X¨®chitl y los usos de la derrota
Da la impresi¨®n de que a Marcelo Ebrard no le pas¨® por la cabeza que pod¨ªa ser vencido en la lucha por la candidatura presidencial de Morena o que, si lleg¨® a pensarlo, prefiri¨® ignorarlo

Al observar el callej¨®n sin salida al que se est¨¢ metiendo Marcelo Ebrard da la impresi¨®n de que en ning¨²n momento le pas¨® por la cabeza que pod¨ªa ser vencido en la lucha por la candidatura presidencial de Morena o que, si lleg¨® a pensarlo, prefiri¨® ignorarlo. Salvo que tenga bajo la manga alg¨²n as que nadie vimos, todo indica que nunca prepar¨® un plan B. Algo sorprendente considerando la larga experiencia del excanciller. La indignaci¨®n frente a su derrota parec¨ªa la puesta en escena estrat¨¦gica para dar paso a una opci¨®n preparada de antemano; quiz¨¢ una candidatura independiente o el abanderamiento de Movimiento Ciudadano. Pero la primera alternativa ya caduc¨® y la segunda se est¨¢ cerrando por iniciativa de los dos alfiles de MC, Enrique Alfaro y Samuel Garc¨ªa, nada entusiasmados por la posibilidad de que la corriente ebradista se quede con el juguete. Hoy sus opciones parecer¨ªan reducidas a un exilio interno dentro del obradorismo, que le har¨ªa el vac¨ªo sin expulsarlo o, de plano, peregrinar desde abajo para formar en solitario un nuevo partido. Lo que est¨¢ claro es que no prepar¨® una salida exitosa frente al inminente resultado.
?A qu¨¦ me refiero? Por un lado, a la ya mencionada candidatura de MC, que al parecer nunca fue negociada. Por otro, a la inversi¨®n al mediano plazo: el segundo lugar en la encuesta ten¨ªa asegurada la coordinaci¨®n del senado el pr¨®ximo sexenio. Si la relaci¨®n entre corcholatas hubiese sido menos hostil, Ebrard podr¨ªa haberse mostrado como un aliado natural de Claudia Sheinbaum para apoyar su gobierno desde el poder legislativo, pero con amplios m¨¢rgenes de autonom¨ªa. Sheinbaum necesitar¨¢ una fina operaci¨®n pol¨ªtica en las c¨¢maras, algo que Ebrard podr¨ªa haber gestionado. Si Ricardo Monreal con menos habilidades y frente a un presidente tan dominante tuvo un destacado protagonismo estos seis a?os, Ebrard pudo haberse convertido en un poder paralelo, ¨²til y necesario, sin necesidad de confrontar al ejecutivo. Desde esa posici¨®n podr¨ªa haber preparado una candidatura atractiva para 2030, asumiendo que para entonces los aires dominantes en el pa¨ªs soplar¨ªan ya hacia el centro. Sin embargo, estas opciones fueron dinamitadas por su obstinaci¨®n en vencer a Sheinbaum a cualquier costo. Ahora mismo no se entiende del todo la pretensi¨®n de desbarrancar el proceso interno buscando una supuesta reposici¨®n de la encuesta, que todo mundo sabe que volver¨ªa a perder.
Lo anterior tendr¨ªa que ser tambi¨¦n una lecci¨®n para X¨®chitl G¨¢lvez. Cuando se le preguntaba a Ebrard qu¨¦ har¨ªa si perd¨ªa la elecci¨®n interna ¨¦l respond¨ªa, con mucha raz¨®n, que eso no suceder¨ªa porque iba a ganar la encuesta. Decirlo, era l¨®gico; cre¨¦rselo, no tanto. X¨®chitl G¨¢lvez y el Frente Amplio asegurar¨¢n durante los pr¨®ximos ocho meses, con una convicci¨®n indeclinable, que sacar¨¢n del poder a la 4T. Pero m¨¢s all¨¢ del intenso deseo que abriga un tercio de la poblaci¨®n y buena parte de los c¨ªrculos medi¨¢ticos, los n¨²meros simplemente no dan para que eso suceda.
