Aduanas limpias, consulados fuertes y la lucha contra el fentanilo: Sheinbaum refuerza a M¨¦xico para la llegada de Trump

El Gobierno mexicano busca tener todos los hilos atados antes del 20 de enero. Donald Trump asumir¨¢ entonces su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, y la presidenta Claudia Sheinbaum ha anticipado los aspectos de la relaci¨®n bilateral que podr¨ªan representar un dolor de cabeza para su Administraci¨®n. En las ¨²ltimas semanas, los funcionarios mexicanos trabajan a marchas forzadas en tres sectores en concreto: la legalidad de las aduanas, los consulados en territorio estadounidense y el tr¨¢fico ilegal de fentanilo. Estos tres sectores han demostrado hist¨®ricamente ser los frentes m¨¢s sensibles para el Gobierno de EE UU, independientemente de su orientaci¨®n pol¨ªtica.

Las primeras se?ales de Trump hacia M¨¦xico han sido de mano dura. Por un lado, est¨¢ la amenaza de las deportaciones masivas de migrantes, que busca el refuerzo de la frontera entre ambos pa¨ªses. Al mismo tiempo, el republicano ha dejado caer sus dudas sobre la eficacia del tratado de libre comercio con M¨¦xico y Canad¨¢, el TMEC, y ha anunciado que buscar¨¢ una revisi¨®n anticipada del acuerdo. Y finalmente, ha asegurado que tomar¨¢ acciones para intervenir de forma m¨¢s directa en la lucha contra los c¨¢rteles mexicanos de la droga, declar¨¢ndolos organizaciones terroristas.

Una vez puesto el tablero, Sheinbaum ha optado por un enfoque proactivo en el que el Gobierno busca hacerse cargo de cada uno de estos aspectos. La presidenta mexicana ya rechaza sin mucha alharaca los mensajes de Trump y ha puesto sobre la mesa las reglas del juego. ¡°Nosotros colaboramos, coordinamos, trabajamos juntos, pero nunca nos vamos a subordinar. M¨¦xico es un pa¨ªs libre, soberano, independiente y no aceptamos injerencismo. Es colaboraci¨®n, es coordinaci¨®n, pero no es subordinaci¨®n. Y vamos a ir construyendo la paz¡±, mencion¨® en un discurso en Mazatl¨¢n, Sinaloa, la semana pasada. La rudeza del republicano ha sido contrarrestada en el discurso con los l¨ªmites de la morenista. El Gobierno mexicano ha emprendido en las ¨²ltimas semanas una serie de medidas que podr¨ªan palear una crisis entre ambos pa¨ªses y, en el mejor de los escenarios, amortiguar los golpes que Trump decida emprender contra M¨¦xico.

Aduanas limpias

La guerra comercial de EE UU contra China ha dejado bajo la mira a M¨¦xico. El territorio mexicano se ha convertido en una especie de comod¨ªn que las empresas de manufactura aprovechan por su cercan¨ªa a EE UU y su pertenencia al tratado de libre comercio. Una especie de bendici¨®n y maldici¨®n a la vez: la inversi¨®n extranjera directa ha alcanzado niveles hist¨®ricos en los ¨²ltimos meses, al mismo tiempo que el comercio chino ha encontrado un camino en M¨¦xico para introducir sus productos en el continente americano, llamando la atenci¨®n del sector m¨¢s proteccionista de EE UU, respaldado por Trump. La amenaza del republicano es evaluar la pertinencia del TMEC, antes considerada la mejor herramienta de integraci¨®n comercial en Occidente.

La alerta en M¨¦xico se ha traducido en el llamado Operativo Limpieza. Hace m¨¢s de un mes que la Secretar¨ªa de Econom¨ªa ha emprendido una rigurosa inspecci¨®n del comercio chino en Ciudad de M¨¦xico, que m¨¢s tarde se extendi¨® a los Estados de Sonora, Coahuila y Baja California. El Gobierno mexicano decomisa productos, en su mayor¨ªa de origen asi¨¢tico, que entraron ilegalmente a M¨¦xico a trav¨¦s de las aduanas. Lo que comenz¨® como simples acciones de confiscaci¨®n de mercanc¨ªas, se ha convertido en un gran plan para regular a los puertos que reciben estos productos.

Marcelo Ebrard, secretario de Econom¨ªa, se ha puesto al frente de esta misi¨®n. En poco m¨¢s de un mes ha decomisado 500 millones de pesos en mercanc¨ªas ilegales y ha puesto a 47 agencias aduanales bajo investigaci¨®n. ¡°Lo que observamos es una absoluta falta de observancia de las normas mexicanas. Toda esa mercanc¨ªa no puede acreditar la legal introducci¨®n al pa¨ªs. No se pueden vender esas cosas en M¨¦xico¡±, refiri¨® Ebrard el viernes pasado para justificar la movilizaci¨®n.

