Frontera norte migrante

Con el anuncio de la pr¨®xima cancelaci¨®n del pol¨¦mico T¨ªtulo 42, mucho se ha hablado del posible aumento en los flujos migratorios hacia Estados Unidos y las consecuencias que ello traer¨¢. Con el pretexto de la pandemia y con el aval de los Centros para la Prevenci¨®n y Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), desde hace dos a?os se ha llevado a cabo la deportaci¨®n expedita, a territorio mexicano, de m¨¢s de un mill¨®n y medio de migrantes, muchos de ellos centroamericanos, por ser considerados un riesgo para la salud p¨²blica de los estadounidenses.

Como lo narraron varios activistas y autoridades responsables del tema migratorio en la frontera con Estados Unidos hace un par de semanas durante el lanzamiento de los cap¨ªtulos estatales de la coalici¨®n Agenda Migrante, del lado mexicano se han formado numerosos campamentos de alta concentraci¨®n de personas y familias que han puesto en jaque la capacidad de las autoridades mexicanas, los albergues y la sociedad civil experta en materia migratoria, quienes han atendido en buena parte el fen¨®meno.

A pesar de los retos que se vienen, la cancelaci¨®n de esta pol¨ªtica es una buena noticia. Entre las consecuencias m¨¢s preocupantes de la implementaci¨®n del T¨ªtulo 42, se encuentra el maltrato que han sufrido muchos ni?os y ni?as, ya que en los ¨²ltimos a?os, los flujos migratorios han estado compuestos sobre todo por n¨²cleos familiares. Asimismo, las detenciones y retornos se han realizado sin un an¨¢lisis adecuado de los casos. Migrantes que califican a diversas formas de protecci¨®n y visas contempladas en la ley estadounidense, han sido regresados al peligro del que huyeron sin haber tenido la oportunidad de aplicar a estos alivios migratorios. Lo anterior se ha visto agravado por la falta de voluntad pol¨ªtica del vecino pa¨ªs del norte para realizar acciones conjuntas e integrales a favor de los migrantes con el gobierno, albergues y organizaciones del lado mexicano, lo que ha incrementado la magnitud del reto y dejado una carga injusta ante el abandono de todos estos migrantes en la frontera con M¨¦xico.

No debemos olvidar que, adem¨¢s de las deportaciones realizadas bajo el T¨ªtulo 42, se han concentrado en la frontera norte de nuestro pa¨ªs, bajo el programa Permanece en M¨¦xico o MPP, miles de solicitantes de refugio en Estados Unidos, ya que dicho programa contempla que las personas que quieren ingresar bajo esta figura humanitaria a ese pa¨ªs, deben esperar y seguir sus procesos del lado mexicano. Tambi¨¦n, en los mismos puntos fronterizos vemos diariamente cientos de deportaciones bajo el T¨ªtulo 8 y concentraciones importantes de migrantes hondure?os, cubanos, haitianos y recientemente ucranianos (aunque a estos ¨²ltimos se les trata distinto) que buscan ingresar a los Estados Unidos.

Uno de los efectos m¨¢s peligrosos, que seguramente se dar¨¢ con la cancelaci¨®n del T¨ªtulo 42, es el uso por parte de los criminales y las redes de traficantes de personas para enga?ar y animar a que personas en necesidad emprendan el camino, haci¨¦ndoles creer que esto facilitar¨¢ su ingreso a los Estados Unidos. Otro ser¨¢ el aumento de personas en movilidad del lado mexicano, pues las autoridades estadounidenses han subrayado que la eliminaci¨®n de este T¨ªtulo no significa que podr¨¢n ingresar o permanecer en su pa¨ªs. As¨ª que, seguramente, har¨¢n un mayor uso de procesos de deportaci¨®n expedita y del T¨ªtulo 8 que es el procedimiento est¨¢ndar de deportaci¨®n reconocido en la ley migratoria para seguir retornando a parte de los 18 mil migrantes que se calcula llegar¨¢n diariamente a la frontera tras la cancelaci¨®n de la medida.

Los Republicanos reclamaron al gobierno dem¨®crata el fin del T¨ªtulo 42, mientras que el Gobernador de Texas incluso amag¨® con llevar a los migrantes en autobuses al Capitolio, en Washington, para que Biden los pueda atender. Se anunci¨® tambi¨¦n un incremento en recursos y medidas de contenci¨®n en la frontera con nuestro pa¨ªs. Sin embargo, hasta el momento, no hay ninguna propuesta de una pol¨ªtica integral y corresponsable con M¨¦xico, que es lo que realmente urge.