Con vacunas, sin capacidad para ponerlas

Los cient¨ªficos han hecho su parte. Hay vacuna contra el SARS-CoV-2. Toca a los gobiernos hacer lo propio. El Estado mexicano deber¨¢ probarnos que puede aplicar y distribuir la cura. Y hacerlo en tiempo r¨¦cord. Estamos presenciando el reto log¨ªstico m¨¢s transcendental de la historia reciente.

Si el reto de controlar una pandemia supone un desaf¨ªo mayor, el de distribuir una vacuna lo es a¨²n m¨¢s. Subir¨¢n las expectativas. En tiempo real veremos pa¨ªses completos reabrir sus econom¨ªas y tener vidas normales. Algunos pa¨ªses despegar¨¢n y otros se quedar¨¢n varados en 2020.

La pregunta es si el Gobierno mexicano podr¨¢ con el paquete. Sus primeros pasos no dan un buen augurio.

Por el contrario, en su primera conferencia de prensa sobre el tema se observa al Gobierno federal cometer los mismos errores que ha cometido durante todo 2020 y han llevado a M¨¦xico a ser uno de los pa¨ªses con m¨¢s muertes per c¨¢pita por la covid-19 del mundo.

Los errores son: comunicaci¨®n incompleta e inflexibilidad en la toma de decisiones.

Como desde el inicio de la pandemia, con la vacunaci¨®n hay una comunicaci¨®n no estrat¨¦gica, difusa y superficial. El subsecretario Hugo L¨®pez-Gatell ha dicho que se dar¨¢ a conocer un documento t¨¦cnico y uno de pol¨ªtica p¨²blica con los detalles del plan de vacunaci¨®n. No lo ha hecho.

Por el contrario, L¨®pez-Gatell dio a conocer 18 diapositivas con contenidos escuetos. Nadie sabe d¨®nde est¨¢ el resto. Para entender la insuficiencia de la informaci¨®n otorgada basta ver los lineamientos del programa de vacunaci¨®n universal. Un programa de vacunaci¨®n tradicional enfocada en menores de edad.

Dicho documento incluye detalles como la rector¨ªa, operaci¨®n del programa, vigilancia epidemiol¨®gica, c¨¢lculo de metas, comunicaci¨®n, vacunaci¨®n para migrantes, desplazados, refugiados, e incluso c¨®mo se realizar¨¢n los sistemas de informaci¨®n y evaluaci¨®n. Ninguno de esos detalles conocemos sobre las vacunas contra el coronavirus que se aplicar¨¢n en M¨¦xico.

No sabemos d¨®nde est¨¦ la informaci¨®n que dijo L¨®pez-Gatell que dar¨ªa o si existe. Si llevan, como dicen, m¨¢s de ¡°dos meses y medio¡± prepar¨¢ndose con un ¡°fino ordenamiento¡± para la vacunaci¨®n, no habr¨ªa raz¨®n por la que no debieran tener todo por escrito.

Nos dicen que se dar¨¢n a conocer otros lineamientos en el futuro, pero que por ahora solo quieren decir el mensaje central. Es decir, al igual que con el resto de la pandemia nos tratan como ni?os a los que no se les puede dejar ver la pel¨ªcula completa.

Se equivocan. Lo que necesitamos es un plan certero, amplio y detallado.

Otra excusa que ponen los representantes del Gobierno federal es que pronto habr¨¢ otras vacunas y que por tanto, la segunda o tercer vacuna requerir¨¢ otros procedimientos operativos. La excusa no aplica. No hay raz¨®n por la cual no deber¨ªan tener varios planes ya preparados, uno para cada escenario posible. Esta es la labor m¨¢s importante del Estado mexicano.

M¨¢s a¨²n, por meses se nos ha dicho que una de las principales razones por las que M¨¦xico tiene tan alta mortalidad son comorbilidades como la obesidad y la diabetes. Sin embargo, el plan de vacunaci¨®n presentado no detall¨® c¨®mo se va a vacunar a quien padece estas enfermedades.

Tambi¨¦n se ignora c¨®mo se lograr¨¢ atender a los m¨¢s pobres. El plan no detall¨® un plan para llegar a las zonas m¨¢s vulnerables del pa¨ªs.

Por el contrario, tal parece que el plan para las zonas m¨¢s pobres es simplemente esperar a que haya una vacuna que se pueda transportar m¨¢s f¨¢cil. Es decir, los pobres seguir¨¢n muriendo m¨¢s que los ricos porque el Gobierno no tiene un plan para gastar extraordinariamente en ultracongeladores.

Los n¨²meros, adem¨¢s, no cuadran. El plan actual establece que se vacunar¨¢ al 15% de la poblaci¨®n en cinco meses y, posteriormente, se terminar¨¢ con el resto en poco m¨¢s de un a?o. Es decir, se asume una vacunaci¨®n con crecimiento exponencial a trav¨¦s del tiempo. Esto no cuadra con las expectativas de producci¨®n de las farmac¨¦uticas.

Por si fuera poco, el dinero disponible, 20.000 millones de pesos, es importante, pero no es suficiente. Los estimados indican que se requieren 32.000 millones a precios actuales para vacunar a todos. Obtener 12.000 millones de pesos no es f¨¢cil para un Gobierno que se niega a subir los impuestos.

Finalmente, est¨¢ la inflexibilidad, el tal¨®n de Aquiles de la Administraci¨®n actual. En un pa¨ªs tan desigual como M¨¦xico, no se puede simplemente asumir que no surgir¨¢ un mercado negro de vacunas privadas para las ¨¦lites. Surgir¨¢. Sin embargo, el subsecretario L¨®pez-Gatell ha sido terminante en negarlo y no cuenta con m¨¢s plan que la prohibici¨®n.

Este ser¨ªa un buen momento para planear qu¨¦ suceder¨¢ en caso de que surja ese mercado y c¨®mo se deber¨¢ cobrar un impuesto elevado a quienes quieran brincarse la fila de los hospitales p¨²blicos. El impuesto debe ser tal que por cada persona que decida hacerlo por voluntad propia en una instituci¨®n privada se pueda vacunar a m¨¢s ciudadanos en hospitales p¨²blicos. Extraer el beneficio privado de los ricos para convertirlo en un bien p¨²blico.

Ojal¨¢ el Gobierno nos d¨¦ la sorpresa. Es momento de que L¨®pez Gatell y L¨®pez Obrador nos demuestren su capacidad de actuar, poniendo la salud de todos los mexicanos primero. Miles de vidas est¨¢n en juego.