Competitividad, inversi¨®n y energ¨ªa
La propuesta de reforma a la industria el¨¦ctrica lanzada por el Gobierno representar¨ªa un retroceso para el pa¨ªs. Se generar¨ªa un monopolio en ¨¢reas en las que hoy no lo es y destruir¨ªa lo avanzado en generaci¨®n el¨¦ctrica
Cada vez m¨¢s aparatos ¡°inteligentes¡± necesitan semiconductores. Los microchips, como tambi¨¦n se les conoce, son un insumo clave para una amplia variedad de productos: autom¨®viles, tel¨¦fonos, computadoras, tabletas, l¨¢mparas, controles remotos, juegos de video, supercomputadoras... Encima, la pandemia increment¨® la demanda por dispositivos ¡ªparticularmente computadoras, tabletas y consolas de videojuegos¡ª con mayor sofisticaci¨®n. Seguramente es una tendencia que lleg¨® para quedarse y a este ritmo, la gama de artefactos que utilizan semiconductores ser¨¢ cada vez mayor.
La oferta, por el contrario, se ha mantenido relativamente constante. Las plantas de producci¨®n de microchips se encuentran ubicadas principalmente en Asia y operan a su m¨¢ximo potencial, pr¨¢cticamente las 24 horas de los siete d¨ªas de la semana. Incrementar la capacidad instalada est¨¢ tomando tiempo, dinero y esfuerzos. Ese desequilibrio entre la oferta y la demanda repercute, en el caso mexicano, en miles de autom¨®viles detenidos en las l¨ªneas de producci¨®n a la espera de los semiconductores necesarios.
El conflicto comercial entre Estados Unidos y China le abri¨® a M¨¦xico una ventana de oportunidad desde hace unos a?os. Al ser M¨¦xico y China competidores naturales en el tipo de bienes que producen, la naci¨®n americana podr¨ªa aprovechar esos espacios ¡ªese conflicto¡ª para sustituir al pa¨ªs asi¨¢tico en la proveedur¨ªa de una cantidad importante de bienes. Las oportunidades est¨¢n bien identificadas (como lo muestra este documento de Comexi) pero se necesitan acciones claras y dirigidas para aprovecharlas.
?Por qu¨¦ no le entra M¨¦xico a la producci¨®n de semiconductores? Las ventajas est¨¢n a la vista. En el corto y mediano plazo se necesitar¨¢n cada vez m¨¢s microchips y generarlos localmente ayudar¨ªa a satisfacer no solo la demanda interna sino la de nuestro principal socio comercial, que sin duda preferir¨ªa tener como proveedor a un aliado y vecino.
Pero ninguna ventana permanece abierta para siempre. Las oportunidades llegan y si no se aprovechan se evaporan porque alguien m¨¢s las toma.
Los semiconductores nos dan solo un ejemplo de actividades productivas en las que M¨¦xico podr¨ªa despegar aprovechando sus ventajas geogr¨¢ficas y comerciales, pero para hacerlo se necesita ser competitivo. En el ?ndice de Competitividad Internacional m¨¢s reciente del IMCO, M¨¦xico cay¨® dos posiciones, se encuentra en el lugar 37 de los 43 pa¨ªses evaluados. Por primera vez en la historia del indicador, M¨¦xico se ubica en el grupo de pa¨ªses con baja competitividad; ah¨ª nos acompa?an Brasil, Sud¨¢frica, Argentina, India y Guatemala. En otras palabras, estamos en un proceso de desperdiciar oportunidades.
Son muchas cosas las que hacen a un pa¨ªs competitivo. Hay temas econ¨®micos, sociales, medioambientales y por supuesto laborales que permiten a un pa¨ªs atraer y retener el talento y la inversi¨®n. M¨¦xico ha ido empeorando en algunos indicadores y en otros se mantiene estancado mientras otros pa¨ªses avanzan. Sin duda, el acceso a energ¨¦ticos de calidad es fundamental para atraer inversi¨®n y generar crecimiento y desarrollo. Hemos visto las diferencias dentro del pa¨ªs: mientras el norte crece, el sur no puede crecer al no tener acceso a este insumo clave para cualquier industria.
La propuesta de reforma a la industria el¨¦ctrica lanzada por el Gobierno la semana pasada representar¨ªa un retroceso para el pa¨ªs. Se generar¨ªa un monopolio en ¨¢reas en las que hoy no lo es y un monopsonio en otras, destruyendo lo avanzado en materia de generaci¨®n el¨¦ctrica. Forzar¨ªa a todos a comprarle energ¨ªa a una sola empresa ¡ªCFE¡ª y a muchos generadores privados a venderle ¨²nicamente a la misma. Tampoco se fortalecer¨ªa la empresa estatal, porque se le estar¨ªa forzando a operar en ¨¢reas en las que hoy es completamente ineficiente y en las que pierde miles de millones de pesos al a?o. La pel¨ªcula terminar¨¢ con un final que ya conocemos: una empresa estatal, monopolio y monopsonio legal, profundamente ineficiente con enormes p¨¦rdidas que ser¨ªan subsidiadas con recursos p¨²blicos y que encima de todo ser¨¢ enormemente da?ina para el medio ambiente.
Lo il¨®gico de todo esto es que es una situaci¨®n que podr¨ªa resolverse con mejores resultados para el pa¨ªs. Si hay fallas en el modelo actual del mercado el¨¦ctrico, hay que atenderlas. Si hay abusos, detenerlos. Si hace falta infraestructura, construirla. La propuesta de reforma no construye; destruye lo construido. En lugar de avanzar, retrocede.
Hoy esa planta de semiconductores de la que habl¨¦ al inicio de este texto no podr¨ªa construirse porque no tienen garantizado el acceso a energ¨ªa el¨¦ctrica de calidad a precios competitivos. As¨ª, no deber¨ªa de sorprendernos entonces que la inversi¨®n simplemente no despegue. La inversi¨®n fija bruta presentada ayer por el INEGI muestra un incremento de 2,1% mensual en julio, despu¨¦s de la ca¨ªda de 1,8% que se vio el mes anterior. La inversi¨®n a¨²n no recupera los valores que ten¨ªa previos a la pandemia, tampoco los que se ten¨ªan al inicio de esta administraci¨®n. La inversi¨®n fija se encuentra en niveles similares a los que se dieron en 2011.
Incluso en medio de la pandemia hay oportunidades para M¨¦xico, y tambi¨¦n hay una realidad muy terca. Nuestra econom¨ªa demanda decisiones correctas para acelerar la recuperaci¨®n, pero en vez de ello el Gobierno quiere que elijamos un modelo energ¨¦tico de mediados del siglo pasado. El futuro nos cobrar¨¢ caro si tomamos una ruta que desatiende la realidad de un mundo globalizado que demanda satisfactores producidos con energ¨ªas limpias y a precios competitivos.
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