El envejecimiento: una noticia agridulce para Latinoam¨¦rica
El aumento de la edad media en la regi¨®n supone desaf¨ªos para la sostenibilidad de los sistemas de protecci¨®n social
Am¨¦rica Latina es una regi¨®n joven, pero la juventud no es eterna. Actualmente, aproximadamente el 8% de los latinoamericanos son mayores de 65 a?os, en contraste con casi el 20% en Europa. Para 2050, sin embargo, la regi¨®n alcanzar¨¢ los valores del viejo continente y, para finales de siglo, la proporci¨®n de mayores de 65 a?os superar¨¢ el 30%.
De todas formas, el envejecimiento es fundamentalmente una buena noticia, aunque no todo es necesariamente positivo. Por un lado, indica que los latinoamericanos est¨¢n viviendo y vivir¨¢n vidas m¨¢s largas y saludables. Pero la otra cara de la moneda, como muestra la experiencia europea de las ¨²ltimas d¨¦cadas, es que el envejecimiento supone desaf¨ªos para la sostenibilidad de los sistemas de protecci¨®n social.
Los desaf¨ªos del envejecimiento se hacen m¨¢s severos en Am¨¦rica Latina como consecuencia de informalidad estructural de la regi¨®n, que alcanza a aproximadamente el 60% de los trabajadores y deja un resultado preocupante: solo 4 de cada 10 trabajadores realizan aportes a la seguridad social. La informalidad reduce la base de contribuyentes, que es equivalente al envejecimiento que se producir¨¢ en los pr¨®ximos 40 a?os. Puesto de otra forma, Am¨¦rica Latina tiene m¨¢s trabajadores potenciales para financiar la protecci¨®n social al adulto mayor que Europa, pero esta ventaja no se puede concretar debido a la informalidad.
Al desaf¨ªo de la informalidad se suma el fen¨®meno contempor¨¢neo del cambio tecnol¨®gico acelerado. La creciente automatizaci¨®n de los trabajos podr¨ªa suponer un golpe adicional a trayectorias laborales de por s¨ª inestables de los trabajadores latinoamericanos, en especial entre aquellos que realizan tareas rutinarias, lo que har¨¢ m¨¢s dif¨ªcil alcanzar los a?os m¨ªnimos de contribuci¨®n para acceder a una pensi¨®n.
Pero las nuevas tecnolog¨ªas tambi¨¦n pueden traer impactos positivos en los esquemas de protecci¨®n social. La irrupci¨®n del empleo de plataformas digitales (desde los servicios de transporte de pasajeros y bienes, al comercio electr¨®nico) puede suponer una oportunidad para aumentar la formalidad. De hecho, seg¨²n la Encuesta CAF, aproximadamente uno de cada diez trabajadores latinoamericanos hab¨ªa prestado alg¨²n servicio a trav¨¦s de una plataforma digital en el ¨²ltimo mes. A su vez, la proporci¨®n de trabajadores que realiza aportes es mayor entre aquellos que prestan servicios para plataformas digitales que entre los que no lo hacen y se desempe?an como trabajadores independientes.
En cuanto a las pensiones, una de las principales variables de bienestar para los adultos mayores, la regi¨®n ha registrado importantes avances en los ¨²ltimos a?os, especialmente gracias a la expansi¨®n de los programas de pensiones no contributivas. Entre 2000 y 2016, el n¨²mero de pa¨ªses con pensiones no contributivas pas¨® de 7 a 26 y en al menos diez pa¨ªses la cobertura aument¨® m¨¢s de 20 puntos porcentuales. A pesar de estos avances, en la mayor¨ªa de los pa¨ªses todav¨ªa existen proporciones importantes de la poblaci¨®n de adultos mayores que no cobra una pensi¨®n, y es necesario expandir a¨²n m¨¢s los programas no contributivos. En algunos pa¨ªses tambi¨¦n es necesario reforzar los montos de estos programas, de forma que efectivamente eviten situaciones de pobreza entre sus beneficiarios.
En el ¨¢rea de la salud, en la mayor¨ªa de los pa¨ªses existen brechas importantes de cobertura de servicios y de protecci¨®n financiera en comparaci¨®n con los pa¨ªses desarrollados. Buena parte de esas brechas podr¨ªa cerrarse aumentando los niveles de eficiencia del gasto en salud. Para esto, es necesario avanzar en la integraci¨®n de los sistemas de aseguramiento y provisi¨®n de servicios que presentan una fragmentaci¨®n muy alta. En cuanto a los cuidados de largo plazo, salvo excepciones, los pa¨ªses no han desarrollado pol¨ªticas p¨²blicas sistem¨¢ticas y el gasto p¨²blico en esta ¨¢rea es insignificante. Aqu¨ª el desaf¨ªo consiste en ir gradualmente implementando pol¨ªticas de cuidados, lo que deber¨¢ ir acompa?ado de recursos fiscales crecientes.
En mayor o menor medida, el envejecimiento traer¨¢ desaf¨ªos para todos los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina. Las potenciales reformas que garanticen una protecci¨®n social al adulto mayor deber¨¢n construirse en base a consensos amplios. Para esto es clave cuantificar, medir y comunicar los desaf¨ªos existentes y adoptar un enfoque que consolide la sostenibilidad pol¨ªtica de las reformas y combine instrumentos tales como los a?os y montos de aportes, las tasas de reemplazo/beneficios, o la extensi¨®n de la base de contribuyentes, y que tambi¨¦n compense a potenciales perdedores.
Si bien las necesidades de protecci¨®n al adulto mayor ser¨¢n crecientes, la regi¨®n tiene otras demandas de asistencia social que no puede descuidar, como la elevada pobreza entre ni?os y j¨®venes. Las necesidades de protecci¨®n social al adulto mayor deber¨¢n entonces ser compatibles con la atenci¨®n de los otros grupos sociales y etarios vulnerables. Si bien la juventud no es eterna, debemos cuidarla porque condiciona la calidad de vida en la edad adulta.
Pablo Sanguinetti es vicepresidente de Conocimiento en CAF-Banco de Desarrollo de Am¨¦rica Latina.
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