Cambiar la Universidad

La inmensa mayor¨ªa de las 88 universidades p¨²blicas y privadas que hay en Espa?a tendr¨¢n que aplicar importantes reformas para poder cumplir las exigencias del real decreto sobre reconocimiento, autorizaci¨®n y acreditaci¨®n de centros universitarios que prepara el Ministerio de Universidades. El objetivo de este decreto, que ya ha superado el tr¨¢mite de audiencia p¨²blica, es asegurar unos niveles de calidad que permitan cumplir con excelencia los tres cometidos propios de la Universidad: docencia, investigaci¨®n y transferencia de conocimiento.

Todas las universidades tendr¨¢n cinco a?os para adaptarse, pero el sistema en su conjunto deber¨¢ hacer un gran esfuerzo pues la mayor¨ªa ni siquiera cumple los requisitos menos exigentes de la normativa vigente, seg¨²n ha puesto de manifiesto la radiograf¨ªa realizada por el Observatorio del Sistema Universitario a partir de los datos oficiales disponibles.

El an¨¢lisis corrobora la urgente necesidad de frenar el deterioro de la Universidad en las ¨²ltimas d¨¦cadas, con la proliferaci¨®n de nuevos campus privados, algunos con escasa ambici¨®n acad¨¦mica, y un deterioro importante de las condiciones de trabajo en los p¨²blicos. Los datos son demoledores y explican que Espa?a ocupe un lugar muy inferior al que le corresponde por su nivel de desarrollo econ¨®mico en las clasificaciones internacionales de calidad universitaria. De las 88 universidades existentes (50 p¨²blicas y 38 privadas) se han analizado 81 (el estudio no incluye dos universidades p¨²blicas at¨ªpicas y cinco campus privados creados en 2019). Solo 18 de esas 81 universidades cumplen los requisitos vigentes, y apenas 12, todas p¨²blicas, los del nuevo decreto que prepara el ministerio.

Las carencias no son uniformes. Las universidades privadas presentan un clamoroso d¨¦ficit en investigaci¨®n y transferencia de conocimiento. Y las p¨²blicas incumplen de forma sistem¨¢tica las condiciones exigibles en cuanto a personal docente e investigador, con un elevado ¨ªndice de precarizaci¨®n de las plantillas. Ninguna de las universidades privadas supera los criterios que exige el proyecto de decreto y hay ocho que no ofrecen estudios de doctorado de ning¨²n tipo, un requisito esencial. Resulta m¨¢s f¨¢cil subsanar las carencias en las condiciones de contrataci¨®n y las ratios de personal, que dependen de una inyecci¨®n de recursos econ¨®micos, que articular un buen sistema de investigaci¨®n y transferencia de conocimiento, la principal carencia de las universidades privadas. El tren del conocimiento avanza a toda velocidad y Espa?a lo est¨¢ perdiendo. Es muy importante revertir la tendencia. Es de esperar el m¨¢ximo consenso pol¨ªtico y la m¨¢xima colaboraci¨®n posible para poner fin a este grave deterioro.