Una contraproducente propuesta sobre el BCE
La condonaci¨®n de la deuda p¨²blica en manos de Banco Central Europeo causar¨ªa m¨¢s da?os que beneficios
Un centenar de economistas europeos han avivado el debate sobre la propuesta de anular la deuda p¨²blica que est¨¢ en poder del BCE. Su idea es simple y atractiva: nos debemos el dinero a nosotros mismos, as¨ª que perdon¨¦monos nuestras deudas. A cambio, que los Estados se comprometan a invertir una cantidad equivalente para la reconstrucci¨®n econ¨®mica (sin aclarar si para eso volver¨¢n a endeudarse). Aunque interesante desde el punto de vista acad¨¦mico, no es una propuesta viable y puede resultar contraproducente. La primera l¨ªnea de contestaci¨®n es que ser¨ªa ilegal llevarla a cabo. Desde luego, puede ir contra el esp¨ªritu de los Tratados, que vetan la financiaci¨®n monetaria de los Gobiernos (que los bancos centrales creen dinero para pagar los gastos) que tantas espirales de inflaci¨®n y devaluaciones ha desatado en el mundo. Pero una conversi¨®n de la deuda en perpetua sin intereses o alguna otra f¨®rmula de cancelaci¨®n podr¨ªa encontrar acomodo jur¨ªdico al interpretar unas leyes que han permitido, por ejemplo, la compra masiva de deuda por el BCE.
M¨¢s calado tienen las objeciones econ¨®micas. Una cancelaci¨®n de deuda podr¨ªa resultar econ¨®micamente beneficiosa solo en un mundo en que no da?ase la credibilidad del BCE como garante de la estabilidad monetaria. Pero si se ha pecado una vez, ?por qu¨¦ no habr¨ªa de repetirse? ?Y por qu¨¦ no pedir a otros tenedores que perdonen tambi¨¦n parte de su deuda? Aparte de la amenaza de tensiones inflacionistas, la erosi¨®n de la credibilidad del BCE y de los Tesoros encarecer¨ªa las futuras emisiones e impedir¨ªa a pa¨ªses como Espa?a seguir cobrando por financiarse en momentos en que el d¨¦ficit p¨²blico es muy alto y es necesario apelar a los mercados. Volver¨ªamos a hablar de las primas de riesgo. La carga de costes financieros en los presupuestos acabar¨ªa siendo m¨¢s alta que antes de la condonaci¨®n.
Con todo, la mayor objeci¨®n es pol¨ªtica. Europa ha dado pasos de gigante ante esta crisis. El BCE no solo mantiene los tipos de inter¨¦s en negativo, sino que ha comprado deuda a mansalva y ha proporcionado unas condiciones financieras sin las que ser¨ªa imposible financiar el esfuerzo de los Gobiernos frente al golpe econ¨®mico de la pandemia. Y los Estados han acordado la emisi¨®n conjunta de deuda, unos eurobonos que hace poco parec¨ªan ciencia ficci¨®n. Tambi¨¦n han creado un voluminoso fondo para financiar la recuperaci¨®n e impulsar las reformas. Los cantos de sirena con una soluci¨®n f¨¢cil y r¨¢pida de los problemas mediante artificios contables de efectos m¨¢s que dudosos pueden generar una reacci¨®n contraria en los pa¨ªses m¨¢s reacios a mutualizar deudas, dificultar que se avance en la coordinaci¨®n de las pol¨ªticas fiscales y econ¨®micas y hasta poner en un brete la pol¨ªtica monetaria extraordinariamente expansiva del BCE.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.