Qu¨¦ esperar de Sheinbaum

Sheinbaum no solo ser¨¢ la primera presidenta de M¨¦xico, sino tambi¨¦n su m¨¢s poderosa. Con supermayor¨ªas construidas en ambas c¨¢maras y con un partido que gobierna la mayor¨ªa de las entidades federativas, nunca un presidente hab¨ªa tenido mayor poder que ella en la historia de la democracia mexicana.

Aun as¨ª, muchos le escatiman poder. Argumentan que L¨®pez Obrador gobernar¨¢ en vez de ella y que su hijo, L¨®pez Beltr¨¢n ser¨¢ ¡°la correa de transmisi¨®n¡± para recibir instrucciones. Algunos piensan que secretamente L¨®pez Obrador desea verla fracasar para as¨ª pasar a la historia como el mejor presidente de M¨¦xico.

Esta interpretaci¨®n me parece profundamente equivocada, pues erra en comprender la fuente y estilo de liderazgo de Sheinbaum.

Asumir que Sheinbaum tiene una agenda distinta a la de L¨®pez Obrador es tan absurdo como fantasioso. Obrador y Sheinbaum son parte del mismo movimiento pol¨ªtico, comparten ideales y objetivos. M¨¢s aun, Morena es el movimiento pol¨ªtico m¨¢s exitoso en la historia de la democracia mexicana. No habr¨ªa motivo alguno por el que Sheinbaum tendr¨ªa que llegar a implementar cambios radicales.

Las diferencias que se observar¨¢n entre Sheinbaum y Obrador ser¨¢n de forma, no de fondo. En el fondo los ideales del movimiento no cambiar¨¢n. El Obradorismo es y continuar¨¢ siendo un movimiento que exalta la austeridad, la honestidad y el contacto con la gente, y que tiene inter¨¦s en desarrollar el mercado dom¨¦stico mediante mejoras en las condiciones de los trabajadores y redistribuci¨®n de programas sociales en efectivo.

En la forma, sin embargo habr¨¢ un cambio profundo. Sheinbaum ser¨¢ una presidenta m¨¢s conciliadora, con mayor capacidad de interlocuci¨®n con el empresariado, y mucho m¨¢s t¨¦cnicamente capaz.

Quiz¨¢ m¨¢s importante, Sheinbaum tiene una agenda de pol¨ªtica p¨²blica que va m¨¢s all¨¢ de concentrar el poder. Desea poner a las mujeres al centro de la recepci¨®n de programas sociales y usar tecnolog¨ªa como parte de las estrategias de ahorro del gobierno. Adem¨¢s, la presidenta est¨¢ interesada en la ciencia y la transici¨®n energ¨¦tica, y en tener un mejor control sobre las acciones de los gobernadores.

A diferencia de Obrador, a quien le fascinaba ganar elecciones, pero le parec¨ªa bastante tedioso gobernar, Sheinbaum es una lideresa leg¨ªtimamente interesada en el entramado operativo del Estado y en mejorar su efectividad. El objetivo de Sheinbaum es gobernar bien. La pol¨ªtica protag¨®nica, individualista o egoc¨¦ntrica le parece una p¨¦rdida de tiempo.

La pol¨ªtica mexicana, hasta ahora hab¨ªa sido entendida con ojos masculinos. Una contienda entre dos machos alfas donde el ganador ruge y orina el territorio para marcarlo como propio.

Esta concepci¨®n de liderazgo impide entender que una presidenta entrante puede tener tanto o m¨¢s peso que el anterior sin destrozarlo y m¨¢s bien par¨¢ndose en sus hombros. Sheinbaum es una mujer fuerte, inteligente y que evidentemente ha tenido un liderazgo exitoso, sin orinar en nada.

Por supuesto que, la principal herramienta de cohesi¨®n de Morena ser¨¢ la figura de L¨®pez Obrador. Es precisamente por ello que Obrador desea que Sheinbaum sea exitosa. El triunfo de la presidenta es parte del legado el presidente.

M¨¢s aun, para el buen observador es evidente que Obrador tiene una larga historia de liderar Morena con mayor permisividad de lo que se le da cr¨¦dito. Por ejemplo, como presidente rara vez se impuso de manera tajante a los gobernadores, de hecho en muchos casos hizo falta que lo hiciera. Adem¨¢s, como l¨ªder de Morena, si bien moder¨® decisiones importantes, en muchas ocasiones no impuso su voluntad y permiti¨® altercados internos. Obrador deja ir con m¨¢s frecuencia de lo que se le da cr¨¦dito.

El principal problema de Sheinbaum no es que el hijo de L¨®pez Beltr¨¢n vaya a tratar de controlarla, sino que Beltr¨¢n, en su af¨¢n por crear una plataforma propia para ser candidato a la presidencia, incurra en actos que comprometan la honorabilidad del partido y de Sheinbaum misma. En mi opini¨®n, Beltr¨¢n est¨¢ ah¨ª por motivos completamente individualistas. No descarto que su ambici¨®n sea superior a la del padre.

Considero que el principal lastre de Sheinbaum no ser¨¢ Obrador o su hijo, sino las expectativas. El 70% de los mexicanos espera que su sexenio sea tan bueno o mejor que el de L¨®pez Obrador. Y la mayor¨ªa estima que en dos a?os se deben ver mejoras en la seguridad y la econom¨ªa. Sobre el cuello de Sheinbaum, adem¨¢s, pende una revocaci¨®n de mandato que, si se combina con falta de resultados, puede dar pie a una movilizaci¨®n en su contra.

Obrador dio resultados en ¨¢reas en las que Sheinbaum tiene menor margen. A diferencia de Obrador que pudo echar manos de ahorros y fideicomisos para aumentar el gasto p¨²blico, Sheinbaum llega con finanzas p¨²blicas m¨¢s justas. Adem¨¢s, duplicar el salario m¨ªnimo y las transferencias en programas sociales, como hizo L¨®pez Obrador muy probablemente sea inviable.

Estimo que Sheinbaum ser¨¢ mejor presidenta que L¨®pez Obrador, pero lamento que en un pa¨ªs tan mis¨®gino como M¨¦xico no vaya a d¨¢rsele el cr¨¦dito. Temo que cuando cometa errores, como inevitablemente lo har¨¢, sea juzgada con m¨¢s dureza de lo que ser¨ªa juzgado un hombre.