Por la libertad
Solo desde la fortaleza y un coraje ejemplares se puede afrontar una barbarie como la decapitaci¨®n de un profesor en Francia
La decapitaci¨®n de un profesor en Francia por un terrorista islamista no es solo un atentado espeluznante contra una vida humana, sino un ataque a la laicidad, a la libertad de expresi¨®n, de pensamiento y a la instituci¨®n de la ense?anza, pilares de los valores republicanos que el pa¨ªs vecino puede enarbolar con orgullo en una Europa democr¨¢tica.
El terrorismo islamista ha venido desafiando con virulencia esos valores y la convivencia en Francia en los ¨²ltimos a?os. Los atentados indiscriminados contra los miembros de la revista Charlie Hebdo, contra los turistas y paseantes que se congregaban a ver unos fuegos artificiales en Niza o contra los clientes de la discoteca Bataclan y otros locales, por mencionar los m¨¢s emblem¨¢ticos, han supuesto una arremetida frontal contra la tolerancia y el modo de vida en el pa¨ªs. En las ¨²ltimas semanas, el inicio del juicio contra los sospechosos del atentado contra la revista por publicar unas caricaturas de Mahoma fue el contexto elegido para un nuevo ataque a la libertad de expresi¨®n. Charlie Hebdo no solo ha sufrido la p¨¦rdida de sus principales creadores y de un equipo humano insustituible, sino que ha mantenido su valent¨ªa intacta hasta el punto de volver a publicar las caricaturas en v¨ªsperas de ese juicio. El poder de la s¨¢tira como instrumento de la inteligencia y la libertad frente a la intolerancia ha encontrado una heroicidad fuera de lo com¨²n en la revista. El caso del profesor salvajemente decapitado el viernes despu¨¦s de dar una clase a sus alumnos sobre la libertad de expresi¨®n y de exponer el caso de las caricaturas de Mahoma se suma ahora, desgraciadamente, a este campo de batalla por los valores republicanos que nunca debi¨® ser sangriento, sino pac¨ªfico y que solo debi¨® librarse en el terreno de los argumentos. El presidente Macron ha defendido esos valores republicanos, incluida la escuela. Es vital que, frente a los discursos del odio tentados por el terrorismo, la Francia y la Europa democr¨¢ticas mantengan una calma, una fortaleza y un coraje ejemplares ante la barbarie. Solo desde ah¨ª puede defenderse la libertad.
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