La fracasada estrategia de la defensa pol¨ªtica de Uribe
Son meses intensos los que le deparan a Colombia y no solo por los efectos econ¨®micos que trajo la pandemia del nuevo coronavirus
El uribismo ha marcado la vida pol¨ªtica de Colombia por cerca de 20 a?os. Un populismo de derecha radical que se ha caracterizado por catalizar el odio y el miedo a las guerrillas, particularmente a las extintas FARC, con ello ha cometido todo tipo de excesos contra el Estado de Derecho, y al menos, hasta hace unos d¨ªas, hab¨ªan salido impunes. Ahora, por primera vez, un proceso judicial toca a su m¨¢ximo jefe, el expresidente ?lvaro Uribe. La pregunta es por la vida de la derecha sin Uribe y, particularmente, por el futuro del Centro Democr¨¢tico con Uribe preso.
Entre 2002 y 2010 el entonces presidente Uribe gobern¨® con la bancada de la parapol¨ªtica. Al menos el 30% del Congreso, para esas fechas, fue elegido gracias al apoyo paramilitar, incluso el propio primo de ?lvaro Uribe, el se?or Mario Uribe, fue condenado por relaciones con grupos paramilitares. Esa bancada de la parapol¨ªtica sirvi¨® para transformar la Constituci¨®n colombiana. Tambi¨¦n, varios esc¨¢ndalos de corrupci¨®n tienen a exfuncionarios del Gobierno de entonces presos. Conspiraciones contra la Corte Suprema y lo que ser¨ªan miles de casos de falsos positivos o ejecuciones extrajudiciales, es decir, los asesinatos de civiles colombianos a manos de las Fuerzas Militares y presentados como guerrilleros para mejorar las estad¨ªsticas de efectividad de la guerra que libraba el Gobierno contras las FARC son solo algunos de los esc¨¢ndalos que envuelven a ?lvaro Uribe y su c¨ªrculo cercano. Pero nada de eso hab¨ªa tocado al expresidente. Sin embargo, hace unos d¨ªas, luego de varios a?os de investigaci¨®n, por un tema que se conoce como volteo de testigos, ?lvaro Uribe, fue llevado a detenci¨®n domiciliaria.
La estrategia de defensa del uribismo ha sido la de siempre, basada en cuatro puntos: 1. Victimizar al expresidente, esto es, decir que lo persiguen y que todo es una milim¨¦trica estrategia de los enemigos de Uribe. 2. Culpar a las FARC (guerrilla que ya no existe), a la ¡°nueva generaci¨®n de las FARC¡± y a sus aliados. 3. El Gobierno de Iv¨¢n Duque y el partido que lo respalda se encargar¨¢n de mantener vivo pol¨ªticamente a Uribe y har¨¢n, de su defensa judicial, su agenda pol¨ªtica. 4. Agitar las calles con la intenci¨®n de que eso los potencie para las elecciones de 2022.
Aunque la estrategia, por a?os, fue exitosa, ha comenzado a ser sin¨®nimo de fracaso. Hace unos d¨ªas dos encuestas en Colombia revelaron que la mayor¨ªa de los colombianos est¨¢ de acuerdo con la detenci¨®n domiciliaria del expresidente. Incluso, la imagen de Uribe, que hace una d¨¦cada era positiva hasta con un 80% y la negativa nunca fue superior al 30%, ahora se ha invertido. Por ejemplo, en la encuesta de Datexco, la imagen positiva del expresidente es de 29% y la negativa es superior al 60%, lo que muestra la baja efectividad de su estrategia.
El tema de fondo es que las FARC no existen como guerrilla y la estrategia del miedo ya no les funciona. La poblaci¨®n ya no les cree. Es algo as¨ª como si Uribe le estuviera hablando a la sociedad de hace 15 o 20 a?os pero no a la sociedad actual. Incluso, en los discursos del uribismo pareciera que a?oran la existencia de las FARC, es como si quisieran que revivieran para tener efectividad en su discurso.
Adem¨¢s, la estrategia de hacer de la defensa de ?lvaro Uribe la agenda de Gobierno puede resultar relativamente rentable para el partido pol¨ªtico pero no para el Gobierno, inmolarse en un ataque al Estado de derecho no le saldr¨¢ bien. El presidente parece estar preso del sector m¨¢s radical de su partido y a¨²n no es claro el desenlace de la estrategia del uribismo y del Gobierno. Ser¨¢n meses intensos los que le deparan a Colombia y no solo por los efectos econ¨®micos que trajo la pandemia del nuevo coronavirus.
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