Asesinatos, desaires y abucheos: as¨ª vamos en el arranque de la campa?a
M¨¢s que apuntar goles del oficialismo o la oposici¨®n, hay temas y sucesos que marcan los comicios, no necesariamente para bien
Agotada la sexta parte de la campa?a, c¨®mo va la elecci¨®n para renovar poder Ejecutivo, Congreso de la Uni¨®n y nueve gubernaturas¡ M¨¢s que apuntar goles del oficialismo o la oposici¨®n, hay temas y sucesos que marcan los comicios, no necesariamente para bien.
De ejecuciones y pesimismo
Amanecimos hoy con otro candidato asesinado. De viernes para s¨¢bado mataron al alcalde de Pihuamo, Jalisco, quien aspiraba a repetir en el cargo. Es solo uno m¨¢s de la temporada, uno m¨¢s incluso de esta semana. Las balas sobre los votos, es la t¨®nica municipal.
Lo electoral como crisol del problema m¨¢s acuciante hoy en M¨¦xico. Independientemente de cifras con las que el Gobierno de AMLO defiende que los homicidios van a la baja, cada candidato asesinado es contundente ment¨ªs: se mata con facilidad y, sobre todo, sin temor.
Se mata para impedir que alguien ejerza derechos, para cancelar a otros, una opci¨®n que no es la deseada por grandes criminales. No son pleitos de pueblo, son la manifestaci¨®n de la fuerza de caciques descarados y con c¨®mplices (autoridades venales hasta para condenar, ya no digamos atajar, la violencia).
El panorama es descrito por la oposici¨®n como una muestra de la incapacidad de L¨®pez Obrador, y defendido por la candidata de este como hechos muy ajenos a pintar una situaci¨®n pesimista o que se agrava.
?A qui¨¦n creer¨¢ la poblaci¨®n, a quien se dice alarmada y denuncia la sangre derramada, o a quien ecu¨¢nime dice que todo va a estar bien?
Con la milicia, ?s¨ª o no?
El comandante supremo de las Fuerzas Armadas hizo en este sexenio de la Marina, y sobre todo del Ej¨¦rcito, la columna vertebral de su Gobierno, y no solo, por supuesto, en el tema del combate a la inseguridad.
En un sistema democr¨¢tico es obligado mantener siempre bajo supervisi¨®n las labores de la Secretar¨ªa de la Defensa Nacional y la de Marina. Si eso es en tiempos comunes, qu¨¦ decir de un sexenio en donde se les han encargado tantas y tan enormes encomiendas.
Que la oposici¨®n critique el desempe?o de esas secretar¨ªas, como ha hecho X¨®chitl G¨¢lvez con la Marina, no deber¨ªa sorprender, ni escandalizar. Que al respecto sea Claudia Sheinbaum, de izquierda, la que diga que se les falta al respeto a los marinos, s¨ª sorprende.
Mal el secretario de Marina al responder a la oposici¨®n por las cr¨ªticas de esta a su desempe?o. No es su papel, pero dado que su jefe lo permite (?o alienta?), la pol¨ªtica entra en una zona gris: ?el oficialismo de hoy dice que no se puede criticar/vigilar a las Fuerzas Armadas?
X¨®chitl quiz¨¢ no sea estrat¨¦gica (critica a quien menos favorecido ha estado en este sexenio), pero tiene legitimidad para comentar el desempe?o, en tareas originalmente civiles, o no de la milicia. Y si no, que de una vez diga Claudia qu¨¦ tipo de fiscalizaci¨®n propone para las FFAA, si alguna.
Abusheos
Hablando de Sheinbaum. Cero y van dos abucheos que se lleva en foros de empresarios. Las rechiflas son un reclamo que la candidata de Morena parece dispuesta a pagar, empe?ada como est¨¢ en cuidar su ventaja en las encuestas con puros eventos unidireccionales.
Invitada a c¨®nclaves de Citibanamex y de la industria de la construcci¨®n, la morenista privilegi¨® sus giras por la Rep¨²blica. Ante el desaire, asistentes a esos eventos mercantiles le brindaron sonora silbatina. Qu¨¦ nos dice lo ocurrido de cada una de las partes.
La exjefa de gobierno cree que su ventaja le da para desde?ar a personajes que o da por perdidos en cuanto a votos particulares, o cree que estar¨¢n obligados, de cualquier forma, solos o en bola, a cuadr¨¢rsele cuando ella sea presidenta.
