¡®Proc¨¦s¡¯, San Valent¨ªn y la broma infinita
Se pensaba que la realidad obligar¨ªa a las fuerzas independentistas a reconocer abiertamente sus errores. No ha sido as¨ª
Como todo el mundo sabe, el proc¨¦s no ha sucedido y no se acaba nunca. Se pensaba que la realidad obligar¨ªa a las fuerzas independentistas a reconocer abiertamente sus errores. No lo han conseguido el fracaso de la estrategia, la fractura social, la par¨¢lisis legislativa, la destrucci¨®n del sistema de partidos, la decadencia econ¨®mica, el destrozo institucional: ni siquiera la pandemia. La herida narcisista es demasiado f¨¦rtil.
En algunos casos, como Junts, los rasgos xen¨®fobos y locoides se presentan como prueba de virtud. En otros, como Esquerra, hay un replanteamiento de la estrategia mientras se mantienen los fines, pero no se puede decir del todo. Algunos pretenden regresar a un oasis que nunca existi¨®: un proyecto de construcci¨®n nacional que viv¨ªa en una atm¨®sfera de censura social, falsas promesas de integraci¨®n y falsificaci¨®n de las preferencias, donde el discurso p¨²blico no coincid¨ªa con el privado, y donde se constru¨ªa una imagen falsa y homog¨¦nea de la sociedad catalana. Como se?ala en su brillante 2017 (Deusto) David Jim¨¦nez Torres, hay una tendencia a pensar que Espa?a es artificial y los nacionalismos perif¨¦ricos son emanaciones naturales. Los s¨ªmbolos constitucionales deben ser pudorosos para evitar confusiones, mientras que concepciones rom¨¢nticas que reciclan leyendas medievales nos parecen respetables y progresistas (aunque entendemos mejor el procedimiento cuando lo hace Vox). Con esa disonancia cognitiva vamos tirando.
Conocemos el mundo al que conducen los Gobiernos independentistas: un experimento zombi. Una coalici¨®n de composici¨®n similar al Gobierno central tendr¨ªa un riesgo y una certeza: Esquerra optar¨ªa por la irresponsabilidad y la traici¨®n. Es una garant¨ªa. Por desgracia, todas las maniobras de distensi¨®n se plantean de la misma manera: que el Estado d¨¦ m¨¢s cosas a los nacionalismos y asimilados; por alguna raz¨®n, se tiene la esperanza de que esta vez no las usar¨¢n contra el Estado. Supuestos federalistas defienden la competici¨®n siempre y cuando ganen ellos. Adem¨¢s de la broma infinita del proc¨¦s y las consecuencias tremendas de la pandemia, est¨¢ pendiente el reconocimiento de la diversidad interna de Catalu?a, la neutralidad de las instituciones y el respeto a los derechos ling¨¹¨ªsticos, y el fin de una situaci¨®n delirante donde se considera que la posici¨®n moderada es la ignorancia sistem¨¢tica de las resoluciones judiciales. @gascondaniel
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