La desaparici¨®n del antrop¨®logo forense Juan Carlos Tercero: sin pistas, avances ni informaci¨®n
La ausencia del experto en criminal¨ªstica subacu¨¢tica desvela que en M¨¦xico no hay nadie a salvo, ni los familiares que buscan a sus desaparecidos, ni los funcionarios p¨²blicos que se encargan de eso
Han pasado 100 d¨ªas de la desaparici¨®n de Juan Carlos Tercero Aley. No pierda el ¨¢nimo de seguir en esta columna despu¨¦s de leer ese primer enunciado. Ya s¨¦ que los medios mexicanos estamos plagados de ausentes, pero si a cada uno de los que nos faltan le ponemos nombre, apellido, una cara, cada familia que busca esperar¨ªa que su desaparecido estuviera en la portada de los diarios de circulaci¨®n nacional e internacional hasta que regresara. Juan Carlos es un desaparecido distinto, M¨¦xico ya tiene tantos que, aunque todos son igual de importantes, hay algunos que tienen historias inveros¨ªmiles, Juan Carlos es uno de ellos.
Tercero Aley se dedic¨® los ¨²ltimos 35 a?os de su vida a buscar a desaparecidos. Desde el 10 de abril nadie sabe nada de ¨¦l. Juan Carlos es un antrop¨®logo forense, de 59 a?os, especializado en criminal¨ªstica subacu¨¢tica, buscaba personas bajo el agua, se sumerg¨ªa para encontrar pistas, datos, esperanza. Pionero en esa materia, imparti¨® cursos, conferencias e impuls¨® un proyecto de capacitaci¨®n a gobiernos, para ense?arles a buscar pistas bajo el agua y evitar su degradaci¨®n. Capacit¨® al Colegio de Antrop¨®logos de Per¨², m¨¢s recientemente a la Fiscal¨ªa de Quintana Roo y estaba por incorporarse a la Comisi¨®n Estatal de B¨²squeda de Personas Desaparecidas de Nayarit, sin embargo, el d¨ªa que firmaba su contrato para convertirse formalmente en servidor p¨²blico¡ desapareci¨®.
Oficialmente, se considera desaparecido el 6 de abril porque fue el ¨²ltimo contacto que se tuvo con ¨¦l, pero sus allegados creyeron que podr¨ªa haber estado simplemente ocupado porque esos d¨ªas estaba realizando b¨²squeda en campo en Tepic; luego se atraves¨® el fin de semana y hasta el lunes se encendieron las alarmas, recuerda Marisol Madero, directora de la Red Nacional de Prevenci¨®n y tambi¨¦n compa?era de trabajo de Juan Carlos. Si bien el antrop¨®logo forense trabajaba siempre en casos delicados, nadie a su alrededor supo de algo que comprometiera su seguridad o que estuviera preocupado por algo, ni que hubiera recibido alguna amenaza por el tipo de trabajo que realizaba.
Tras la desaparici¨®n, su hermana interpuso la denuncia, se public¨® la ficha de b¨²squeda y todo el gremio se ha dedicado desde entonces a exigir su localizaci¨®n: familiares, amigos, alumnos; en M¨¦xico, Per¨², Argentina, tambi¨¦n varios organismos internacionales de antropolog¨ªa. Incluso la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas (ONU) a trav¨¦s de su Comit¨¦ contra la Desaparici¨®n Forzada lanz¨® un llamado a M¨¦xico para localizar a Juan Carlos Tercero y orden¨® que la b¨²squeda se apegue a los principios internacionales. Pero ni siquiera llegar hasta esta instancia ha sacado del letargo a la legendaria burocracia mexicana, que a la fecha ni siquiera ha entregado a la familia una copia de la carpeta de investigaci¨®n con folio TEP/076/2023.
Y me quiero detener en esto ¨²ltimo, la Fiscal¨ªa de Nayarit ha hecho hasta lo imposible para que la familia no cuente con una copia de la carpeta de investigaci¨®n, a pesar de que es un derecho b¨¢sico de los familiares.
