El Partido Acci¨®n Nacional sale del armario
Vox y el PAN han sellado una santa alianza que provocar¨¢ n¨¢useas ideol¨®gicas a algunos prominentes panistas, pero esos ser¨¢n los menos. Habr¨¢ otro grupo, mayor, que fundamentalmente dir¨¢ que esas cosas se hacen de puertas adentro. Que qu¨¦ b¨¢rbaros por exhibirse, pero no por entregarse
El Partido Acci¨®n Nacional dio el paso al frente que le llevar¨¢ a ser una fuerza sectaria, con votos y dinero pero sin opci¨®n alguna de volver a ser competitivo en la disputa por el m¨¢ximo poder en M¨¦xico.
Ese movimiento no ha ocurrido como resultado de un debate interno o de una calculada estrategia de marketing electoral. Es una capitulaci¨®n ante el dios verdadero del nuevo PAN: el dinero.
Que el dinero venga disfrazado de sotana y con el evangelio anticomunista sacado de las cavernas franquistas y similares da lo mismo. La operaci¨®n ha coronado.
El nuevo PAN dir¨¢ que le mueven los valores, pero en realidad se llenar¨¢ las alforjas, con dinero p¨²blico y privado, promoviendo el clausurar derechos, alistando los pertrechos para una batalla moral con la que dar¨¢n la espalda a mujeres, j¨®venes y, en pocas palabras, a una clase media mexicana que nunca ha demandado que lo confesional est¨¦ en el centro de los debates.
De ese calado son las implicaciones de la decisi¨®n de la dirigencia panista de salir esta semana del armario y abrazar a Vox.
Que nadie interprete mal. No hay tal cosa como que unos cuantos senadores del PAN firmaron el jueves ¡°a t¨ªtulo personal¡± la llamada Carta de Madrid y se retrataron en el Senado con el xen¨®fobo, hom¨®fobo y antifeminista Santiago Abascal. La verdad es oportunista: esa declaraci¨®n contra el ¡°comunismo¡± va en l¨ªnea con exprimir la franquicia en tanto no se las quiten, ¨²nica agenda de los actuales liderazgos panistas.
Porque hay entre l¨ªderes panistas sin duda demasiados con simpat¨ªas personales con las ideas (sic) del indeseable visitante espa?ol, pero la realidad es que este PAN no es siquiera genuinamente confesional.
Si los jefes del panismo actual, en los que hay biso?os y otros que nunca aprendieron, no abrazan el comunismo es porque no han encontrado manera de hacer caja con eso, que si no abdicar¨ªan de Vox, Abascal y hasta de Guadalupe los primeros.
La clave del nuevo PAN es la plata, esa que no tiene religi¨®n. Porque estos dirigentes panistas refinaron un m¨¦todo para operar pero no ideas; tienen un know how para hacerse de puestos y presupuesto, pero no una ruta de cambio o alternativa de pa¨ªs; poseen olfato para las ganancias en met¨¢lico, y cero escr¨²pulos al respecto. Y si, puestos al cinismo podr¨ªan incluso defenderse reclamando ser herederos de movimientos conservadores de derecha de otros mexicanos tiempos. Veremos si lo har¨¢n.
Mas el abrazo de Abascal y Julen Rementer¨ªa, coordinador de los senadores panistas, es el maridaje entre las ideas m¨¢s retr¨®gradas y el oportunismo de Marko Cort¨¦s, jefe nacional panista que nombr¨® a ese veracruzano l¨ªder en la C¨¢mara alta.
Vox y el PAN sellan as¨ª una santa alianza que provocar¨¢ n¨¢useas ideol¨®gicas a algunos prominentes panistas, pero esos ser¨¢n los menos. Habr¨¢ otro grupo, mayor, que fundamentalmente dir¨¢ que esas cosas se hacen de puertas adentro, en pactos secretos, en suntuosos rituales propios para la ocasi¨®n pero no a la luz de las redes sociales. Que qu¨¦ b¨¢rbaros por exhibirse, pero no por entregarse.
