Morena, el joven partido que en 10 a?os conquist¨® la gran mayor¨ªa

Borges escribi¨® una s¨¢tira acerca de un mapa del tama?o de un pa¨ªs, una referencia a los fragmentos que aspiran a abarcar la totalidad. La imagen puede ser trasladada a M¨¦xico y al que ahora se ha convertido en la principal fuerza pol¨ªtica, Morena, el partido fundado por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, el popular mandatario que en septiembre dejar¨¢ las riendas del pa¨ªs. La formaci¨®n, que este a?o cumple su primera d¨¦cada, ha conquistado en su corta vida la presidencia por segunda ocasi¨®n, con el triunfo de Claudia Sheinbaum en los comicios del domingo. Tambi¨¦n logr¨® la mayor¨ªa calificada en la C¨¢mara de Diputados y est¨¢ a dos esca?os de conseguirla en el Senado, un gol que ni el mismo L¨®pez Obrador, con su enorme carisma y arrastre popular, consigui¨® marcar hace seis a?os. Por si fuera poco, Morena conquist¨® m¨¢s gubernaturas y ahora encabeza el Ejecutivo en 24 de los 32 Estados de M¨¦xico. Los analistas se?alan que este refrendo de la ciudadan¨ªa al proyecto obradorista ha modificado el sistema de partidos y ha dado origen a una nueva formaci¨®n con enorme representaci¨®n y a una oposici¨®n reducida a m¨ªnimos hist¨®ricos. ¡°Morena s¨ª aspira a la dominancia del espectro pol¨ªtico mexicano, como lo har¨ªa cualquier partido. El tema es que su agenda ha sido suficientemente exitosa como para que esa aspiraci¨®n pueda convertirse en realidad, y esta elecci¨®n es prueba de ello¡±, afirma la acad¨¦mica Viri R¨ªos.

La fecha de fundaci¨®n de Morena puede ser difusa. Oficialmente, obtuvo el registro de partido ante el Instituto Nacional Electoral (INE) en 2014. Sin embargo, los fundadores rastrean los or¨ªgenes de la formaci¨®n a?os atr¨¢s. Algunos lo sit¨²an en las luchas civiles encabezadas por L¨®pez Obrador en 2005, cuando era jefe de Gobierno de la capital y se defend¨ªa de la andanada emprendida en su contra por el presidente Vicente Fox (PAN), que quer¨ªa encarcelarlo para evitar que llegase a la boleta el a?o siguiente. Otros ven el origen en las manifestaciones contra el supuesto fraude en los comicios de 2006, en los que L¨®pez Obrador perdi¨® contra Felipe Calder¨®n (PAN). Unos m¨¢s piensan que el nacimiento de la formaci¨®n se dio en los movimientos obradoristas contra la privatizaci¨®n del petr¨®leo de 2007. En todos los casos, el rol protag¨®nico lo ha tenido L¨®pez Obrador, en torno a cuya potente figura se estructur¨® un movimiento social que luego decidi¨® convertirse en un partido, a fin de participar en elecciones y disputar el poder mediante las instituciones democr¨¢ticas.

La elecci¨®n del domingo fue una haza?a para los propios est¨¢ndares del obradorismo. Por primera vez en dos d¨¦cadas, el dirigente no apareci¨® en la boleta, y a¨²n as¨ª hubo una participaci¨®n ciudadana in¨¦dita y Sheinbaum obtuvo m¨¢s sufragios que el propio L¨®pez Obrador hace seis a?os. El movimiento pol¨ªtico ha logrado desprenderse de la figura del presidente y fundador. ¡°Esta victoria le da a Morena una reconfirmaci¨®n de la popularidad de su agenda¡±, afirma R¨ªos. ¡°Este movimiento est¨¢ transitando a convertirse en algo mucho m¨¢s ideol¨®gico, que tiene su propia agenda, que es ideol¨®gicamente rara, que tiene rasgos de izquierda, como su pol¨ªtica laboral y social, pero tambi¨¦n tiene algunos aspectos muy controversiales, como la militarizaci¨®n o la falta de una reforma fiscal¡±, agrega. R¨ªos advierte de una metamorfosis en el espectro ideol¨®gico mexicano. ¡°Dej¨® de entenderse en el espectro izquierda-derecha y comenz¨® a entenderse en el espejo obradorismo-antiobradorismo¡±, define.