Designada como vocera formal del caso ante los medios para preservar la seguridad de la familia, la maestra Marisol Madero subray¨® que resulta revictimizante que la Fiscal¨ªa estatal no les haya entregado hasta la fecha la carpeta de investigaci¨®n, que solo un familiar (su hermana) haya podido verla -solo por unas horas- as¨ª como los motivos por los que se la han negado a Mar¨ªa Antonieta Casta?eda, pareja del maestro Tercero, la raz¨®n: ¡°ella no es formalmente su esposa¡±.
¡°No ha habido absolutamente ning¨²n cambio, se esperaba que con esta petici¨®n y este llamado por parte de la ONU el caso cobrara relevancia y fuera jalado a nivel federal, sin embargo, no fue as¨ª, no se tuvo ¨¦xito en ese sentido. Para que se pueda atraer a nivel federal el caso, la fiscal¨ªa de Nayarit tendr¨ªa que acreditarse como incompetente y hasta el momento no lo han querido hacer. Entonces el caso no ha podido ser atra¨ªdo por la Federaci¨®n, justamente porque Nayarit no se ha desistido de seguir con el caso. Y realmente, pues, hasta el momento no ha cobrado relevancia el hecho de que la ONU se hubiera manifestado al respecto¡±, lament¨® Marisol Madero. Y lo lamenta porque la incompetencia de la fiscal¨ªa local ha quedado en evidencia despu¨¦s de tres meses y medio, sin una sola pista, ninguna informaci¨®n relevante del caso.
Solicitamos su versi¨®n a la Comisi¨®n Estatal de B¨²squeda, pero no obtuvimos respuesta. Quien s¨ª atendi¨® nuestra solicitud fue la Fiscal¨ªa estatal, a trav¨¦s de su Fiscal¨ªa Especializada en Investigaci¨®n de Personas Desaparecidas. La Fiscal Yayori Villasana dijo que, a casi cuatro meses de la desaparici¨®n de Juan Carlos Tercero, no tienen un solo indicio de su paradero.
Marisol Madero nos describe lo inveros¨ªmil: ¡°Sabemos que en M¨¦xico la urgencia de localizar a las personas que est¨¢n en calidad de desaparecidas es exactamente para todas las v¨ªctimas; sin embargo, esto se vuelve ir¨®nico porque para Juan Carlos era su trabajo, este justamente era su trabajo, colaboraba para las instituciones que est¨¢n hechas para encontrar a los desaparecidos y ?qu¨¦ mensaje se le est¨¢ mandando a la sociedad? Si justamente a una persona que se dedicaba a esto, que elaboraba y colaboraba con estas instituciones, se le est¨¢ dando este trato a sus v¨ªctimas, ?qu¨¦ le puede esperar a la sociedad que en muchas ocasiones ni siquiera tienen conocimiento de cu¨¢les son sus derechos? Eso es un mensaje muy fuerte¡±.
La experta en Criminolog¨ªa Educativa subray¨® que, si bien, el trato que han recibido de la Comisi¨®n de B¨²squeda de Nayarit ha sido humano y emp¨¢tico, tampoco ha podido dar una respuesta efectiva a este caso porque depende de los insumos que la Fiscal¨ªa les provea.
Nadie est¨¢ a salvo en M¨¦xico, ni los familiares que buscan a sus desaparecidos, ni los funcionarios p¨²blicos que se encargan de eso. La tragedia no acaba ah¨ª, el desaparecido se ha convertido en el primer escal¨®n hacia abajo, hacia la puerta de una Fiscal¨ªa que hace todo para NO encontrarlos.
Al cierre de la edici¨®n de esta columna, la Fiscal¨ªa estatal prometi¨® entregar la carpeta hoy mismo, el d¨ªa que se publica esta columna, m¨¢s de 100 d¨ªas despu¨¦s, hoy nadie les cree.
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