Porque el beso a Vox no ha generado en el PAN nada parecido al inicio de un cisma. Y si este no ocurre al pasar de los d¨ªas, la suerte estar¨¢ echada. Marko Cort¨¦s y su equipo habr¨¢n regresado en lo ideol¨®gico al PAN a algunos de sus peores afluentes, sepultando d¨¦cadas de intentos de algunos panistas por hacerse presentables como una fuerza c¨ªvica donde los apetitos moralmente retr¨®grados eran mantenidos, con mayor o menor ¨¦xito, en los m¨¢rgenes.
La misa de una nueva doctrina anacr¨®nica y polarizante ha iniciado, para beneficio de dirigentes que se quieren perpetuar aferrados a una militancia tan reducida como mansa, aunque en el tr¨¢mite pierdan al grueso de la sociedad y le den la victoria por adelantado al Gobierno, que estar¨¢ de pl¨¢cemes al atestiguar c¨®mo sus adversarios se convirtieron sin rubores en la caricatura que profetizaron.
Quiz¨¢ lo m¨¢s sorprendente de todo es c¨®mo fueron incapaces de refrenarse. El Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador vive d¨ªas de cambios e inestabilidad, coyuntura propicia para, desde la oposici¨®n, calcular fr¨ªamente movidas en el tablero. En vez de dejar que la administraci¨®n se consumiera en rumores y desgaste por la renuncia de su otrora principal operador, los del PAN le quitan reflector y presi¨®n al presidente.
Volverse el tema en un momento de estos subraya el hecho de que el calendario panista obedece a motivaciones distintas a la l¨®gica del poder. Primero est¨¢n los compromisos con los que han de aportar el efectivo, primero pagar las cuotas asumidas, y muy luego la ruta electoral, el debate interno, la eventual definici¨®n de una agenda que logre sumar otras voluntades. Por el bien de la dirigencia, primero los conservadores ricos, y si son extranjeros y barbados mejor.
En el principio fue el PRIAN
En una entrevista con Ren¨¦ Delgado el saliente gobernador Javier Corral narr¨® una an¨¦cdota que le cont¨® L¨®pez Obrador ahora que el presidente y el todav¨ªa panista se han reconciliado. De gira por Veracruz AMLO vio un anuncio donde PAN, PRI y PRD se ofertaban juntos en las elecciones. Mira lo que logramos, le dijo orgulloso el presidente a la secretaria Roc¨ªo Nahle ¨Csiempre seg¨²n el recuento de Corral. L¨®pez Obrador se jactaba de que esos partidos terminaron por darle la raz¨®n cuando los acusaba de ser lo mismo.
El gobernador Corral destacaba esa como una falla profunda de la enfermedad que aqueja a la agrupaci¨®n en el que ha militado por d¨¦cadas. El haberse aliado con el Revolucionario Institucional supone, a juicio de panistas como ¨¦l, una contradicci¨®n insalvable: naciste para combatir a uno de los partidos m¨¢s corruptos de la historia y ahora vas de su mano. El actual PAN le dio carta de legitimidad a la alianza de facto mediante la que panistas, desde los noventa, le prestaban capital pol¨ªtico a un decr¨¦pito PRI.
Y es que en las elecciones pasadas la dirigencia de Marko Cort¨¦s decidi¨® que la eventualidad de que el r¨¦gimen de L¨®pez Obrador retuviera su peso mayoritario en la C¨¢mara de Diputados federal val¨ªa la misa de casarse con el PRI. La apuesta tuvo resultados dispares. Los panistas avanzaron en San L¨¢zaro, donde Morena en efecto perdi¨® algunas curules, pero fueron derrotados en dos de las cuatro gubernaturas que ya gobernaban, y no ganaron ninguna de las otras once. Una alianza de magros frutos.
A pesar de esos reveses, y cuando el proceso electoral de 2022 luce poco favorecedor para el panismo, que podr¨ªa perder al menos tres de sus actuales gubernaturas, Cort¨¦s ha dejado de manera temporal pero con total tranquilidad la presidencia del PAN, renuncia con la que supuestamente busca favorecer la equidad a la hora de disputar la renovaci¨®n de ese puesto, que ocurrir¨¢ en noviembre.
