Atl¨¦tico Ciudadanos
Casi ning¨²n partido liberal obtiene el benepl¨¢cito de la mayor¨ªa en Espa?a. Y los primeros que deben entenderlo son sus l¨ªderes
En Espa?a, ser liberal es como ser del Atl¨¦tico. Est¨¢s atrapado entre los dos grandes (el Real PSOE y el PP Bar?a), te quieren m¨¢s fuera que dentro de tu pa¨ªs, y eres El Pupas.
Es dif¨ªcil hacerse un hueco entre las dos ideolog¨ªas hegem¨®nicas, socialdemocracia y conservadurismo. En un ecosistema medi¨¢tico bipolar, es m¨¢s f¨¢cil encontrar acomodo a los zelotes de esos dos monote¨ªsmos (como Podemos o Vox) que a los agn¨®sticos (de Roca y Su¨¢rez a UPyD y Ciudadanos). As¨ª que la prensa pol¨ªtica trata a Ciudadanos como la deportiva (As o Sport, por ejemplo) al Atl¨¦tico: no tanto en funci¨®n de sus m¨¦ritos como de su capacidad para desgastar al eterno rival.
Al liberal lo quieren los forasteros. Los visitantes extranjeros se enamoran del Atl¨¦tico como los corresponsales de Cs. Alaban su versatilidad program¨¢tica y vocaci¨®n de gobernabilidad como nosotros criticamos su incoherencia y travestismo pol¨ªtico.
Curiosamente, en pol¨ªtica exterior casi todos somos liberales. Nos suele gustar el pol¨ªtico m¨¢s heterodoxo: Macron, frente al izquierdista M¨¦lenchon y la derechista Le Pen; Biden, antes que Sanders o Trump; o los perfiles centristas de Draghi y Letta en Italia. Por no hablar de los liberales en la Europa excomunista, bastiones del europe¨ªsmo frente al nacionalismo. Pero en pol¨ªtica dom¨¦stica no nos atraen los liberales. Al mirarlos de cerca, vemos sus rugosas incongruencias. Son la ¡°derecha camuflada¡±, como Ciudadanos ayer, o los ¡°aliados del socialismo¡±, como Ciudadanos hoy.
No es idiosincr¨¢tico de Espa?a: casi ning¨²n partido liberal obtiene el benepl¨¢cito de la mayor¨ªa. Y los primeros que deben entenderlo son sus l¨ªderes. No lo hizo Albert Rivera, Prometeo que desafi¨® los l¨ªmites de su propia naturaleza y quiso robar el fuego de los dioses, lanz¨¢ndose a conquistar a todos los votantes de derechas para alcanzar La Moncloa. Pero, viajando a la derecha, Ciudadanos ve¨ªa por el retrovisor c¨®mo perd¨ªa el centro al PSOE y por el parabrisas c¨®mo emerg¨ªa en el horizonte un competidor m¨¢s furioso: Vox.
Un l¨ªder liberal no puede gobernar el pa¨ªs, porque no salen los n¨²meros y porque su objetivo m¨¢ximo no deber¨ªa ser tomar el poder, sino controlarlo. Inyectar pragmatismo al gobernante de turno, ya sea el PP en Castilla y Le¨®n o el PSOE en Madrid. Labor tit¨¢nica si, en los momentos clave, todo te sale mal, como al Pupas. @VictorLapuente
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