No le importa, de paso, enviar una se?al generalizada de que ser¨¢ refractaria ante, o poco accesible para, quienes manejan la econom¨ªa privada. Tampoco le genera problema galvanizar la idea de que no dialoga ni est¨¢ abierta a preguntas en espacios abiertos.
Los empresarios, por su parte, no se cortan para reflejar su animadversi¨®n a quien los desde?a, a quien cuando mucho les quiere enviar un mensaje en video (unidireccional como pocas cosas) o, si acaso, un representante que rechazan porque con emisarios de esos ya se quemaron en 2018 con L¨®pez Obrador, y hoy a cualquier embajador de Claudia, como con el jocoque, le soplan y no le creen.
No pega su chicle
Y a pesar de todo lo anterior, X¨®chitl G¨¢lvez no parece capitalizar las inasistencias de Sheinbaum a los foros de empresarios, el diferendo de ¨¦sta con la Iglesia cuando firma de manera condicionada el compromiso para la paz, el caos de Guerrero, la crisis de salud, etc.
G¨¢lvez tiene temas todos los d¨ªas para adue?arse de la agenda y mostrar, por ejemplo, que el presidente que tanto medr¨® pol¨ªticamente con la causa de los 43 de Ayotzinapa tiene, a manos de una gobernadora que ¨¦l impuso en Guerrero, a otro normalista asesinado por la polic¨ªa estatal.
X¨®chitl no encuentra tono ni mensaje para llenar el vac¨ªo dejado por Claudia en los eventos, universitarios o de c¨¢maras o intereses mercantiles.
La exjefa de la Miguel Hidalgo es todo ganas, pero el rendimiento de su empe?o est¨¢ lejos de provocar que la campa?a presidencial se trate de ella, o de los defectos, fallas o equ¨ªvocos, incluido el lapsus del d¨ªa uno al minuto uno, de la exjefa de gobierno capitalino.
Ganar una campa?a depende no solo de hacerlo bien, de echarle ganas, sino y sobre todo de inocular en el electorado la emoci¨®n de que contigo le ir¨ªa mejor, de que los fallos, autosuficiencia o ret¨®rica de la adversaria m¨¢s que mermar la imagen de la contraparte, vigorizan la tuya.
Pasajera VIP
El viejo PRI sab¨ªa que una elecci¨®n de Estado se hac¨ªa, m¨¢s all¨¢ de tumbando el sistema cuando el conteo no te beneficiaba, con peque?os y reiterados mensajes de que solo hab¨ªa una opci¨®n v¨¢lida y ¨®ptima, y si para ello se abusaba del Estado, pues sea.
Sheinbaum viaja en el Tren Maya y recibe la atenci¨®n de los operadores del mismo para que visite la m¨¢quina que arrastra los vagones. Detalles que son mucho m¨¢s que detalles si la obra la administra el Ej¨¦rcito y eres la candidata oficial.
Ser¨ªa muy dif¨ªcil esperar que los controladores del Maya se muestren tan sol¨ªcitos a la hora de abrirle a la candidata oposici¨®n el espacio del maquinista, como lo hicieron con la del oficialismo esta semana. As¨ª se apuntalan im¨¢genes que tarde o temprano se capitalizan en las urnas.
Lo que en comicios no es parejo, es elecci¨®n de Estado.
Es su Cuevas, ustedes se la bancan
Jorge ?lvarez M¨¢ynez sigue sin meter gol y, en cambio, tiene que lidiar con los autogoles de gente que ¨¦l adopt¨® y bendijo.
Ya tenemos el primer episodio escandaloso de Sandra Cuevas, la exjefa de la Cuauht¨¦moc tuvo un altercado, ella y su equipo que es lo mismo, con una vecina a la que maltrataron verbalmente.
El candidato de Movimiento Ciudadano recorre universidades sin parar pero no prende. ?l reclama falta de equidad de parte de los medios ¡ªsiempre los periodistas somos los culpables, siempre¡ª, pero sigue lejos de construir un perfil competitivo o siquiera interesante.
Parece m¨¢s enfocado en defender la marihuana o el derecho a la diversi¨®n. Cada qui¨¦n.
Pas¨® la sexta parte del tiempo electoral y lejos de lograr tracci¨®n pagar¨¢ los costos de ¡°aliados¡± como Cuevas. Pero ¨¦l la festej¨® cuando se puso los colores naranjas, ahora, como dicen en Argentina, se la banca. A ver si juntos no terminan de quebrar el registro de MC.
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