M¨¦xico: un equipo con poco presente y menos futuro
El entrenador Gerardo ¡®El Tata¡¯ Martino decidi¨® prescindir de los j¨®venes y convoc¨® a un plantel veterano y m¨¢s bien obsoleto
No, no jugamos como nunca y perdimos como siempre (tal es el chiste que acompa?a, como una sombra y desde hace tantos a?os que parecen ya una eternidad, a la selecci¨®n mexicana de futbol). Perdimos y adem¨¢s jugamos mal. M¨¦xico sum¨®, con la derrota 2-0 ante Argentina, cuatro partidos mundialistas sin anotar gol. Tres de ellos han sido ca¨ªdas (ante Suecia y Brasil, en Rusia 2018, y la de Argentina de este s¨¢bado en Qatar) y el otro un empate tibio, en el que estuvimos m¨¢s cerca de ser vencidos que otra cosa, ante Polonia, que estuvo a un tiro penal errado de Lewandowski de salirse con los tres puntos. No damos una. O damos, s¨ª, pero solo pena.
Esta selecci¨®n parece estarse quedando sin presente y tampoco es que se le vea demasiado futuro. Esa quiz¨¢ sea la peor herencia que dejar¨¢ este malhadado mundial. El entrenador Gerardo El Tata Martino decidi¨® prescindir de los j¨®venes y convoc¨® a un plantel veterano y m¨¢s bien obsoleto, el segundo m¨¢s a?oso de entre todos los participantes del torneo. No podr¨¢ construirse nada sobre ¨¦l de cara al porvenir. En los pr¨®ximos meses y a?os tendr¨¢n que salir del equipo los perpetuos Guardado, Moreno, Herrera, Jim¨¦nez, y quiz¨¢ hasta Ochoa, por la simple raz¨®n de que llevan demasiado tiempo enfundados en una camiseta a la que no han llevado a ninguna parte y ya no est¨¢n a la altura de las necesidades m¨ªnimas de un seleccionado nacional.
Pero el problema es que en la selecci¨®n de Martino tampoco se cuenta con promesas que tomen naturalmente sus puestos y a las que se haya preparado deliberadamente para eso. El Tata se dej¨® en casita a Santiago Gim¨¦nez, Diego L¨¢inez o Carlos Acevedo, por mencionar solamente a tres que llegaron a formar parte del proceso premundialista y que, al menos, no tienen cuatro o cinco mundiales a las espaldas. En el equipo del entrenador argentino no existe ning¨²n equivalente mexicano a los Pedri y Gavi de Espa?a, al Juli¨¢n ?lvarez de Argentina, al Vini Jr brasile?o. Y no solo por la calidad (que no es poco motivo para jalarse los pelos) sino, en especial, por la edad. En casi todas las selecciones est¨¢n convocados y en acci¨®n chicos muy j¨®venes que se est¨¢n curtiendo en Qatar para ser las estrellas de sus pa¨ªses en el corto plazo o que lo son ya. Somos, ah¨ª, una mala excepci¨®n a la generalidad. Privamos de la experiencia de la mayor competencia de este deporte a quienes, en un par de a?os, tendr¨¢n que estar a cargo de nuestra suerte en el campo de juego.
El M¨¦xico de Martino a¨²n tiene vida matem¨¢tica en la copa del mundo. Si derrota (con muchos goles de por medio, esos que tant¨ªsimo le cuesta anotar) a Arabia Saudita y se combina un resultado favorable en el Argentina-Polonia, podr¨ªa darse una carambola que nos mande a nuestros acostumbrados octavos de final. Ah¨ª nos ver¨ªamos las caras ante una Francia que parece haber recuperado galones y brillo y que muy probablemente nos pasar¨ªa por encima. Pero ese, con todo y sus ribetes siniestros, es el mejor de los escenarios. El m¨¢s probable es que no seamos capaces de clasificarnos y el peor es que ni siquiera consigamos marcar un gol.
Resulta muy complicado ser optimista. M¨¦xico la tiene muy dif¨ªcil para clasificarse en su grupo. Pero, sin duda, la tiene mucho m¨¢s dif¨ªcil porque, salvo milagro ante Arabia y quiz¨¢ ni siquiera as¨ª, el Tata Martino se ir¨¢ sin dejar otra cosa que tierra quemada y quien quiera que ocupe su lugar tendr¨¢ que comenzar la renovaci¨®n y reconstrucci¨®n a marchas forzadas y desde cero.
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