En busca de la angloesfera
Estamos ante una visi¨®n desfasada que adolece de una profunda contradicci¨®n interna: la actitud de rivalidad hacia la UE, a pesar de los estrechos v¨ªnculos existentes
El Gobierno de Boris Johnson se prepara para anunciar la buena nueva. El informe que definir¨¢ el lugar que aspira a ocupar el Reino Unido en el mundo tras el Brexit: el an¨¢lisis integrado que concreta la hoja de ruta de la visi¨®n Global Britain.
Su n¨²cleo ideol¨®gico remite al concepto de la angloesfera, una comunidad de intereses forjada en torno a una lengua com¨²n, el ingl¨¦s, y sus valores asociados: defensa de la democracia y disposiciones geopol¨ªticas compartidas. Compuesta, adem¨¢s del Reino Unido, por Canad¨¢, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. A su alrededor orbitan las naciones asi¨¢ticas y africanas en la estela de la Commonwealth. La f¨®rmula, ambiciosa donde las haya, permite, una vez sueltas las amarras comunitarias, anclar en dos continentes: Am¨¦rica del Norte y Asia-Pac¨ªfico. Por ahora s¨®lo la alianza de inteligencia Cinco Ojos recoge la colaboraci¨®n de la Angloesfera. Se buscar¨ªa ampliar el marco de interacci¨®n a otras ¨¢reas y pa¨ªses, unidos por un adversario com¨²n: China y su sinoesfera. Lo que explicar¨ªa la decisi¨®n del Gobierno de Johnson de prohibir la utilizaci¨®n de tecnolog¨ªa de Huawei adoptada el pasado verano.
Asia es el futuro. Dentro de Asia, la India retiene el aliciente que le llev¨® a ser la joya de la Corona. El viaje de Johnson para asistir como invitado de honor de Modi el d¨ªa de la Rep¨²blica, cancelado por la evoluci¨®n de la covid, ten¨ªa previsto cerrar un plan de acci¨®n conjunto de cara a la pr¨®xima d¨¦cada. El sudeste asi¨¢tico constituye el mercado de exportaci¨®n que m¨¢s crece en el Reino Unido, y como defiende un documento de la ASEAN, el Brexit generar¨¢ importantes beneficios al posibilitar acuerdos comerciales m¨¢s favorables de los establecidos con la UE. El siguiente paso en la direcci¨®n asi¨¢tica podr¨ªa ser la incorporaci¨®n del Reino Unido al acuerdo comercial CPTPP.
Cierto, el Reino Unido cuenta con numerosos activos y buenas redes institucionales e internacionales. Pero la concepci¨®n de la angloesfera no deja de ser la pretensi¨®n de ahormar el orden mundial al molde del antiguo imperio brit¨¢nico. Una visi¨®n desfasada que adolece de una profunda contradicci¨®n interna: la actitud de rivalidad hacia la UE, a pesar de los estrechos v¨ªnculos existentes, y con la que dif¨ªcilmente puede alcanzar niveles de paridad, algo que tienen en cuenta los pa¨ªses asi¨¢ticos. Asimismo, la consumaci¨®n del Brexit le pilla con el paso cambiado en un momento de reconfiguraci¨®n del orden global y transformaciones impensables en el momento del refer¨¦ndum. La globalizaci¨®n poscovid adopta nuevas formas: un repliegue proteccionista en lo comercial, una cooperaci¨®n imperativa en el cambio clim¨¢tico. Lo acabamos de ver con la firma de Joe Biden de los decretos Buy American y de reincorporaci¨®n al Acuerdo de Par¨ªs.
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