Apoyo industrial

La aplicaci¨®n del Plan de Transici¨®n energ¨¦tica, vital para cumplir con los objetivos de lucha contra la contaminaci¨®n y decisivo para impulsar la renovaci¨®n de la industria espa?ola, tropieza en la pr¨¢ctica con varios obst¨¢culos financieros y t¨¦cnicos que el Gobierno quiere corregir con un conjunto de medidas contenidas en el Real Decreto Ley aprobado el martes. El primero de esos problemas es el riesgo de que se produzca una espiral especulativa en las inversiones renovables, similar a la que se produjo en tiempos de Zapatero y que acab¨® frustrando una ampliaci¨®n significativa de las energ¨ªas limpias en la producci¨®n y en el consumo final. El Real Decreto Ley pone orden en el tr¨¢mite de solicitud de los permisos de conexi¨®n a la red, reduce el n¨²mero de peticiones (m¨¢s de 430.000 MW para unas necesidades de nueva potencia de 60.000 MW) en funci¨®n de la seriedad con que cumplan dichos tr¨¢mites y se asegura as¨ª que los proyectos sean reales.

El Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica se enfrentaba adem¨¢s a las consecuencias negativas de una ca¨ªda de los precios en el mercado el¨¦ctrico que, en la pr¨¢ctica, operaba como un desincentivo a la inversi¨®n prevista en el cambio de modelo energ¨¦tico. Hasta el a?o 2030 Espa?a necesita unos 90.000 millones de inversi¨®n en energ¨ªas renovables; pero no ser¨¢ posible atraer capital privado si los precios entran en un descenso continuo, como consecuencia precisamente de la entrada de renovables a coste variable pr¨®ximo a cero. El Gobierno ha optado por extender un sistema de renovables que garanticen un precio con independencia de la evoluci¨®n posterior del mercado despu¨¦s de la celebraci¨®n de la subasta. Es una decisi¨®n correcta para afrontar la amenaza de la ca¨ªda de los precios; de hecho, poca cosa m¨¢s se pod¨ªa hacer para que no quede bloqueada la inversi¨®n privada que necesita la transici¨®n energ¨¦tica hasta 2030.

Estas dos decisiones se complementan con una tercera encaminada a garantizar un precio de la electricidad adecuado para la industria. La competitividad de la empresa espa?ola depende, entre otras cosas, de que la energ¨ªa incorporada en la producci¨®n sea lo m¨¢s barata posible. Con frecuencia se argumenta que algunas deslocalizaciones de empresas se deben al elevado coste de la electricidad (caso de Alcoa); y por esa raz¨®n se viene reclamando un estatuto para las empresas cuyo consumo de electricidad es intensivo. El Gobierno ha propuesto un Fondo de Reserva que garantice los precios de los contratos de suministro.

El plan de transici¨®n energ¨¦tica no es s¨®lo un proyecto para reducir la contaminaci¨®n insoportable; tambi¨¦n debe considerarse como una pieza imprescindible en la recuperaci¨®n industrial del pa¨ªs, tanto en t¨¦rminos cuantitativos (alcanzar el 20% del PIB, como pide Europa) como cualitativos. Hay que invertir en producci¨®n con m¨¢s valor a?adido; para ello, es obligado incorporar m¨¢s capital y m¨¢s formaci¨®n por unidad de producto. La transici¨®n desde un sistema energ¨¦tico convencional a uno en el que sean dominantes las energ¨ªas e¨®lica, fotovoltaica o termosolar es la v¨ªa m¨¢s cercana que tiene la industria espa?ola para ganar tama?o y rentabilidad. Las decisiones energ¨¦ticas tomadas el martes son las que conven¨ªa adoptar para asegurar el Plan. Hay detalles mejorables, por supuesto; llegar¨¢ el momento de analizarlos a medida que se aplique el Real Decreto.