Dos gobiernos, dos reyes
Ahora urgen presupuestos y rastreadores, no guillotinas
Un a?o atr¨¢s, en el verano de 2019, S¨¢nchez expon¨ªa un argumento irreprochable para cuestionar la v¨ªa de un Gobierno en coalici¨®n con Podemos: ¡°No necesitamos dos Gobiernos en uno, sino un Gobierno con un mensaje coherente¡±. Poco despu¨¦s enfatizaba: ¡°Es importante un Gobierno con un mensaje coherente y no un cogobierno¡±. Semanas m¨¢s tarde, en septiembre, abocados a la repetici¨®n electoral, el PSOE tuiteaba a S¨¢nchez insistiendo en el temor al Gobierno de coalici¨®n que quer¨ªa Iglesias: ¡°Dos Gobiernos en uno¡±. S¨¢nchez ten¨ªa esa idea bien clara, y un temor acuciante a que sucediera. Despu¨¦s se impuso la aritm¨¦tica parlamentaria, pero esta semana, por dos veces, Podemos ha demostrado que S¨¢nchez ten¨ªa raz¨®n: primero, al desmarcarse de la negociaci¨®n con Ciudadanos; despu¨¦s, a la carga no contra Juan Carlos I, sino contra la monarqu¨ªa. En unos meses, los temores se han confirmado.
Habr¨¢ quien crea que lo que UP pone en evidencia es, por el contrario, que el responsable de que haya dos Gobiernos es S¨¢nchez, al no compartir con sus socios las negociaciones con Cs y tampoco las gestiones con la Casa del Rey. Pero lo sucedido esta semana no es la causa de la divisi¨®n, sino la consecuencia. Ya desatada la pandemia, S¨¢nchez vio a Podemos emprender caceroladas y consignas disolventes contra el Rey a cuenta de los abusos indignos del anterior rey, y ya qued¨® claro que no se pod¨ªa esperar lealtad institucional del partido nacido con l¨®gica antisistema contra el R¨¦gimen del 78. Pero adem¨¢s, S¨¢nchez ha visto c¨®mo Podemos, no s¨®lo En Com¨², maniobraba contra el di¨¢logo hacia el centro aline¨¢ndose con los soberanistas, incluso Bildu, hasta ensalzar a los presos como h¨¦roes de la democracia. As¨ª dif¨ªcilmente cabe, como S¨¢nchez tem¨ªa, un discurso coherente de Gobierno. En cualquier circunstancia, ser¨ªa un error; ante la peor crisis en un siglo, es un disparate delirante.
S¨¢nchez s¨ª ha acertado anclando el debate al Pacto Constitucional, un todo que incluye la monarqu¨ªa parlamentaria, no un Todo a 100 de chucher¨ªas a gusto del consumidor¡ o el legislador. Pero comete un error al tratar de evitar la tensi¨®n con su socio. Eso no cambiar¨¢ nada. Como en la f¨¢bula del alacr¨¢n y la rana, UP no podr¨¢ resistir su naturaleza; y ya andan enredando con un proceso constituyente. Por el contrario, todo esto abona las sospechas de que S¨¢nchez le est¨¦ facilitando ese juego incendiario ¡ªdenigrar la salida de Juan Carlos I como una fuga destinada a evadirse de la justicia, falseando lo negociado por La Moncloa¡ª para distraer a la sociedad de la gesti¨®n desastrosa de la pandemia. Sea como sea, resulta de una irresponsabilidad may¨²scula permitir que Podemos aproveche la crisis econ¨®mica y social, provocada por la crisis sanitaria, para dirigir el descontento contra la monarqu¨ªa provocando adem¨¢s una crisis institucional. Ahora urgen presupuestos y rastreadores, no guillotinas. As¨ª pues, S¨¢nchez ha de exigir m¨¢xima transparencia al Rey respecto al rey em¨¦rito ¡ªde no hacerlo, parecer¨¢ que a La Moncloa le beneficia ese oscurantismo¡ª y adem¨¢s exigir a Podemos una lealtad inexcusable desde el Gobierno. Si a¨²n puede evitar, como ¨¦l tem¨ªa, que sean dos Gobiernos.
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