Sheinbaum, la ama de casa

Desde que Claudia Sheinbaum se convirti¨® en la primera presidenta de M¨¦xico, el t¨¦rmino ¡°Presirvienta¡± figura con cierta frecuencia en redes sociales y chats privados. La palabra, fusi¨®n entre ¡°presidenta¡± y ¡°sirvienta¡± ¡ªun t¨¦rmino despectivo para referirse a una trabajadora del hogar¡ª es usado en referencia a la mandataria de forma socarrona y arrogante entre quienes se le oponen.

La intenci¨®n de quien emite el t¨¦rmino es evidenciar la supuesta sumisi¨®n que existe entre la presidenta y L¨®pez Obrador.

Sin embargo, en realidad, el t¨¦rmino, lejos de evidenciar cualquier falla de car¨¢cter de Sheinbaum, m¨¢s bien reitera lo profundamente clasista que es la oposici¨®n mexicana. Y lo alejada que est¨¢ de representar al votante promedio.

En M¨¦xico hay 2,5 millones de personas ocupadas en el trabajo dom¨¦stico remunerado, lo que quiere decir que al ofender a este grupo, los opositores a Sheinbaum est¨¢n ofendiendo al equivalente al 15% de los votos que obtuvo el PRI-PAN y la mitad de los que obtuvo Movimiento Ciudadano.

M¨¢s a¨²n, pretender ofender a alguien equipar¨¢ndola a una trabajadora del hogar es insultar a millones de mujeres que realizan ese tipo de trabajo en su hogar, pero sin paga. En M¨¦xico, el trabajo dom¨¦stico, es decir las labores de alimentaci¨®n, limpieza, compras y cuidado, es realizado com¨²nmente por mujeres que no cobran y que trabajan jornadas extenuantes.

El trabajo del hogar es de los m¨¢s valiosos que hay en M¨¦xico pues, sin personas que atendieran a ni?os y enfermos, la econom¨ªa simplemente colapsar¨ªa. Seg¨²n datos oficiales del Inegi, el valor conjunto de todo el trabajo del hogar no remunerado es de 24 puntos del PIB. Este es un valor superior al de sectores completos como la manufactura y el comercio. De hecho, si un d¨ªa el trabajo del hogar dejara de realizarse, la econom¨ªa mexicana enfrentar¨ªa una recesi¨®n casi tres veces superior a la que experiment¨® durante la pandemia por covid-19.

Cuando la oposici¨®n le llama ¡°Presirvienta¡± a Sheinbaum, m¨¢s que ofenderla a ella terminan ofendi¨¦ndose a s¨ª mismos: mostrando su elitismo e ignorancia respecto a la importancia del trabajo del hogar para M¨¦xico y para sus propias familias.

El que algunos opositores de alto poder adquisitivo consideren que un trabajo subordinado es algo de que avergonzarse deja en claro lo poco aptos que son para gobernar. En M¨¦xico, la gran mayor¨ªa de las personas econ¨®micamente activas son trabajadores subordinados de remuneraci¨®n baja. Pretender que es indigno trabajar para alguien por un salario modesto es simplemente no entender c¨®mo vive la mayor¨ªa de las personas.

Tal parece que ciertas partes de la oposici¨®n le est¨¢n pidiendo el voto a quien detestan y a quien miran como inferior.

Adem¨¢s del clasismo, ¡°Presirvienta¡± nace del supuesto de que la presidenta es sumisa ante L¨®pez Obrador. Un argumento que, en mi opini¨®n, no es m¨¢s que un prejuicio propio de personas que no alcanzan a comprender que una mujer puede ejercer posiciones de liderazgo sin tener que estruendosamente confrontarse con sus antecesores. Es com¨²n que las mujeres del poder sepan ejercer este tipo de liderazgo porque con frecuencia han tenido que lidiar con el fr¨¢gil ego de sus jefes hombres para lograr obtener los espacios de liderazgo que hoy detentan.

Bien har¨ªa la oposici¨®n en intentar acallar las voces que desde sus filas insultan a mujeres, trabajadoras y cuidadoras. Si un d¨ªa quieren volver a gobernar, la oposici¨®n tiene mucho que aprender y mucho que callar.