Las mentiras y los ¨¦xitos de L¨®pez Obrador

Ante un pa¨ªs profundamente polarizado, un M¨¦xico que cada vez pierde m¨¢s la capacidad de distinguir las pasiones de los hechos, L¨®pez Obrador se dirigi¨® a la naci¨®n.

Su mensaje fue estrat¨¦gico, una fusi¨®n apacible de tres temas: los avances de su sexenio, los retrocesos disfrazados de avances y sus muchas buenas intenciones. Como en toda buena propaganda, L¨®pez Obrador mezcl¨® verdades con sospechas y abiertas mentiras. Lamentablemente, si algo sabe hacer bien L¨®pez Obrador es eso.

Cada qui¨¦n ley¨® el mensaje desde una trinchera ideol¨®gica distinta. Sus ac¨¦rrimos cr¨ªticos se perdieron de la oportunidad de ver un M¨¦xico que ha cambiado relevantemente para los trabajadores, contribuyentes y consumidores. Sus ac¨¦rrimos defensores se perdieron de a¨²n m¨¢s. No pudieron observar al presidente disminuido que subi¨® a tribuna confundiendo sus sue?os con las realidades.

Nadie puede escatimar que L¨®pez Obrador ha tenido ¨¦xitos relevantes. Los trabajadores tienen un salario m¨ªnimo 44% superior que el que ten¨ªan en 2018, se ha regulado el outsourcing permitiendo que millones de trabajadores coticen ante el IMSS y el acceso a los cr¨¦ditos del Infonavit se han facilitado. M¨¢s a¨²n, la regulaci¨®n secundaria de la reforma laboral (y la aprobaci¨®n de un T-MEC que la vigila) ha comenzado a expulsar a sindicatos corporativistas mediante elecciones libres ¨C algo que hace apenas unos a?os no hubi¨¦ramos ni so?ado.

En materia fiscal, si bien M¨¦xico todav¨ªa cobra muy pocos impuestos, el SAT logr¨® llegar a su m¨¢ximo hist¨®rico de recaudaci¨®n en 2020. Empresas globales como Google, Uber, Booking y Amazon comienzan a pagar impuestos luego de a?os de operar como en un para¨ªso fiscal. La mano dura ante los evasores ha sido evidente. En sexenios anteriores se condonaron 33.000 millones de pesos en impuestos, algo que no ha vuelto a suceder ¨C aunque las condonaciones de intereses y multas fiscales siguen.

Otros aspectos menos conocidos son tambi¨¦n avances importantes. Destaca el trabajo de la Sedatu en cuanto a mejoramiento urbano, la implementaci¨®n del etiquetado frontal que ha llevado a la reformulaci¨®n de alimentos procesados y el aumento en las pensiones de los adultos mayores ¨C aunque de manera poco progresiva.

Un L¨®pez Obrador ecu¨¢nime y juicioso bien pudo haberse quedado ah¨ª. Ahondar en las cosas que se han hecho bien, decir lo que va a hacer mejor.

Pero no, decidi¨® mentir. Listo una cantidad enorme de retrocesos disfrazados de avances como parte de su mensaje. Destaca la cancelaci¨®n del aeropuerto en donde el presidente quiere hacernos creer que el nuevo aeropuerto que construye con ayuda del Ej¨¦rcito ser¨¢ m¨¢s barato y se terminar¨¢ m¨¢s r¨¢pido. En realidad, una vez que se han considerado los costos de la cancelaci¨®n el proyecto original, lo que ¨¦l construye es un gran elefante blanco.

El presidente celebra que la inversi¨®n privada no llegue a M¨¦xico en la industria energ¨¦tica, algo a todas luces equivocado. Y peor a¨²n, promueve una reforma que califica de hist¨®rica, pero que de aprobarse, aumentar¨¢ el costo de los energ¨¦ticos y limitar¨¢ producci¨®n de energ¨ªa limpia.

El tema educativo es quiz¨¢ el m¨¢s preocupante. El Gobierno federal dice que se otorgan m¨¢s recursos para la mejora escolar aun si sabemos que no hay dinero ni para reparar las escuelas que fueron saqueadas durante las cuarentenas. Y celebra la construcci¨®n de 140 universidades que, en realidad, son centros de estudio precarios. De la falta de calidad educativa no se habla.

Los retrocesos disfrazados de avances que el presidente list¨® fueron muchos: el aumento en las remesas que llegan de Estados Unidos, la promesa vacua e innecesaria de no subir los impuestos y la idea de que la Bolsa de valores es un sin¨®nimo de progreso.

Lo m¨¢s inquietante de todo el informe fue observar a L¨®pez Obrador abandonarse a mezclar realidad con sue?os. Dijo que M¨¦xico era un pa¨ªs de legalidad, una democracia consumada, una naci¨®n con transparencia plena y derecho a la informaci¨®n. Habl¨® de un M¨¦xico maravilloso, que no existe, donde ya no se violan los derechos humanos y en el que ¨¦l ha cumplido casi a cabalidad su misi¨®n.

Nuestro presidente vive en un pa¨ªs donde el 44% de las personas son pobres, el 38% de los trabajadores no puede alimentar a su familia y hubo 500.000 muertes en exceso durante los primeros meses de la pandemia. Con desempacho y desenfado nos dice ¡°misi¨®n cumplida¡±. Presume que si su presidencia terminara el d¨ªa de hoy se ir¨ªa tranquilo.

Al escucharlo celebrarse me lament¨¦. L¨®pez Obrador tom¨® posesi¨®n hace tres a?os al frente de un M¨¦xico ¨¢vido de sacudirse del neoliberalismo rancio que lo hab¨ªa gobernado por casi tres d¨¦cadas. La meta era digna y loable: reclamar lo p¨²blico para todos, no para las ¨¦lites. El entusiasmo era v¨ªvido. So?amos con un M¨¦xico mejor.

A tres a?os de sexenio la realidad nos tiene lejos de ese sue?o. Vivimos completamente despiertos en un pa¨ªs donde nuestros sue?os se han cumplido parcialmente, demasiado parcialmente.

No as¨ª a L¨®pez Obrador. El presidente ha decidido dormir el dulce sue?o de la ignorancia autoinducida. De quien decide no ver sus retos, sino inventarse ¨¦xitos. Su sue?o es una afrenta a quienes votaron por ¨¦l. La mitad del sexenio nos deja muy lejos del pa¨ªs que L¨®pez Obrador nos pidi¨® que so?¨¢ramos. El presidente ya nos abandon¨®. Prefiri¨® so?ar.

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