Pedalear o morir
La pol¨ªtica es una campa?a electoral permanente, donde todo lo que se gana lo han de perder otros, lo que obliga a un constante pedaleo polarizador contra los rivales
Ahora que lo peor de la covid ha pasado, parece que comenzamos a recuperar la respiraci¨®n. Volvemos a salir, a vernos y a movernos, reabren las tiendas, los bares y los negocios, y hasta parece que la pol¨ªtica, que se hab¨ªa confinado en un bronco ambiente irrespirable, empieza a airearse recuperando el resuello. En el Congreso nadie ha votado contra el Ingreso M¨ªnimo Vital promovido por el Gobierno, y Ciudadanos negocia con La Moncloa sin ning¨²n reparo. Lo cual es un cambio muy de agradecer, como si la nueva normalidad pol¨ªtica se hubiera civilizado, atenuando su vieja crispaci¨®n anterior.
Pero no nos enga?emos. La experiencia demuestra que nuestra cultura pol¨ªtica es conflictiva por naturaleza, y quiz¨¢ no pueda evitar volver a las andadas, v¨ªctima de su propensi¨®n cong¨¦nita a la polariza-ci¨®n. Acabamos de verlo con el caso de Gabilondo, a quien amenazan desde sus filas con buscarle sustituto si no se lanza a hacerle a Ayuso una oposici¨®n m¨¢s dura, bronca y eficaz. Pues entre nosotros hacer oposici¨®n es hacer caer al Gobierno por las malas para deshacerse de ¨¦l. Y el Gobierno paga con la misma moneda, tratando de hacer la vida imposible a la oposici¨®n para hacerla caer. Por eso la polarizaci¨®n a la espa?ola exige no dejar ni un instante de conspirar contra el rival, por miedo a que si dejas de hacerlo te caer¨¢s con todo el equipo, como en la met¨¢fora de la bicicleta que te obliga a pedalear para no caer.
El dilema de pedalear o morir se ha erigido en el gran encuadre de la pandemia actual. As¨ª ocurre con la propia covid, al tratarse de un s¨ªndrome respiratorio en el que si dejas de respirar mueres. Como los ancianos ag¨®nicos a quienes se negaba el acceso hospitalario a la respiraci¨®n asistida. O como George Floyd el 25 de mayo, que jadeaba angustiado ¡°no puedo respirar¡± mientras le asfixiaba su verdugo policial. Y la crisis econ¨®mica surgida de la pandemia tambi¨¦n se enmarca con el s¨ªmil del pedaleo. Para evitar contagios hay que cerrar empresas y empleos, con lo que el mercado se cae como una bicicleta al dejar de pedalear. Esto no ocurre con la cooperaci¨®n voluntaria pero s¨ª con la competici¨®n lucrativa, pues si no puedes abrir la empresa o mantener el empleo te arruinas. A falta de ahorro o ayuda p¨²blica, has de vivir al d¨ªa, y sin tu dosis de ingresos te quedas tirado en la cuneta.
Y en la pol¨ªtica pasa igual, pues si dejas de pedalear tus rivales te hacen caer. En el pasado este sprint era intermitente porque s¨®lo se concentraba en periodo electoral cada cuatro a?os, y entretanto se practicaba el compromiso pol¨ªtico desinteresado. Pero ahora la pol¨ªtica es una campa?a electoral permanente, donde todo lo que se gana lo han de perder otros, lo que obliga a un constante pedaleo polarizador contra los rivales. Es el desaf¨ªo que Ferraz le plantea hoy a Gabilondo, emplazado a esprintar contra Ayuso so pena de ceder su puesto a otro. Pero ?d¨®nde est¨¢ escrito que para hacer oposici¨®n haya que pedalear un sprint polarizador? Arrimadas est¨¢ demostrando que resulta rentable bajarse de la bicicleta y continuar a pie haciendo una oposici¨®n eficaz. A ver si su ejemplo se contagia hasta hacerse viral.
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