La acad¨¦mica refiere al triunfo de Morena sobre la oposici¨®n en el plano del discurso pol¨ªtico. Se?ala que, mientras el PAN, PRI y PRD acusaban que M¨¦xico iba por un mal rumbo y lo comparaban con Venezuela, los ciudadanos ve¨ªan mejoras en su poder adquisitivo, gracias a las pol¨ªticas econ¨®micas implementadas por el Gobierno de L¨®pez Obrador a partir del libro estatutario morenista. ¡°Morena ocup¨® un vac¨ªo, porque el sistema de partidos no hab¨ªa representado a la clase trabajadora¡±, observa. ¡°M¨¦xico solo hab¨ªa tenido partidos proempresariales desde el 2000 y hab¨ªa desatendido profundamente al electorado de las clases trabajadoras y las clases m¨¢s vulnerables. Un electorado de tal magnitud, en una orfandad pol¨ªtica, se convierte en un terreno muy f¨¦rtil¡±, a?ade R¨ªos. ¡°Creo que a M¨¦xico le fue bien, porque la alternativa hubiera sido un caudillo. Y no, lo que sucedi¨® es que se cre¨® un partido que habita en el sistema de partidos mexicano, que est¨¢ creando su propia clase pol¨ªtica, su propia ideolog¨ªa, y todos estos factores contribuyen a la consolidaci¨®n de la democracia mexicana¡±, agrega.

Tanto R¨ªos como el polit¨®logo Javier Rosiles puntualizan que no se puede equiparar el dominio de Morena con la hegemon¨ªa que se atribuye al longevo PRI durante el siglo XX, en los tiempos del partido ¨²nico. ¡°En este momento, aunque hay una oposici¨®n muy menguada, esa oposici¨®n no ha sido impulsada desde el poder¡±, observa Rosiles. ¡°En tiempos del sistema del partido hegem¨®nico, desde el poder se incentivaban nuevas opciones pol¨ªticas, los partidos sat¨¦lites, para simular una democracia. En este momento eso no est¨¢ pasando. Hay partidos opositores, su problema es que la ciudadan¨ªa no les est¨¢ dando su respaldo o confianza. Esa diferencia es sustancial¡±, considera. El acad¨¦mico afirma que la elecci¨®n del domingo no solo confirm¨® la voluntad mayoritaria de que contin¨²e el proyecto obradorista, sino el contundente rechazo a los viejos partidos del siglo pasado, como el PRI, el PAN y el PRD (de hecho, este ¨²ltimo est¨¢ al borde de su desaparici¨®n a nivel nacional). ¡°Lo que ocurri¨® fue un desastre para la oposici¨®n¡±, resume.

R¨ªos puntualiza que otra diferencia con el r¨¦gimen del partido hegem¨®nico es que en la actualidad hay mejores pr¨¢cticas democr¨¢ticas que imposibilitan los fraudes electorales, muy rutinarios en el pasado. ¡°Despu¨¦s de esta elecci¨®n, Morena es un partido dominante, pero no es hegem¨®nico, porque no es el ¨²nico jugador en el espectro pol¨ªtico mexicano o el ¨²nico con capacidad de ganar¡±, plantea. ¡°La hegemon¨ªa priista se lograba a partir de fraudes electorales y de tener una democracia de muy baja temperatura. La dominancia morenista se logra a partir de una democracia de muy alta participaci¨®n y con un ciudadano que se vuelca a las urnas a apoyar un proyecto de manera leg¨ªtima¡±, a?ade.

Rosiles reconoce la fortaleza de la democracia en M¨¦xico, pero advierte del riesgo que representa la inseguridad y la violencia para las propias instituciones. ¡°El triunfo arrollador de Morena no nos debe hacer olvidar que hubo m¨¢s de 30 candidatos asesinados y hay territorios donde no se pudieron llevar a cabo elecciones¡±, advierte. El especialista afirma que una parte de los saldos de la inseguridad se debe atribuir a los gobiernos del partido oficialista a nivel federal y en los Estados donde tiene el control. ¡°El gran reto de Morena sigue siendo el ejercicio del gobierno. Morena es una m¨¢quina muy buena para acceder al poder, pero no lo es tanto para ejercer el gobierno. Hay algunos resultados que no han sido tan positivos¡±, sostiene.

Ante la consolidaci¨®n del nuevo partido dominante, la oposici¨®n est¨¢ frente a un dilema: seguir la ret¨®rica de que M¨¦xico va por un mal rumbo y que est¨¢ en riesgo la democracia, o reformarse. Rosiles valora que el PAN, el PRI y el PRD tendr¨ªan que ¡°desaparecer o cambiar de nombre¡±, o inventar una nueva manera de participar en la disputa por el poder. ¡°La oposici¨®n tiene que venir de lugares distintos, podr¨ªamos hablar de administraciones civiles, es una posibilidad, o que en el sector empresarial se forjen liderazgos que empiecen a hacerle frente al partido oficial. Por lo pronto, la v¨ªa partidaria no es vista como una opci¨®n, y habr¨¢ que ver si surgen nuevos movimientos que impulsen nuevos l¨ªderes¡±, se?ala.

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