Cort¨¦s deja la presidencia del Comit¨¦ Ejecutivo Nacional y se va a hacer proselitismo porque da m¨¢s importancia a la fachada de esa elecci¨®n que al embate sin precedente del gobierno de L¨®pez Obrador contra su otrora jefe Ricardo Anaya, al que buscan meter en la c¨¢rcel, y cuando en el Congreso arranca una legislatura que dar¨¢ debates clave.
Marko anda en campa?a para dar p¨¢tina de democr¨¢ticos a comicios que tiene amarrados porque el PAN actual se gobierna con los padroneros, un pu?ado de operadores de militantes d¨²ctiles que garantizan los votos en la interna. Pactar con los padroneros de Veracruz, Estado de M¨¦xico, Nuevo Le¨®n, de Yucat¨¢n y de Ciudad de M¨¦xico te pone en el sitio de triunfador.
Por eso Rementeria (veracruzano) es coordinador de los senadores a pesar de lo flagrante de su conservadurismo. Y por eso tambi¨¦n, los esc¨¢ndalos que hay en torno a ¨¦l y de las dudas sobre si da para tal encargo, no fueron ¨®bice para que Marko nombrara a Jorge Romero, padronero de Ciudad de M¨¦xico, al frente de la nueva bancada de diputados panistas en San L¨¢zaro.
El amarre es de ida y vuelta. Marko ser¨¢ presidente porque tiene a los padroneros que pesan y estos podr¨¢n seguir repartiendo candidaturas y puestos porque la dirigencia no tiene ideas, sino compromisos.
De ah¨ª que el esc¨¢ndalo del fin de semana pasado en torno al fraude que cometieron dos panistas al hacerse pasar por ind¨ªgenas para acceder al Congreso mediante una candidatura de acci¨®n afirmativa, sea el resumen de la cultura de estos l¨ªderes: el candidato titular era Daniel Mart¨ªnez Terrazas, operador de Jorge Romero en Morelos; y el candidato suplente era Raymundo Bola?os, jur¨ªdico de Marko Cort¨¦s.
El remate de una chapuza tan corriente, pero que ten¨ªa la bendici¨®n de los padroneros, est¨¢ en que Terrazas es al mismo tiempo de la corriente que busca impedir los derechos de mujeres y el matrimonio igualitario: su fallida reelecci¨®n estaba destinada a ocupar de nuevo un espacio en la comisi¨®n de Diversidad Sexual, donde buscaba ser barrera ante la agenda progresista.
Porque los padroneros son pragm¨¢ticos en su m¨¦todo de hacerse y retener el poder, y en la conciencia de que enchuf¨¢ndose a agendas conservadoras garantizan apoyos de la clase empresarial que los usa para detener el avance de los derechos.
Ponerse de tapetes con Abascal y Vox es un resultado natural de quienes prefieren sus emolumentos y canonj¨ªas a la noci¨®n de que estaban llamados a ser un partido que diera a M¨¦xico un espacio alternativo, con agenda liberal, para los tiempos inmediatos.
Clase media hu¨¦rfana
A pesar de que su movimiento gan¨® 12 de las 15 gubernaturas en juego el 6 de junio, L¨®pez Obrador sinti¨® que el resultado implicaba una traici¨®n. Las derrotas en centros urbanos como la ciudad de M¨¦xico o parte del Estado de M¨¦xico, y no se diga en las elecciones de Jalisco y Nuevo Le¨®n, provocaron que se lanzara desde entonces en contra de la clase media, a la que ha llenado de injurias por su supuesta ambici¨®n individualista.
AMLO hizo c¨¢lculos y conf¨ªa en que puede ganar en el 2024 azuzando a su voto duro, provocando resentimientos y capturando, con programas sociales y piropos, una fidelidad que permita que no se repitan los descalabros en enclaves donde una clase media desenga?ada del presidente se volc¨® en las urnas para castigarle, mientras las clases populares tuvieron una jornada electoral de participaci¨®n m¨¢s bien normal.
