Tejemanejes bolivarianos

Los Gobiernos que reclaman elecciones libres y verificables en Venezuela no debieran seguir molestando porque ya fueron advertidos de que revoluci¨®n y democracia son incompatibles. El chavismo se declar¨® revolucionario, las revoluciones se hacen para quedarse, y la Constituci¨®n y las leyes no son sino melod¨ªas instrumentales. Por si alguien albergara dudas, Maduro envi¨® al carajo a la Uni¨®n Europea, para que se encuentre all¨ª con el resto de demandantes de una convocatoria a urnas sin enga?os ni marines.

La oposici¨®n mayoritaria, agrupada en los partidos Acci¨®n Democr¨¢tica, Voluntad Popular, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo, niega su participaci¨®n en las legislativas de diciembre porque sospecha que el Gobierno y sus delegados en el Tribunal Supremo y el Consejo Electoral trampear¨¢n para robarles la eventual victoria. Es l¨®gico que as¨ª sea. El Gobierno ignor¨® la Constituci¨®n, la ley org¨¢nica del Poder Electoral y las atribuciones de la Asamblea Nacional porque es su obligaci¨®n: la impartici¨®n de legalidad y justicia social corresponde a la revoluci¨®n, y quien denuncie esa exclusividad ser¨¢ inhabilitado por desacato o traici¨®n a la patria.

Habiendo quedado claro que el chavismo obra en consecuencia, y que cualquier triunfo opositor ser¨¢ respondido con maniobras y decretos que lo incapaciten por reaccionario, la oposici¨®n reitera errores. Las maquinaciones para desunirla con prebendas e informaci¨®n confidencial sobre ambiciones personales, negocios e intimidades son l¨®gicas. Las fuerzas antigubernamentales y Estados Unidos tambi¨¦n intentaron fragmentar la c¨²pula bolivariana, con el palo y la zanahoria, aunque sin ¨¦xito.

La indisimulada intervenci¨®n judicial en las disputas internas de los partidos opositores tiene miga: si el Gobierno logra que el bloque ganador de la Asamblea Nacional en 2015 se enfade mucho y decida no participar en las elecciones de este a?o, pero s¨ª lo hagan los grupos avenidos con el oficialismo, la abstenci¨®n ser¨¢ may¨²scula y la nueva Asamblea Nacional resultar¨¢ manejable. El chavismo invocar¨¢ entonces la legitimidad del voto popular y cerrar¨¢ la Constituyente por inservible.

Mike Pompeo confes¨® en una reuni¨®n con dirigentes jud¨ªos su pesadumbre por los codazos en la jaula de grillos de la oposici¨®n para suceder a Maduro. Sobre esas ansias trabajan los fontaneros del r¨¦gimen, en paralelo con la captaci¨®n de opositores. Algunos son de pasqu¨ªn, otros congeniaron con el oficialismo en aplicaci¨®n de la m¨¢xima que aconseja unirse al enemigo imbatible; otros porque est¨¢n convencidos de que el equipo de Guaid¨® administra en beneficio propio fondos y estrategias.

Los tejemanejes pueden dar tiempo al Gobierno para seguir impartiendo legalidad y justicia social, con el ¨¦xito atestiguado por los venezolanos obligados a la emigraci¨®n. Llegar¨¢ el d¨ªa, sin embargo, en que los ranchos deber¨¢n pronunciarse sobre la continuidad del bienestar revolucionario o el regreso al poder de una oposici¨®n ap¨¢trida, vendida al imperialismo yanqui y al gran capital, insensible al dolor del pobre. Me temo que el Gobierno tarda en convocar elecciones porque ya sabe la repuesta.