Los niveles de aprobaci¨®n de L¨®pez Obrador por lo visto no van a cambiar, y dif¨ªcilmente lo har¨¢ la intenci¨®n de voto que, durante los ¨²ltimos dos a?os coloca a Morena y a sus aliados muy cerca del 50% de la votaci¨®n. La presencia de un tercer candidato, el de Movimiento Ciudadano, rasura las expectativas de la oposici¨®n para quedarse con la otra mitad. La ventaja de Claudia en los sondeos desde hace meses est¨¢ instalada en 20 puntos de ventaja sobre los aspirantes del PAN y del PRI y aunque descendi¨® en la emergencia inicial del fen¨®meno de X¨®chitl, tras la espuma se ha estabilizado en 15 a 18 puntos. Y m¨¢s significativo es que el balance entre positivos y negativos en la percepci¨®n de ambas es mucho m¨¢s favorable para Claudia, un indicador de lo que una y otra podr¨ªan crecer.
En suma, no es imposible cambiar esas inercias, pero son m¨¢rgenes que escapan al efecto de una campa?a supuestamente exitosa, sea blanca, sucia o una mezcla de ambas. Durante cinco a?os en t¨¦rminos medi¨¢ticos se ha intentado todo en contra de la imagen de L¨®pez Obrador y los esfuerzos para ¡°desenmascarar la manipulaci¨®n de la que han sido objeto las mayor¨ªas¡± han fracasado. Dif¨ªcilmente un esc¨¢ndalo vendr¨¢ al rescate m¨¢gico de la oposici¨®n, toda vez que la popularidad del obradorismo ya resisti¨® varios de ellos. Y quiz¨¢ m¨¢s importante a¨²n, la econom¨ªa est¨¢ creciendo m¨¢s de lo esperado; una tasa por encima de 3% para este a?o (Estados Unidos 1,8 y Europa 0,8) y una sensaci¨®n de mejor¨ªa generar¨¢ un ambiente propicio para la continuidad.
Y eso por no hablar de las dificultades para montar una estrategia atractiva por parte de una alianza ideol¨®gicamente tan variopinta como el Frente Amplio o construir una imagen s¨®lida para efectos de la gobernabilidad de parte de una candidata cuya virtud es el desparpajo de cara a la tribuna. La prudencia de la que est¨¢ haciendo gala Claudia Sheinbaum en sus encuentros con los sectores empresariales, llevar¨ªa a muchos inversionistas a asumir que la apuesta por la estabilidad podr¨ªa pasar, parad¨®jicamente, por una segunda versi¨®n de la 4T desprovista ya de su car¨¢cter verbal beligerante. O dicho de otro modo, ?qu¨¦ garant¨ªas habr¨ªa de que un triunfo inesperado de la oposici¨®n no genere inestabilidad producto de las movilizaciones de mayor¨ªas inconformes?
As¨ª pues, para la oposici¨®n el escenario esperable en la elecci¨®n presidencial es la derrota. El tema para el Frente Amplio es c¨®mo aprovechar la candidatura de X¨®chitl para hacer avanzar los otros objetivos: alguna gubernatura y, sobre todo, la composici¨®n de las c¨¢maras, desde donde la oposici¨®n puede matizar los l¨ªmites y alcances del futuro gobierno. De entrada, extraer a X¨®chitl de la competencia por la Ciudad de M¨¦xico constituy¨® un enorme sacrificio porque era la candidata m¨¢s viable. Una jugada con la cual podr¨ªan haber perdido la capital. Siendo as¨ª tendr¨ªan que intentar sacar lo m¨¢s posible de la candidatura de la hidalguense. Pero como los recursos medi¨¢ticos, pol¨ªticos y econ¨®micos de una campa?a nacional son limitados, tendr¨¢n que dise?ar muy bien la estrategia para optimizar los otros objetivos que s¨ª se pueden alcanzar. Es decir, determinar correctamente en qu¨¦ ocasiones X¨®chitl es un ancla que ayuda a otras candidaturas y en qu¨¦ otras distrae recursos o da?a la imagen de un senador potencialmente exitoso.
Eso en lo que respecta al Frente Amplio. Otra cosa ser¨¢ para X¨®chitl. Las elecciones presidenciales no son un podio ol¨ªmpico. El segundo lugar no se lleva medalla de plata, con frecuencia se convierte en una figura inc¨®moda para sus propios partidos, una vez pasada la contienda. All¨ª est¨¢n los casos de Josefina V¨¢zquez Mota, Labastida Ochoa y en cierta forma Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas. Espero que X¨®chitl ya haya pensado su plan B y no termine habiendo sido sacrificada y desechada.
@jorgezepedap
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