Consulados seguros

La migraci¨®n ha sido una de las bazas de la campa?a presidencial de Donald Trump. Su tajante rechazo a la integraci¨®n migratoria ha puesto inevitablemente el foco en M¨¦xico: la frontera m¨¢s larga de Am¨¦rica y donde ocurren la mayor¨ªa de los cruces de migrantes hacia Estados Unidos. Trump ha asegurado que emprender¨¢ deportaciones masivas tan pronto como se instale en la Casa Blanca, a pesar de que ambos pa¨ªses han invertido esfuerzos para disminuir los cruces ilegales y buscar alternativas para la migraci¨®n en diversos territorios de Am¨¦rica Latina.

Ante la clara amenaza, la Secretar¨ªa de Relaciones Exteriores ha emprendido el refuerzo de los 50 consulados en territorio estadounidense. La red consular m¨¢s grande el mundo est¨¢ preparada para asistir legalmente a miles de mexicanos, si los dichos de Trump empiezan a cumplirse en las pr¨®ximas semanas, seg¨²n ha asegurado el titular de la cartera, Juan Ram¨®n de la Fuente. Esta fortaleza ha requerido, adem¨¢s, adquirir servicios de abogados externos especializados en migraci¨®n y la creaci¨®n de un bot¨®n de p¨¢nico ¡ªa trav¨¦s de una aplicaci¨®n¨D para que los migrantes avisen al Gobierno mexicano de las detenciones.

De la Fuente ha se?alado que el Gobierno mexicano conf¨ªa en el cumplimiento de las normas internacionales por su contraparte en Estados Unidos. El nombramiento de Ron Johnson, un veterano de la CIA, como embajador de EE UU en M¨¦xico, ha enviado un mensaje de dureza en la relaci¨®n bilateral y una expectativa de tiempos dif¨ªciles para la diplomacia mexicana. ¡°Entre las reglas diplom¨¢ticas universalmente aceptadas, nuestros principios constitucionales de pol¨ªtica exterior, y las indicaciones que, sobre aspectos puntuales, nos va dando la presidenta, yo estoy, de verdad, confiado en que vamos a lograr con ¨¦l [Ron Johnson], como con todos los dem¨¢s embajadores, una forma de operaci¨®n que sea razonable, respetuosa y eficaz¡±, ha declarado el canciller mexicano.

Lucha contra el fentanilo

Miles de kilogramos de fentanilo han sido decomisados en M¨¦xico en los ¨²ltimos d¨ªas: el cargamento m¨¢s cuantioso fue de una tonelada y media. La diminuta pastilla ha desatado una de las crisis de salud m¨¢s severas en las ¨²ltimas d¨¦cadas en EE UU. Trump ha apuntado tambi¨¦n hacia M¨¦xico para repartir responsabilidades y ha se?alado concretamente a los c¨¢rteles mexicanos de la droga, que en los ¨²ltimos a?os han cambiado su modelo de negocio ilegal y traficado exitosamente el opioide. La advertencia del republicano para M¨¦xico ha ido en el camino de nombrar a los c¨¢rteles mexicanos como organizaciones terroristas, una herramienta que le servir¨ªa para intervenir de forma m¨¢s directa en su combate.

M¨¦xico vive desde hace d¨¦cadas con las consecuencias de la expansi¨®n del crimen organizado en el pa¨ªs. La Administraci¨®n de Sheinbaum ha puesto entre sus prioridades buscar estrategias para combatir a estos grupos. Un verdadero quebradero de cabeza para el Gobierno mexicano, independientemente de su orientaci¨®n pol¨ªtica. La presidenta ha designado al secretario de Seguridad, Omar Garc¨ªa Harfuch, como el encargado de demostrar de EE UU que M¨¦xico est¨¢ poniendo de su parte. Adem¨¢s de los cuantiosos decomisos de fentanilo, el Gobierno mexicano ha detenido en las ¨²ltimas semanas a m¨¢s de 6.000 personas relacionadas con el narcotr¨¢fico. ¡°Estas detenciones representan avances hacia la construcci¨®n de la paz, porque estamos convencidos de que, para disminuir los delitos, tambi¨¦n se debe de tener a quienes los cometen¡±, dijo Garc¨ªa Harfuch hace un par de semanas.

La detenci¨®n en Texas de dos de los l¨ªderes del Cartel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada y Joaqu¨ªn Guzm¨¢n L¨®pez, ha desatado una guerra intestina en la regi¨®n que ya ha dejado uno 600 muertos en los ¨²ltimos cuatro meses del a?o. Los enfrentamientos en Sinaloa ha dejado poco margen para la vida de sus ciudadanos y dudas sobre si la estrategia de seguridad de M¨¦xico funcionar¨¢ esta vez.