2025: los pleitos que vienen
En M¨¦xico estamos a la espera de nuestra mayor disputa, una que no empezamos: la de Trump. Quedan unos cuantos d¨ªas antes de la pesadilla
Nada hace esperar que este a?o que comienza aminoren los pleitos locales e internacionales. El pleito se ha convertido en una pieza central de la pol¨ªtica. Si bien es cierto que siempre ha sido uno de sus elementos esenciales, la nueva pol¨ªtica del siglo XXI ha hecho de los debates, disputas; del adversario, enemigo y de la ofensa un planteamiento estrat¨¦gico. Ser¨ªa muy ingenuo pensar que solamente eran actitudes de algunos candidatos porque lamentablemente no es as¨ª. Quien no pelea, no aparece; quien no agrede no lidera.
En M¨¦xico estamos a la espera de nuestro mayor pleito, uno que no empezamos: el de Trump. Quedan unos cuantos d¨ªas antes de la pesadilla. Respiraremos con tranquilidad cuando los misiles del presidente gringo se dirijan a otro pa¨ªs; buscaremos refugio cuando se aproximen hacia nosotros. Es un asunto que nos involucra y preocupa a todos como naci¨®n. En lo que tiene que ver con nuestros temas locales, es evidente que pasaran tambi¨¦n por la zona del ring, por el pleito como pol¨ªtica presidencial. Los tonos que se le reclaman a Trump son los mismos que se usan con los opositores aqu¨ª.
De las caras que ha mostrado nuestra presidenta, la que menos se aparece es la cient¨ªfica. Al parecer no la considera necesaria o la deja para ciertas discusiones internas o decisiones que no son compartidas p¨²blicamente. Pero la faceta que m¨¢s le gusta -o por lo menos eso da a entender- es la de peleonera, cadenera del establecimiento, una persona rijosa que no parece tener claros los pleitos que tiene que dar. Lo mismo le da contestar sobre los pagos a los proveedores de Pemex que la posibilidad de una red social mexicana que sustituya a X (Twitter). En un evento en el que hablaba de migraci¨®n, se?al¨® que nadie se debe de burlar de los migrantes mexicanos en Estados Unidos porque son ¡°de los m¨¢s trabajadores del mundo¡± y concluy¨® enf¨¢ticamente se?alando que ¡°?a M¨¦xico se le respeta!¡±. Eso est¨¢ muy bien para una letra de canci¨®n para el mariachi y entonarla despu¨¦s de El Rey y ¡°mi palabra es la ley¡±. Son de esos pleitos que ya se est¨¢n haciendo costumbre en los que tira golpes al aire.
El New York Times ha sido otro de los focos de pleito que inopinadamente ha decidido dar nuestra presidenta. Su respuesta al reportaje en el que se muestran fotos de un supuesto laboratorio de fentanilo en Sinaloa, hizo mucho m¨¢s grande la nota. Ella misma descalific¨® el trabajo period¨ªstico argumentando que as¨ª no se hac¨ªa el fentanilo. Puso incluso a una oficial del Ej¨¦rcito a explicar c¨®mo se elabora la droga letal y a decir que los supuestos ¡°cocineros¡± hubieran muerto sin equipo especial. Como si el problema fuera qui¨¦n usa la f¨®rmula original y a qui¨¦n le hace da?o o no ¡°cocinar fentanilo¡±. Como si se tratara de la receta de la Rosca de Reyes.
Lo cierto es que el trabajo period¨ªstico del New York Times tambi¨¦n le hubiera servido a la presidenta para celebrar la nueva pol¨ªtica anticrimen de su Gobierno. En efecto, los propios ¡°cocineros¡± dicen a las periodistas que en la ma?ana les hab¨ªan desmontado un laboratorio las fuerzas del orden y que hab¨ªan tenido que huir. Incluso suspenden la elaboraci¨®n de las drogas porque ya andan cerca de ellos. Dos veces en un d¨ªa les pisan los talones. Esto pudo ser muy ¨²til al referirse a la nota period¨ªstica, pero decidieron meterse -literal- hasta la cocina. Cada quien su pleitos.
@juanizavala
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