Poder Judicial: lealtad al sistema

El bloqueo a la renovaci¨®n de los vocales del Consejo General del Poder Judicial sigue ah¨ª y, no solo profundiza una crisis institucional que dura ya m¨¢s de dos a?os, sino que ha provocado una serie de iniciativas que, con la voluntad de despejar el horizonte, podr¨ªan embrollar la salida de la crisis. En el ¨²ltimo episodio de este inquietante pulso de poder, una mayor¨ªa de vocales del Consejo suscribi¨® el jueves una declaraci¨®n en la que acusa a la Mesa del Congreso ¡ªdonde el PSOE y Unidas Podemos (UP) tienen mayor¨ªa¡ª de atentar contra la separaci¨®n de poderes al impedir que el Gobierno de los jueces informe en sede parlamentaria sobre la proposici¨®n de ley impulsada por la coalici¨®n gubernamental que pretende limitar sus funciones durante los periodos de interinidad. Es importante subrayar que esa proposici¨®n de ley y la correspondiente denuncia no se hubieran producido nunca si el PP no mantuviera, incumpliendo las obligaciones que marca la Constituci¨®n, su rotunda negativa a renovar los vocales si UP participa de alg¨²n modo en el proceso. El origen del bochornoso enquistamiento del problema es ese, y el bloqueo ha forzado a Bruselas a poner la lupa en el funcionamiento de las instituciones en Espa?a.

A principios de diciembre, la Comisi¨®n Europea ya se refiri¨® al proyecto de limitar las funciones de un Consejo interino y advirti¨® al Gobierno de Pedro S¨¢nchez que antes de emprender una reforma que afecta al sistema judicial hiciera las consultas que fueran necesarias con todos los actores relevantes, y tambi¨¦n con la oposici¨®n y la Comisi¨®n de Venecia, el organismo encargado de velar por el respeto al Estado de derecho en la Uni¨®n.

El primer paso que dieron PSOE y UP para romper la interinidad del Consejo fue presentar una proposici¨®n de ley que, entre otras cuestiones, ten¨ªa como objetivo que se renovaran los vocales con mayor¨ªa parlamentaria absoluta y no con la reforzada de tres quintos que rige actualmente. Ese proyecto era un error y fue criticado en Bruselas. Pedro S¨¢nchez lo retir¨® con buen tino tras el discurso de Pablo Casado, durante la moci¨®n de censura que present¨® Vox, que parec¨ªa abrir v¨ªas al entendimiento.

No lo hubo y la nueva proposici¨®n que presentaron PSOE y UP, al constatar que el PP se empecinaba en el bloqueo, tiene m¨¢s recorrido porque apunta a la distorsi¨®n de que un Poder Judicial interino, y cuya mayor¨ªa no se ajusta a la composici¨®n actual del Parlamento, siga haciendo nombramientos estando en funciones. Este argumento tiene l¨®gica, y otros poderes tienen l¨ªmites marcados en situaci¨®n de interinidad. Pero s¨ª es cierto que ser¨ªa oportuno proceder dando voz institucional a los distintos actores, como apunt¨® Bruselas. Existen para ello procedimientos tasados, que no necesariamente encajan con las pretensiones de la mayor¨ªa los miembros del actual Consejo.

Sin embargo, esto no puede desviar la atenci¨®n del n¨²cleo del problema, la obligaci¨®n del PP de cumplir sus obligaciones constitucionales. El bloqueo en la renovaci¨®n del ¨®rgano de gobierno de los jueces es una pesadilla que levanta sospechas sobre las instituciones. Es una anomal¨ªa inaceptable que siga nombrando cargos como si nada ocurriera. El PP deber¨ªa cambiar su posici¨®n.