® a plomo durante toda la jornada. En la misma plaza convivieron de forma simult¨¢nea campamentos de la CNTE desperdigados como islas, una marea desbordada de opositores y la Pejelandia, una improvisada tienda donde se venden souvenirs del presidente, aunque esta ma?ana se mantuvo cerrada. Y no pas¨® nada. Fue, pese a todas las tensiones que sobrevolaban el Z¨®calo, un acto pac¨ªfico.

¡°Para salvar a la democracia hay que apoyar a X¨®chitl y quitarle poder a Morena¡±, expone Lydia Ord¨®?ez, de 54 a?os. G¨¢lvez pronunci¨® su discurso a todo pulm¨®n, agradeci¨® el apoyo de la Marea Rosa y se comprometi¨® a luchar por la victoria. ¡°M¨¦xico es primero¡±, afirm¨®. ¡°Estoy dando la batalla para defender tres valores: vida, verdad y libertad¡±, dijo emocionada. ¡°?Vida, verdad y libertad, vida, verdad y libertad!¡±, rugi¨® la plaza. La Marea Rosa se permiti¨® gritar por primera vez, al menos de forma abierta, sin tapujos, ¡°?X¨®chitl presidenta!¡±.

Las miradas est¨¢n puestas ahora en el tercer debate, la ¨²ltima oportunidad que tienen los candidatos de contrastar ideas y apelar a millones de personas antes de entrar al frenes¨ª de los cierres de campa?a. El 29 de mayo ser¨¢ el turno de Sheinbaum para volver a la misma plaza, el Z¨®calo, en su ¨²ltimo mitin de la contienda. No hay tiempo para m¨¢s. En cuesti¨®n de d¨ªas, M¨¦xico elegir¨¢ a su pr¨®xima presidenta.

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