Jaime D¨ªaz de Le¨®n, sobreviviente del terror¨ªfico hongo negro: ¡°Me despertaba en la madrugada llorando del dolor¡±

Jaime D¨ªaz de Le¨®n se ha librado de la muerte dos veces. En menos de 15 d¨ªas dos enfermedades in¨¦ditas invadieron su organismo: la covid-19 y la mucormicosis rinocerebral, m¨¢s conocida como hongo negro. Originario de la ciudad de Delicias, en el Estado de Chihuahua, este hombre comenz¨® a manifestar los primeros s¨ªntomas del coronavirus en octubre del a?o pasado. ¡°No pod¨ªa respirar, la voz se me estaba quedando, caminaba 100 metros y me cansaba totalmente¡±, relata. La gravedad de su estado requiri¨® hospitalizaci¨®n, administraci¨®n de esteroides y oxigenaci¨®n contin¨²a durante dos semanas. A los pocos d¨ªas de su ingreso al hospital, perdi¨® la visi¨®n del ojo izquierdo, primer signo de la enfermedad mic¨®tica oportunista.

Luego de recibir su alta por el coronavirus, este hombre, de 48 a?os, comenz¨® sus visitas a oftalm¨®logos y neurocirujanos para encontrar una cura a su ceguera parcial. En ese trayecto, iniciaron las cefaleas agudas que le impidieron volver a trabajar en la maquila de productos de salud e higiene donde laboraba. ¡°Era un dolor de cabeza insoportable, me despertaba en la madrugada llorando del dolor y mi hija ten¨ªa que inyectarme para quitarme el dolor, para poder dormir, comer y pasar el d¨ªa, as¨ª pas¨¦ casi un mes¡±, recuerda. En el IMSS, asegura, los doctores minimizaron sus dolencias y solo le dijeron que las cefaleas eran ocasionados por su presi¨®n alta.

Tras semanas sin un diagn¨®stico claro, D¨ªaz de Le¨®n finalmente lleg¨® a un hospital privado de Chihuahua a finales del pasado enero. Adem¨¢s de una extensa relator¨ªa de consultas e hip¨®tesis m¨¦dicas, el paciente llevaba varias cajas de analg¨¦sicos, antiinflamatorios y antibi¨®ticos generales para tratar lo que parec¨ªa una inofensiva sinusitis. El neurocirujano Luis Ordo?ez Solorio, uno de los m¨¦dicos que lo trat¨®, detect¨® en ese primer contacto una sinusitis severa que destru¨ªa la ¨®rbita del ojo e invad¨ªa la base del cr¨¢neo, as¨ª como un aneurisma cerebral. ¡°Aunque en ese momento no exist¨ªa una confirmaci¨®n patol¨®gica de que se trataba de un hongo, sab¨ªamos que era una infecci¨®n agresiva y era urgente operarlo¡±, explica el especialista.

Una vez tratado el aneurisma, un equipo de expertos le practic¨® otra cirug¨ªa para limpiar el contenido infeccioso y liberar los senos paranasales. Los m¨¦dicos debieron extirpar el ojo izquierdo, que se encontraba completamente invadido por el hongo, para evitar la propagaci¨®n de la infecci¨®n. Como la diseminaci¨®n mic¨®tica fue interna, el paciente no desarroll¨® las caracter¨ªsticas manchas negruzcas en el rostro. Ordo?ez Solorio detalla que a diferencia de otros pacientes, el avance del hongo fue menos agresivo en este caso porque el enfermo no ten¨ªa ninguna enfermedad preexistente como diabetes o c¨¢ncer, un factor que fue determinante para lograr salvarle la vida.

Ordo?ez Solorio enfatiza que el agente mic¨®tico est¨¢ presente en el ambiente y es dif¨ªcil saber cu¨¢ntos pacientes con coronavirus pueden desarrollar una enfermedad sintom¨¢tica del hongo negro. ¡°Lo m¨¢s extra?o de la medicina lo hemos aprendido con covid y eso ha sido un cambio en el pensamiento de los m¨¦dicos; hemos visto cosas completamente inusuales y mucormicosis es una de ellas. Estamos ante una enfermedad que antes era muy rara, pero s¨ª, considero que hoy, en el contexto de la pandemia, los casos reportados de mucor s¨ª pueden estar al alza y probablemente muchos casos no est¨¢n siendo diagnosticados porque a lo mejor est¨¢n avanzando r¨¢pidamente¡±, a?ade.