Suicida como parezca a algunos, la t¨¢ctica de L¨®pez Obrador es clara y los denuestos a los clasemedieros en Palacio Nacional son cosa de cada semana. Frente a eso, la oposici¨®n parec¨ªa llamada a entender que habr¨¢ ciudadanos dispuestos a escuchar ofertas ahora que el tabasque?o ha decidido refugiarse en los n¨²cleos m¨¢s rurales, m¨¢s pobres y m¨¢s radicales. En otro momento, la opci¨®n l¨®gica para salir a la conquista de esos votos era el PAN.
As¨ª era hasta que ha resultado claro que Marko Cort¨¦s y los suyos prefieren a Vox y agendas similares a trazar una ruta que seduzca a mexicanas y mexicanos que desde hace tiempo asumen que cada cual es capaz de elegir lo que quiere para s¨ª, que rechazan agendas que pretenden, con el petate del muerto del comunismo, imponer trasnochadas visiones sobre el rol de las mujeres, la solidaridad con los migrantes y la libertad en el amor.
L¨®pez Obrador har¨¢ campa?a de aqu¨ª a la elecci¨®n presidencial, con citas intermedias para renovar gubernaturas nada triviales en 2022 y 2023, repicando una campana que diga que el PAN es clasista, racista, fascista, y que est¨¢ en contra no solo de las mujeres sino de los mexicanos. Y la foto de los senadores panistas junto a Abascal dar¨¢ fe de que la palabra de Andr¨¦s Manuel no es en vano.
Quienes m¨¢s han perdido esta semana son las mujeres, que desde 2018 saben que L¨®pez Obrador no quiere comprometerse con una agenda que ellas escriban en primera persona. Hoy resulta trivial discutir si, a pesar de decirse de izquierda, AMLO es tan conservador como el PAN lo ha sido siempre: lo de Vox en el Senado panista har¨¢ que el presidente se sacuda cualquier acusaci¨®n sin apenas dignarse a argumentar nada.
Las mujeres tampoco se har¨¢n ilusiones con respecto a los otros partidos de oposici¨®n: el PRD es marginal, Movimiento Ciudadano es una desconcertante inc¨®gnita, y el PRI fue la organizaci¨®n que, por a?os y con igual denuedo que rancios panistas, lanz¨® una contraofensiva en los congresos de los estados para prohibir en la Rep¨²blica la agenda de derechos y de no criminalizaci¨®n del aborto iniciada en la capital hace m¨¢s de una d¨¦cada.
Lo que resta entonces es que el PAN ser¨¢ m¨¢s sectario que nunca en los tiempos recientes. Porque tras conocerse el besamanos (AMLO dixit) de senadores panistas a Abascal, Marko Cort¨¦s no solo no ha maniobrado para destituir a Rementeria (es atribuci¨®n del jefe de partido nombrar y remover coordinadores parlamentarios), sino que guarda el silencio de los c¨®mplices, de los que han hipotecado, quiz¨¢ sin remedio, el futuro de Acci¨®n Nacional.
Marko Cort¨¦s no destituye a Rementeria porque no quiere y porque no le conviene. Porque sabe que habr¨¢ una parte de la poblaci¨®n a quien no le disgustar¨¢ la agenda suscrita con Abascal; pero sobre todo porque tiene claro que as¨ª se vuelvan marginales, un corrimiento del PAN hacia la ultraderecha seguir¨¢ dando a la nomenklatura financiamiento privado as¨ª como acercamientos con eventuales Bolsonaros, y puestos de elecci¨®n ¡ªcon el consiguiente presupuesto¡ª en algunos estados marcadamente conservadores y hasta en la legislatura federal.
Qu¨¦ opositor quiere el desgaste y los riesgos de construir un partido competitivo rumbo a 2024, que asuma la diversidad de los mexicanos, que provoque un debate vivo y la inquina de un presidente de la Rep¨²blica que ah¨ª s¨ª se sabr¨ªa retado, si para estos padroneros con solo administrar el changarro tienen garantizados jugosos dividendos. Que con su Vox se lo coman.
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