Valiente imputaci¨®n II
De los muertos en combate durante el Gobierno Uribe, ?la mitad fueron falsos positivos?
Se ve¨ªa venir. Ahora el turno es para las fuerzas del Estado y sus cr¨ªmenes dentro del conflicto. El informe de la Justicia Especial para la Paz, la jurisdicci¨®n transicional que surgi¨® de los acuerdos de paz, dio a conocer sus avances en torno a las ejecuciones extrajudiciales en Colombia. El resultado: la prueba de c¨®mo en la guerra la degradaci¨®n los incluy¨® a todos, guerrilleros, militares y m¨¢s. No fueron, dice la JEP, 2.248, sino 6402 personas asesinadas, 4.154 inocentes m¨¢s, j¨®venes, incluso discapacitados, para cobrarlos como triunfos ante del jefe militar y ganarse si acaso mil d¨®lares adicionales como incentivo.
La JEP, como hiciera en el caso de las imputaciones al secretariado de la FARC por sus secuestros, revela ahora el informe sobre la manera sistem¨¢tica, s¨ª, sistem¨¢tica y no como actos de algunas manzanas podridas, en que, en Colombia, desde los batallones, se asesin¨® al mayor n¨²mero de j¨®venes entre 2002 y 2007 durante el Gobierno del expresidente ?lvaro Uribe.
?De d¨®nde saca la JEP una cifra tan inimaginable? Seg¨²n el documento de 38 p¨¢ginas, tienen determinados los casos con nombre y c¨¦dula, y la evidencia en este caso es muy importante para demostrar que no se trata de informes con sesgo pol¨ªtico, sino informaci¨®n probada, as¨ª como se estableci¨® por ejemplo con los cuerpos encontrados en un cementerio de Antioquia, en Dabeiba, a donde los propios militares condujeron a los investigadores para exhumarlos. Para llegar a esta cifra, el tribunal ha recibido informaci¨®n de m¨¢s de 200 militares.
Es fundamental saber detalladamente por qu¨¦ 4.154 homicidios no se conocieron por m¨¢s de 10 o 12 a?os desde cuando estall¨® el esc¨¢ndalo de los j¨®venes desaparecidos y asesinados de Soacha. Es cierto que se trata de colombianos humildes, de esas vidas que poco existen para los otros, pero que sus muertes tampoco fueran reveladas cuando los desaparecieron, los uniformaron, y luego los presentaron como ca¨ªdos en combate, resulta por lo menos muy oscuro. ?Alguien logra desaparecerlos as¨ª? Falta mucho por saberse en este caso. ?O de los muertos en combate durante el Gobierno Uribe, la mitad fueron falsos positivos?
La directiva del asesinato tiene por n¨²mero el 029 del 17 de noviembre de 2005 cuando era ministro de defensa Camilo Ospina y se crearon los llamados incentivos para los militares que dieran de baja a miembros de estructuras armadas ilegales. Los casos seg¨²n el informe de la JEP empezaron a bajar en 2007 con el ministro de defensa Juan Manuel Santos y el viceministro entonces, Sergio Jaramillo y la renuncia del comandante del ej¨¦rcito. Pero volvieron a incrementarse en 2008 en el Catatumbo colombiano.
El informe de la JEP es el resultado de la investigaci¨®n hasta el momento en 10 departamentos del pa¨ªs con el mayor n¨²mero de casos, el 78% del total y donde se concentran por ejemplo las divisiones primera, segunda, cuarta y s¨¦ptima, la cuarta brigada del Ej¨¦rcito en Antioquia y el Comando Caribe Conjunto No. 1, el mecanizado Juan Jos¨¦ Rond¨®n, estos ¨²ltimos comandados por los comandantes de Mario Montoya y Nicasio Mart¨ªnez, tan enredados en tantos temas incluyendo el espionaje telef¨®nico o chuzadas, tambi¨¦n los ubicados en las cercan¨ªas del Batall¨®n la Popa en el Cesar, con un importante n¨²mero de v¨ªctimas ind¨ªgenas. As¨ª como las brigadas de artiller¨ªa no. 4 del coronel Jorge Eduardo S¨¢nchez y Juan Carlos Barrera.
La reacci¨®n, la esperada. Lo de las FARC, si es cierto, imperdonable. ¡°Lo de los militares tiene un sesgo pol¨ªtico y me est¨¢n haciendo da?o¡±, ha dicho Uribe, en medio de un pa¨ªs donde cada d¨ªa se profundiza la ruptura y se hace necesario proteger el trabajo de la JEP que tiene el desaf¨ªo de hacer transparente cada palabra de sus informes para no ahondar en las divisiones y alcanzar el prop¨®sito de la verdad.
Ojal¨¢ los pol¨ªticos de la izquierda ahora unidos en el llamado Pacto Hist¨®rico, los del centro que est¨¢n anunciando la coalici¨®n de la esperanza, los exalcaldes y exgobernadores que empiezan a unirse en la llamada centro derecha, de cara a las elecciones de 2022, tengan la claridad de ver lo que se est¨¢ empezando a conocer, que deber¨¢ probarse, y que tendr¨¢ un efecto devastador, pero asimismo de enormes posibilidades para la sociedad que tendr¨¢ que conducir cualquiera de los que ahora se est¨¢n ocupando de sus mec¨¢nicas electorales.
Y todo esto pas¨® mientras llegaban a Colombia las primeras 50.000 dosis de la vacuna contra la covid-19 y el Gobierno nacional hizo todo un espect¨¢culo de visibilidad de su gesti¨®n por conseguir la vacuna con fotos y videos de las cajas de las vacunas bajando de un avi¨®n de DHL; algunos alcaldes incluso les agarraron la manito a los m¨¦dicos mientras recib¨ªan el pinchazo de la dosis de la vida. A Colombia llegaron por fin las primeras vacunas y a Marte, la misi¨®n de la NASA. As¨ª somos ac¨¢ en esta tierra que se ve tan lejos de las estrellas.
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