Taboada no sabe jugar futbol americano
El primer debate por la jefatura de Gobierno de Ciudad de M¨¦xico fue desperdiciado por el candidato del PAN, PRI y PRD, que no pudo capitalizar el mal planteamiento de Brugada
El primer debate por la jefatura de Gobierno de Ciudad de M¨¦xico fue desperdiciado por Santiago Taboada, candidato del PAN, PRI y PRD, que no pudo capitalizar el mal planteamiento de Clara Brugada, su principal contrincante y quien m¨¢s se jugaba este domingo.
Taboada tuvo a modo el formato del encuentro de este domingo. En no pocas rondas le toc¨® a ¨¦l cerrar. Y ni as¨ª pudo pegar algo parecido a un KO a Brugada, candidata morenista con una err¨¢tica estrategia: por su desempe?o, no parec¨ªa ni puntera ni incumbente.
Desde el principio, Clara Brugada pareci¨® estar a la defensiva. Fue ella la que de arranque se puso a hablar de Santiago Taboada, sin duda en un intento por descalificar ex ante sus ataques, pero d¨¢ndole una importancia no propia de alguien que se asume con ventaja.
Sin duda, Brugada ten¨ªa un rol complejo, obligada como est¨¢ a defender al actual Gobierno capitalino, y la variopinta herencia de varias administraciones ¡ªincluidas, por supuesto, la de L¨®pez Obrador 2000-2005 y la de la hoy presidencial Claudia Sheinbaum (2018-2023)¡ª.
Lejos de ser una pregonera, de que la capital estar¨¢ a¨²n mejor, de que es tiempo de esperanza y no de escenarios sombr¨ªos, Brugada picaba pr¨¢cticamente todas las carnadas que le pon¨ªa Taboada, urgido este s¨ª de debilitar las posibilidades de la exalcaldesa de Iztapalapa.
El lenguaje no verbal de la morenista delataba que se sent¨ªa inc¨®moda; acaso eso cambi¨® hacia el final del intercambio, cuando fue contundente contra el panista, quien no se inmut¨® con las acusaciones, previsibles, de corrupci¨®n en el llamado Cartel Inmobiliario.
Y a pesar de todo lo anterior, a Taboada no le alcanz¨® para abollar la candidatura de Brugada. El mayor desperdicio fue el no haber aprovechado que su contrincante, en los dos segmentos de tiempo abierto, se qued¨® pronto y sin ¨¦xito, sin tiempo.
El formato del debate chilango, acartonado y en el que los moderadores no pesaron, s¨ª posibilitaba un intercambio directo.
Dos veces los tres candidatos ¡ªSalom¨®n Chertorivsky de Movimiento Ciudadano tambi¨¦n desperdici¨® este encuentro¡ª tuvieron bloques de seis minutos para usar a discreci¨®n, para administrar de forma que pudieran plantear propuestas, hacer preguntas o lanzar ataques.
Taboada nunca advirti¨® que Brugada se entregaba una y otra vez en ese formato. La morenista fue demasiadas veces reactiva a lo que el panista hac¨ªa. Mas este, teni¨¦ndola a modo, nunca la llev¨® a las cuerdas, nunca us¨® su tiempo como se suele utilizar en el americano.
Taboada dej¨® ir varias veces a Brugada en esos segmentos. No la cuestion¨® puntualmente, no la emplaz¨® a contestar cosas espec¨ªficas, no la hizo trastabillar ni enredarse.
El de la Benito Ju¨¢rez tuvo varias veces tiempo de sobra para hilar ataques puntuales, para sembrar dudas sobre el pasado de la de Iztapalapa o su futuro como eventual gobernante capitalina.
En vez de ir avanzando como si de diez yardas en diez yardas se tratara, lanzaba una retah¨ªla de descalificaciones que, si bien forzaron sendas contestaciones de Brugada, no supusieron que Taboada llegara a derribarla. Nunca lleg¨® a zona de anotaci¨®n. Al final, ella se recompon¨ªa.
Si las cr¨®nicas rese?an intercambio de ataques, dicen la verdad. El balance, empero, es positivo para quien m¨¢s ten¨ªa que perder, y Clara no tuvo nada cercano a una humillante derrota. Habr¨¢ otros encuentros, pero Brugada podr¨ªa corregir para entonces.
Chertorivsky, finalmente, asumi¨® un rol no protag¨®nico que flaco favor le hace a sus leg¨ªtimas aspiraciones. En ese excepcional piso parejo que es el debate, se asumi¨® colero, y en eso qued¨®, en espectador con palomitas. Why, Salo, why.
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