Uni¨®n Aduanera: ?El futuro de Norteam¨¦rica?

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, amenaz¨® la semana pasada con imponer aranceles a todos los productos provenientes de M¨¦xico y Canad¨¢ desde el primer d¨ªa de su gesti¨®n en caso de que no haya avances y cooperaci¨®n en los temas relativos a los flujos migratorios y de tr¨¢fico de fentanilo hacia su pa¨ªs. M¨¢s all¨¢ de la credibilidad de dicha amenaza, llama la atenci¨®n que implicara en esto a sus dos pa¨ªses vecinos, que son al mismo tiempo sus socios comerciales y estrat¨¦gicos. De alguna manera el mensaje sorprende porque parecer¨ªa ir en la direcci¨®n contraria a lo que requiere la regi¨®n norteamericana para poder competir con ¨¦xito en el mundo del Siglo XXI: la zona requiere m¨¢s, no menos integraci¨®n econ¨®mica y comercial.

Si la regi¨®n en su conjunto pretende ser m¨¢s competitiva frente a la reconfiguraci¨®n mundial que ha estado teniendo lugar en los ¨²ltimos a?os es claro que debemos avanzar en el dise?o de una regi¨®n m¨¢s integrada, que se beneficie de las complementariedades existentes entre las tres econom¨ªas de Norteam¨¦rica en materia de estructura poblacional, capital f¨ªsico, financiero y humano, recursos naturales, capacidades tecnol¨®gicas, infraestructura, redes de innovaci¨®n, etc. Por ello, quiz¨¢ sea necesario comenzar a discutir en qu¨¦ forma podr¨ªan colaborar los tres pa¨ªses para transitar hacia un esquema de integraci¨®n m¨¢s avanzada.

El paso natural en el proceso de integraci¨®n regional ser¨ªa transitar del acuerdo comercial y de inversi¨®n que hoy tenemos hacia lo que se conoce como una Uni¨®n Aduanera. En este esquema, la regi¨®n no s¨®lo permite el libre comercio a su interior, sino que se consolida como un bloque frente al resto de los pa¨ªses y regiones, a los cuales les impone aranceles, normas y procedimientos comunes. Un paso de esta naturaleza implicar¨ªa avanzar en el proceso de integraci¨®n en varias dimensiones, ya que esto nos llevar¨ªa a adoptar pol¨ªticas comunes que hoy en d¨ªa no tenemos. Tambi¨¦n implicar¨ªa homologar y homogeneizar nuestros sistemas aduaneros y otras pol¨ªticas y procedimientos.

Si bien es cierto que transitar hacia una Uni¨®n Aduanera podr¨ªa tomar mucho tiempo de negociaci¨®n y transici¨®n, tambi¨¦n es posible imaginar que podr¨ªamos avanzar paulatinamente en esa direcci¨®n si comenz¨¢ramos a adoptar algunas pol¨ªticas comunes que le convengan a la regi¨®n en su conjunto y que sean de relativamente f¨¢cil implementaci¨®n. Yo veo al menos tres ¨¢reas en las que los pa¨ªses de Am¨¦rica del Norte podr¨ªan establecer en forma inmediata pol¨ªticas comunes en beneficio de la industria y del desarrollo de la regi¨®n. Todas ellas tienen que ver con la b¨²squeda de promover relaciones comerciales menos inequitativas y de fortalecer al aparato industrial de la regi¨®n en su conjunto. Estas ¨¢reas son las siguientes:

• Industria automotriz. La regi¨®n podr¨ªa imponer aranceles comunes a los veh¨ªculos automotrices importados desde China. Esto podr¨ªa acelerar el proceso de relocalizaci¨®n de empresas estadounidenses hacia Norteam¨¦rica y reducir¨ªa la penetraci¨®n de autos chinos que ya se observa en M¨¦xico. Hay que recordar que Estados Unidos ya tiene un arancel de 100% a los veh¨ªculos el¨¦ctricos provenientes de China, lo cual podr¨ªa estandarizarse al resto de la regi¨®n. Una pol¨ªtica de este tipo podr¨ªa extenderse a autopartes, incluyendo bater¨ªas.
• Acero y aluminio. La regi¨®n podr¨ªa imponer aranceles espec¨ªficos a productos de acero y aluminio provenientes de China que no se fabrican en la regi¨®n. Cabe se?alar que en este caso los tres pa¨ªses de la regi¨®n ya aplican aranceles de esta naturaleza por separado, por lo que s¨®lo se requerir¨ªa homologar y estandarizar su aplicaci¨®n. Es importante en este caso no gravar aquellos productos que a¨²n no se fabrican al interior de la regi¨®n para evitar afectar a aquellas industrias que utilizan estos productos como insumos en su propio proceso productivo.
• De Minimis. Los tres pa¨ªses de Norteam¨¦rica permiten la entrada de productos de bajo valor que no pagan ni impuestos ni aranceles independientemente de su procedencia. Estos productos entran en la categor¨ªa conocida como ¡°de minimis¡±, que estaba originalmente dise?ada para que los viajeros internacionales pudieran traer productos del exterior sin carga burocr¨¢tica o impositiva. El umbral que establecen los tres pa¨ªses es distinto, ya que en M¨¦xico es de 50 d¨®lares, en Canad¨¢ de 150 d¨®lares canadienses y en Estados Unidos de 800 d¨®lares. Los tres pa¨ªses podr¨ªan no s¨®lo homologar este valor, sino que adem¨¢s podr¨ªan establecer criterios que limiten su uso por parte de aquellas empresas comercializadoras (Shein, Temu, etc.) que explotan esta excepci¨®n para vender productos importados sin pagar los impuestos correspondientes. Los pa¨ªses podr¨ªan acordar que esta excepci¨®n solo opere hasta cierto punto (un total acumulado, por ejemplo) y que m¨¢s all¨¢ de eso las empresas comercializadoras paguen los impuestos y los aranceles correspondientes.

Considero que avanzar en acuerdos trilaterales entre M¨¦xico, Canad¨¢ y Estados Unidos en estas tres dimensiones podr¨ªa ser algo perfectamente factible en el corto plazo. Acuerdos de este tipo beneficiar¨ªan y proteger¨ªan a las industrias automotriz, acerera y textil de toda la regi¨®n en su conjunto y podr¨ªan ser los primeros pasos hacia una mayor integraci¨®n norteamericana. Necesitamos m¨¢s y mejor integraci¨®n, no menos. Los aranceles entre los pa¨ªses de Norteam¨¦rica deben ser cosa del pasado.