La Europa que quiere Espa?a
La salida de Merkel puede dejar un hueco en t¨¦rminos de impulso europeo que aquellos Estados m¨¢s comprometidos con los fundamentos de la integraci¨®n deber¨ªan estar dispuestos a ocupar
La creaci¨®n y desarrollo de Europa como expresi¨®n de una democracia supranacional no ha estado exenta de dificultades. Adem¨¢s, este proyecto configurado a modo de Gobierno multinivel no resulta f¨¢cil de explicar ni de comprender por la ciudadan¨ªa, menos a¨²n en un contexto de transformaci¨®n como el presente y de incertidumbre sobre el futuro. Con todo, la aceleraci¨®n de los cambios a los que se enfrenta el mundo exige pensar de manera urgente aquellos elementos que requieran ser ...
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La creaci¨®n y desarrollo de Europa como expresi¨®n de una democracia supranacional no ha estado exenta de dificultades. Adem¨¢s, este proyecto configurado a modo de Gobierno multinivel no resulta f¨¢cil de explicar ni de comprender por la ciudadan¨ªa, menos a¨²n en un contexto de transformaci¨®n como el presente y de incertidumbre sobre el futuro. Con todo, la aceleraci¨®n de los cambios a los que se enfrenta el mundo exige pensar de manera urgente aquellos elementos que requieran ser adaptados para relanzar un modelo pol¨ªtico de integraci¨®n que representa mejor que ning¨²n otro el compromiso de la Uni¨®n y de sus veintisiete Estados con el bienestar de los europeos.
Desde esta premisa, el Consejo Europeo acord¨® en una reuni¨®n de 2019 impulsar una Conferencia sobre el Futuro de Europa orientada a colocar a los ciudadanos en el centro del debate europeo con el prop¨®sito de que sus posiciones fueran debidamente escuchadas. La idea, en su concepci¨®n originaria, pasaba por prolongar este ejercicio hasta 2022 bajo presidencia francesa y, a continuaci¨®n, realizar una reforma de los Tratados europeos. Aunque la propuesta inicial era haber inaugurado esta Conferencia el pasado 9 de mayo ¡ªcoincidiendo con el 70? aniversario de la Declaraci¨®n Schuman¡ª la pandemia (y los m¨²ltiples desencuentros institucionales) han ido aplazando su puesta en marcha de manera dif¨ªcilmente justificable. En cualquier caso, todo invita a pensar que los trabajos pueden dar comienzo sin tardar demasiado.
A este respecto, me parece pertinente preguntarse por la propia visi¨®n que Espa?a como pa¨ªs va a sostener en el marco de esta Conferencia sobre el Futuro de Europa, m¨¢s all¨¢ de conocer todos los instrumentos que las Administraciones dise?en para favorecer un rico intercambio de ideas, adem¨¢s de incentivar el debate y la participaci¨®n ciudadana a trav¨¦s de la sociedad civil. Pues bien, es precisamente la hip¨®tesis de que todo esto acabe en una reforma del marco jur¨ªdico europeo lo que convierte a la Conferencia en un elemento estrat¨¦gico para que los Estados (y, en el caso de Espa?a, tambi¨¦n las comunidades aut¨®nomas) vayan sedimentando aquellas iniciativas que podr¨ªan escalar al texto de los tratados, haciendo finalmente posible esa Europa que queremos y necesitamos.
En este contexto en el que se debate la configuraci¨®n pol¨ªtica futura de Europa, Francia sugiere posiciones muy ambiciosas para la Uni¨®n en torno al concepto de ¡°soberan¨ªa europea¡± como narrativa que concentra las ideas de independencia, potencia e identidad que la Uni¨®n dice perseguir. Y Espa?a¡ ?Qu¨¦ piensa? La pregunta no es ret¨®rica. Articular una respuesta y que el presidente del Gobierno la haga p¨²blica ante una audiencia europea bien elegida contribuir¨¢ a reforzar nuestro liderazgo dentro de la Uni¨®n. Tengamos presente que la salida de Angela Merkel de la canciller¨ªa alemana puede dejar un hueco en t¨¦rminos de impulso europeo que aquellos Estados m¨¢s comprometidos con los fundamentos de la integraci¨®n deber¨ªan estar dispuestos a ocupar. De ah¨ª la importancia de tener claro qu¨¦ Europa quiere Espa?a y qu¨¦ Europa conviene a Espa?a Y, tan importante como todo lo anterior, ?con qui¨¦nes queremos hacer esa Europa realidad?