6.402 razones m¨¢s
La derecha colombiana debe pensarse m¨¢s all¨¢ de ?lvaro Uribe
Una de las frases que se utiliza en cualquier contexto es: ¡°la historia se encargar¨¢ de juzgarlo¡±. Tal vez esto aplica para el expresidente colombiano ?lvaro Uribe. Para muchos, es un salvador de Colombia, con un legado hist¨®rico y que marcar¨¢ muchas generaciones. Pero para la mayor¨ªa de los colombianos hay una imagen negativa del expresidente, y su pasado se liga m¨¢s a temas ilegales que a asuntos heroicos. El listado de cuestionamientos es amplio y cada vez pesan m¨¢s sobre su espalda y la de su partido.
En la ¨²ltima semana, la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz, el ¨®rgano surgido del acuerdo de paz entre el Estado colombiano y la entonces guerrilla de las FARC en 2016, con el objetivo de esclarecer los hechos que se cometieron en el marco del conflicto y que busca satisfacer a las v¨ªctimas en materia de verdad y justicia, emiti¨® un auto que daba una cifra espantosa. En los ocho a?os del gobierno de ?lvaro Uribe, entre 2002 y 2010, se habr¨ªan cometido al menos 6.402 ejecuciones extrajudiciales, conocidos popularmente como casos de falsos positivos. Eso significa que las fuerzas militares habr¨ªan asesinado a 6.402 civiles inocentes y los habr¨ªan hecho pasar como guerrilleros, todo esto con el objetivo de elevar la cifra de eficacia en el combate a las guerrillas.
Dos comparaciones son interesantes. Por un lado, en la dictadura de Pinochet, en Chile, se asesinaron y desaparecieron forzosamente alrededor de 3.100 personas, en un periodo de 17 a?os. La cifra en Colombia es el doble, en la mitad del tiempo y en una democracia. El otro dato, el m¨¢s incre¨ªble, es que, seg¨²n el Ministerio de Defensa, entre los a?os 2002 y 2008 las bajas a los grupos subversivos, en total, sumaron 12.899. Lo cual significar¨ªa que pr¨¢cticamente la mitad de esa cifra fueron ejecuciones extrajudiciales. Hechos que se cometieron en casi todo el pa¨ªs, por m¨²ltiples brigadas y batallones, es decir, fue una pr¨¢ctica sistem¨¢tica.
Este caso de ejecuciones extrajudiciales viene a cerrar un ciclo de esc¨¢ndalos que rodean al expresidente ?lvaro Uribe. Por ejemplo, Uribe gobern¨® con la denominada bancada de la parapol¨ªtica, es decir, los congresistas que fueron elegidos con el apoyo de grupos narcoparamilitares. Fueron decenas los congresistas que eligieron estos grupos y todos ellos fueron de la coalici¨®n de Gobierno. De hecho, el primo del expresidente Uribe, el se?or Mario Uribe, fue condenado por estas relaciones y era uno de los congresistas m¨¢s cercanos al exmandatario. Por otro lado, el DAS o Departamento Administrativo de Seguridad, que era algo as¨ª como la CIA colombiana, le fue entregada como cuota burocr¨¢tica a los grupos paramilitares. El director fue Jorge Noguera y de all¨ª sal¨ªan listados de personas a matar por grupos paramilitares. Incluso, son tantos los casos que rodean al expresidente que su reelecci¨®n fue aprobada en el congreso con mecanismos corruptos, el famoso caso de la yidispol¨ªtica lo explica todo.
La estrategia de ?lvaro Uribe de renunciar al senado para evitar que la Corte Suprema lo juzgue, o su ataque desmedido y violento contra la JEP, son le¨ªdos por la poblaci¨®n como las actuaciones de una persona que quiere evadir la justicia. Al final, la narrativa sobre ?lvaro Uribe, en la actualidad, es m¨¢s negativa que positiva. A ello se le suma la mala evaluaci¨®n que se hace sobre el presidente Duque, su gesti¨®n ha sido de las peor calificadas por la poblaci¨®n colombiana, al menos as¨ª lo dicen varios resultados de encuestas.
No queda claro el futuro del uribismo y, en concreto, del partido de Gobierno, el Centro Democr¨¢tico, pero todo indicar¨ªa que la derecha colombiana debe pensarse m¨¢s all¨¢ de ?lvaro Uribe. Pensionar o jubilar un l¨ªder como ¨¦l no ser¨¢ tarea f¨¢cil, tal vez el escenario m¨¢s probable es que ?lvaro Uribe inmolar¨¢ a la derecha en su af¨¢n de defenderse judicialmente. Todas sus actuaciones se explican bajo una estrategia de defensa judicial.
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