En M¨¦xico, el primer caso sospechoso de infecci¨®n por hongo negro se dio a conocer a principios de este mes en Chalco, Estado de M¨¦xico. Los familiares de Gregorio Avenda?o Jim¨¦nez, de 34 a?os, aseguraron que el hombre ten¨ªa pocas semanas de haber superado el coronavirus cuando detectaron las manchas negruzcas en su cara y los dolores de cabeza. Pese a su traslado de emergencia a un hospital del IMSS en la Ciudad de M¨¦xico, este paciente falleci¨® a los pocos d¨ªas. A la fecha, las autoridades sanitarias no han confirmado el diagn¨®stico por mucormicosis en esta persona. Adem¨¢s, este jueves la Secretar¨ªa de Salud de Oaxaca inform¨® de dos pacientes de covid-19 que probablemente tambi¨¦n padezcan hongo negro. A¨²n se est¨¢n realizando las pruebas de laboratorio para confirmar estos nuevos casos.

D¨ªaz de Le¨®n no necesita que las autoridades sanitarias reconozcan p¨²blicamente su enfermedad ni las razones por las que perdi¨® su ojo izquierdo. Los doctores le explicaron que los esteroides que le administraron para ayudar a sus pulmones durante la covid-19 mermaron su sistema inmunol¨®gico y propiciaron la inoculaci¨®n del hongo. Este sobreviviente asegura que hay un subregistro de pacientes que desarrollaron esta micosis oportunista tras padecer coronavirus. ¡°Yo digo que s¨ª hubo m¨¢s casos [de mucormicosis], pero desafortunadamente sin informaci¨®n ni nada fallecieron por covid¡±, comenta.

En los ¨²ltimos 15 a?os se han detectado unos 10.000 casos del hongo negro en M¨¦xico, una baja incidencia de una enfermedad que tiene una tasa de mortalidad superior al 90%, de acuerdo con los datos de la Facultad de Medicina de la UNAM. A diferencia de la covid-19, este padecimiento no se transmite de persona a persona, los hongos causantes se encuentran en el ambiente y llegan al organismo principalmente por v¨ªa a¨¦rea, gastrointestinal o cut¨¢nea. En condiciones normales, el sistema inmunol¨®gico de una persona sana elimina el hongo. Sin embargo, cuando se est¨¢ vulnerable, el riesgo de detonar la infecci¨®n mic¨®tica se multiplica.

D¨ªaz de Le¨®n ahora lucha ante los tribunales para que el IMSS le brinde gratuitamente los medicamentos para recuperarse de la infecci¨®n. ?l y su familia han costeado con sus propios recursos tanto el tratamiento contra el coronavirus como la mucormicosis. Solo los medicamentos para eliminar el hongo negro, afirma, tiene un coste de 15.000 pesos semanales. ¡°El IMSS no nos ha apoyado y nosotros seguimos comprando este medicamento, hemos vendido bienes para seguir comprando todo el tratamiento¡±, dice.

A la distancia y tras conocer el otro caso del paciente que falleci¨® por mucormicosis rinocerebral, D¨ªaz de Le¨®n se dice bendecido. ¡°Tengo 48 a?os y nunca antes me hab¨ªa pasado nada. No soy diab¨¦tico, no soy hipertenso, no he usado nada de drogas. Entonces, son ocasiones de la vida que pasan y mi palabra es la actitud y no estarse lamentando, hay que salir adelante, no hay de otra¡±, zanja. Aunque debe seguir en tratamiento hasta agosto pr¨®ximo, ya ha vuelto a trabajar en la planta y en sus ratos libres aprovecha con su esposa y sus dos hijas lo que considera su tercera oportunidad de vivir.

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