Alucinaciones
Fue un absoluto desprop¨®sito simular un triunfo ante derrota aplastante argumentando inferencias y corazonadas
Es poco probable que el Ej¨¦rcito Mexicano tome ahora las iglesias de culto cat¨®lico, asalte la Villa de Guadalupe e instale una sinagoga donde a¨²n se alza la Catedral Metropolitana de la Ciudad de M¨¦xico. Fue un absoluto desprop¨®sito simular un triunfo ante derrota aplastante argumentando inferencias y corazonadas, tanto como ilusorio suponer que un triunfo hist¨®rico para el g¨¦nero femenino remedie todos los males y evite el torz¨®n.
La desgracia es mucho m¨¢s sutil. Se ir¨¢ tragando conforme pase lentamente el tiempo de lo que llaman transici¨®n, procurando mitigar m¨¢s de lo mismo. Las secuelas de los pasados a?os, los desastres simulados y las mentiras descabelladas siguen pendientes y parece que a¨²n supuran. La euforia no necesariamente procura el olvido y muchas llagas abiertas no son heridas superadas; de poco sirve ahora reconocer la in¨²til alianza de partidos pol¨ªticos podridos, casi caducos, en el necio af¨¢n por fingir alianza o eso que ahora llaman sinergias como contrapeso al incre¨ªble ogro arrasador y salivante¡ que poco a poco ir¨¢ demostrando desgracias, destrozos y desmadres mucho m¨¢s dolorosos que los escalofr¨ªos contagiosos que rondan ahora en pura alucinaci¨®n.
Ef¨ªmera e impalpable, la alucinaci¨®n parece contagiarse y ha cobrado una velocidad sin precedentes gracias a la mensajer¨ªa instant¨¢nea, el virus de amnesia y la abierta estupidizaci¨®n cr¨®nica que nos asedia de tiempo atr¨¢s. Lo divertido de tanta predicci¨®n alucin¨®gena es su simulada infalibilidad; es de risa larga comprobar que mientras m¨¢s concisa sea la promesa alucinada, mayor credibilidad y uno se pregunta si habr¨¢ manera de vivir de ello. Es decir, ante los estragos del desempleo me pregunto si habr¨¢ alguna plaza vacante o si existe ya una Comisi¨®n Nacional del Alucine donde podamos proponer bulos, lanzar falsas verdades y elaborar breves memes dementes que alimenten el enrevesado ambiente de nuestra desolaci¨®n.
Como proped¨¦utico para lo propuesto en el p¨¢rrafo anterior, intento desmentir aqu¨ª un pu?ado de nuevos alucines y delirios que el futuro inmediato desmentir¨¢, o bien confirmar¨¢.
- Es poco probable que se levante una estatua de cuatro metros de alto y en pleno centro del Z¨®calo de la Ciudad de M¨¦xico donde tengamos que ver en bronce y para siempre la figura intemporal del Supremo L¨ªder enfundado en un arrugado terno una o dos tallas m¨¢s grandes.
- Aunque haya loquitos y loquitas que ya empiezan a extra?ar las llamadas ¡°Ma?aneras¡±, es poco probable que la versi¨®n del Poder Ejecutivo prosiga con ese vodevil y m¨¢s a¨²n redinamizarlo con ayuda del Ballet Folcl¨®rico, la Banda de Huipanguillo y perritos amestrados.
- Es imposible a?adir una Estrella de David al sagrado manto de la Virgen de Guadalupe y altamente improbable que se ponga de moda la cola de caballo en peinados feministas.
- Dudo de que alteren el escudo nacional y le quiten la serpiente que est¨¢ siendo devorada por el ¨¢guila, aunque ya se ventila abiertamente que el origen del mito fue m¨¢s bien una alucinaci¨®n espa?ola y es altamente improbable que el siguiente eslab¨®n en la enrevesada relaci¨®n de M¨¦xico y Espa?a sea exigirle huipil a Do?a Letizia o renviar misiva a D. Felipe (habi¨¦ndole revisado su buz¨®n electr¨®nico en busca de alg¨²n posible spam).
- Sinceramente no creo que se realice una Guelaguetza Gal¨¢ctica con Evo, Lula y Maduro y parece hoy m¨¢s remoto seguir haciendo mutis ante los abusos y atropellos de un tal Daniel Ortega¡
M¨¢s bien, deseo que una cient¨ªfica en el poder amaine y alivie el desprecio que se ha tragado la Academia en general; lectora de veras, esperemos que enmiende la ocurrencia inicial e intente revalorar la dimensi¨®n editorial que tuvo el Estado Mexicano y sanear la podredumbre educativa de quienes panfletearon los libros de veras y deseo que toda la neblina de alucinaciones de todos los colores y tendencias sirvan como inspiraci¨®n para una buena cosecha de cuentos y novelas, cortometrajes y dibujos que conserven para siempre la perla patriota de caer en alucinaciones como pasto de sobremesas, entretenimiento de la bilis y distracci¨®n casi total ante las verdades y los hechos.
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