?El para¨ªso de los Bartlett?
Los medios de comunicaci¨®n agonizan y la fe de la audiencia en ellos se erosiona. Tenemos derecho a consumir informaci¨®n contrastada y de calidad
Los medios de comunicaci¨®n agonizan. La fe que la audiencia deposita en ellos se va erosionando. Aunque el fen¨®meno es global, en M¨¦xico es particularmente grave. El INEGI lo ha corroborado: una tercera parte de los ciudadanos conf¨ªa en ellos poco o nada (ENCOAP 2023).
Aquellos que reducen la realidad a la voluntad de un solo hombre culpan a Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Otros, sin embargo, creemos que la verdad es m¨¢s compleja: tras las grietas, se ocultan otros rostros. Como evidencia, un ruidoso bot¨®n: el reportaje titulado El Para¨ªso Secreto de los Bartlett, publicado en la ¨²ltima edici¨®n de la revista Proceso. El texto apunta la supuesta corrupci¨®n en la adquisici¨®n de cuatro inmuebles entre 2011 y 2019 en la Riviera Maya por parte de Manuel Bartlett, Julia Abdal¨¢ ¡ªsu pareja sentimental cuya riqueza antecede, por mucho, su relaci¨®n con el hoy director de la CFE¡ª y su hijo.
El art¨ªculo de investigaci¨®n ¡ªes un decir¡ª se difundi¨® en la antesala del nombramiento de quien ocupar¨¢ la silla que Manuel Bartlett dejar¨¢ vacante. Aquel que acompa?ar¨¢ la gesti¨®n de Sheinbaum Pardo al frente de la CFE. La publicaci¨®n fue ¡ªpor ponerle un adjetivo¡ª oportuna. Especialmente considerando que la pr¨®xima presidenta ha se?alado que abrir¨¢ un 46% de participaci¨®n privada en el sector el¨¦ctrico. Para los inversionistas, la fragilidad del l¨ªder de la empresa productiva del Estado ser¨ªa un respiro a seis a?os (para ellos) complejos.
El reportaje se teji¨® al rev¨¦s, de atr¨¢s para adelante. Primero, se decidi¨® la conclusi¨®n deseada: la corrupci¨®n de los Bartlett. Luego, se seleccionaron cuidadosamente los elementos que respaldan la narrativa. ?Las pruebas en contrario? Descartadas.
A continuaci¨®n, una muestra de la evidencia desechada:
Uno. Lo m¨¢s pol¨¦mico: el inmueble de Puerto Morelos, Quintana Roo, que, se afirma, fue adquirido en 2013 por ¡°cero pesos¡±. El reportaje menciona que ¡°a ninguno de los beneficiarios se le impuso gravamen alguno; es decir, no pagaron un solo peso por la adjudicaci¨®n de los predios¡±. El reportaje confunde gravamen con precio. La ausencia de un gravamen no significa que no hubo precio. La realidad ¡ªesa que el autor del texto abort¨®¡ª es que el inmueble se adquiri¨® por dos millones de pesos. La equivocaci¨®n no es menor.
Dos. Al describir la adquisici¨®n del inmueble en Puerto Morelos, el reportaje enreda fechas, nombres y documentos. Una investigaci¨®n rigurosa habr¨ªa revelado que los derechos sobre el inmueble se cedieron desde el 2006 mediante un contrato que fij¨® el precio de la operaci¨®n. Esta suma ¡ªvale decir¡ª es congruente con el valor por hect¨¢rea reconocido cuatro a?os despu¨¦s en el decreto expropiatorio firmado por Felipe Calder¨®n, necesario para formalizar la venta de los terrenos de la zona.
Una correcta determinaci¨®n de la fecha de adquisici¨®n habr¨ªa evitado que el autor del reportaje cayera en la trampa de mencionar a funcionarios acusados de malvender patrimonio de Quintana Roo en fechas posteriores a la compra, todo para reforzar su argumento. La investigaci¨®n es tan descuidada que ni siquiera verific¨® que una de las personas se?aladas por ejercicio indebido del servicio p¨²blico no est¨¢ pr¨®fuga, como se afirma, sino que fue detenida en mayo pasado.
Tres. El reportaje sugiere que dos de los cuatro inmuebles en cuesti¨®n se adquirieron aprovechando informaci¨®n privilegiada sobre proyectos gubernamentales que eventualmente aumentar¨ªan su valor. El de Playa del Carmen se beneficiar¨ªa del Tren Maya, y otro en Tulum, del Parque Nacional del Jaguar.
La acusaci¨®n es audaz: sugiere que los Bartlett ten¨ªan poderes premonitorios, no acceso a informaci¨®n secreta del gobierno. El primer inmueble se adquiri¨® en 2009, como parte de una ejecuci¨®n de garant¨ªa, nueve a?os antes de que L¨®pez Obrador llegara a la presidencia. El segundo terreno se compr¨® a un precio razonable en 2019, tres a?os antes de que la SEDATU anunciara la creaci¨®n del Parque del Jaguar.
Invito a una lectura atenta del reportaje para propia constataci¨®n. Ver¨¢n, por ejemplo, como este se sirve del desarrollo regional de la Riviera Maya para demostrar, de manera sistem¨¢tica y tendenciosa, que los Bartlett contaban con conocimiento gubernamental clasificado. El crecimiento acelerado de la regi¨®n sur y sureste del pa¨ªs, impulsado por esta administraci¨®n, se vuelve en su contra. El reportaje recurre a un razonamiento circular que resulta imposible de probar.
Algunos interpretar¨¢n este texto como una defensa de Manuel Bartlett. Es, en realidad, una defensa del periodismo de investigaci¨®n y de nuestro derecho a consumir informaci¨®n contrastada y de calidad. Si en el proceso termino exculpando al director de la CFE, que as¨ª sea. ?l y su familia tienen derecho a no ser difamados.
Ap¨²ntese gratis a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y al canal de WhatsApp y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.