Un pacto verde mundial

En Europa hemos o¨ªdo las advertencias sobre el cambio clim¨¢tico. Sabemos que si nuestros sistemas industriales, energ¨¦ticos, de transporte y alimentarios no cambian, nos exponemos a que se produzca en este siglo un catastr¨®fico aumento de la temperatura superior a 3 ¡ãC.

Hacia fines de 2020 (el a?o m¨¢s c¨¢lido que se haya registrado en Europa) en la Uni¨®n Europea tomamos la decisi¨®n colectiva de alcanzar en 2030 una reducci¨®n de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de al menos un 55% respecto de los niveles de 1990. Ahora la Comisi¨®n Europea est¨¢ poniendo en pr¨¢ctica este compromiso con pol¨ªticas concretas, y el Banco Europeo de Inversiones ha puesto su poder financiero al servicio de la iniciativa.

Esta d¨¦cada es un momento decisivo para el planeta. Para hacer frente a los desaf¨ªos inmediatos que nos aguardan, los dos organismos a los que representamos est¨¢n convocando a gobiernos, instituciones internacionales e inversores a participar en un evento hist¨®rico que tendr¨¢ lugar el 24 de marzo de 2021: ¡°Invertir en la acci¨®n clim¨¢tica¡±.

El evento reunir¨¢ a l¨ªderes mundiales que compartir¨¢n sus planes para la implementaci¨®n de las pol¨ªticas necesarias en el nivel nacional y para la coordinaci¨®n internacional. Y tratar¨¢ de ayudar a inversores y a dirigentes empresariales a comprender mejor el entorno de pol¨ªticas en el que operar¨¢n por lo menos en los pr¨®ximos 10 a?os.

La acci¨®n clim¨¢tica demanda amplios cambios estructurales y enormes niveles de inversi¨®n en todo el mundo. Solo en Europa, para cumplir la nueva meta de reducci¨®n de emisiones fijada para 2030 se necesitar¨¢ una inversi¨®n anual adicional del orden de los 350.000 millones de euros (417.000 millones de d¨®lares). Pero esta cifra no es nada en comparaci¨®n con los costos de la inacci¨®n.

Para que sea posible satisfacer esta demanda de inversi¨®n, el BEI (mayor prestamista multilateral del mundo) asumir¨¢ el papel de ¡°banco de la UE para el clima¡± y alinear¨¢ todas sus actividades con los objetivos estipulados en el Acuerdo de Par¨ªs. Entre otras cosas, el BEI se ha comprometido a respaldar inversiones por un bill¨®n de euros en acci¨®n clim¨¢tica y sostenibilidad medioambiental a lo largo de la pr¨®xima d¨¦cada.

Pero la financiaci¨®n sola no basta. Tambi¨¦n necesitamos una hoja de ruta, y por eso la Comisi¨®n Europea introdujo en diciembre de 2019 el pacto verde europeo, una nueva estrategia europea de crecimiento que busca guiar una transici¨®n a una econom¨ªa m¨¢s competitiva y con mejor uso de los recursos para transformar a la UE en una sociedad m¨¢s justa y pr¨®spera. En definitiva, el objetivo es llegar a la emisi¨®n neta nula de GEI en 2050.

Pero como la UE representa menos del 10% de las emisiones mundiales, las acciones de Europa por s¨ª solas no ser¨¢n suficientes para frenar el calentamiento global. Para conseguir que el incremento mundial de temperaturas no se aleje de 1,5 ¡ãC, tenemos que apoyar los esfuerzos de descarbonizaci¨®n m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras. Por eso necesitamos un pacto verde mundial.

A tal fin, nos hemos fijado tres prioridades en materia de inversi¨®n. En primer lugar, tenemos que garantizar la adopci¨®n universal de las tecnolog¨ªas limpias m¨¢s avanzadas. Pese a los avances logrados en el uso de fuentes de energ¨ªa renovables, el 40% de la electricidad que consume el mundo se sigue generando con carb¨®n, la fuente de energ¨ªa m¨¢s contaminante. El desarrollo econ¨®mico trae consigo una mayor demanda de electricidad y, por tanto, la responsabilidad de adoptar soluciones ecotecnol¨®gicas y descarbonizar la generaci¨®n de energ¨ªa.

Europa ya est¨¢ lista para invertir en una gran variedad de proyectos, que incluyen programas de electrificaci¨®n verde en ?frica, descarbonizaci¨®n industrial en Asia, implementaci¨®n de sistemas de bater¨ªas en Am¨¦rica Latina, etc¨¦tera. Y tenemos experiencia para compartir en lo referido a la adaptaci¨®n al clima, adem¨¢s de tecnolog¨ªas para el control de inundaciones, herramientas de previsi¨®n meteorol¨®gica avanzadas e infraestructuras resilientes. El BEI cuenta con medios financieros y conocimiento para apoyar las iniciativas de adaptaci¨®n al clima, y usar¨¢ sus recursos para facilitar el m¨¢ximo aprovechamiento de la inversi¨®n privada en esta cuesti¨®n fundamental.

Nuestra segunda prioridad es aumentar al m¨¢ximo la inversi¨®n en tecnolog¨ªas verdes de avanzada. Un proceso de investigaci¨®n y desarrollo en el ¨¢rea no solo es necesario, sino que tambi¨¦n es una enorme oportunidad de abrir mercados. Varios pa¨ªses que representan la mitad de la emisi¨®n mundial de GEI ya han adoptado metas de emisi¨®n neta cero, y seguramente otros imitar¨¢n su ejemplo. Para cumplir sus objetivos, todos ellos necesitar¨¢n inversiones y tecnolog¨ªas europeas. El hidr¨®geno limpio, la generaci¨®n de energ¨ªa renovable mar adentro y el campo del almacenamiento de la energ¨ªa pueden convertirse en grandes oportunidades para las exportaciones europeas.

Finalmente, tenemos que adoptar la idea de ¡°econom¨ªa circular¡±. Hoy extraemos del planeta m¨¢s de lo que puede darnos, y los efectos de este exceso se volver¨¢n cada vez m¨¢s evidentes y destructivos con cada a?o que pase. Es urgente reducir la huella ambiental y de carbono de los bienes que consumimos.

Para ello, tenemos que invertir en tecnolog¨ªas circulares que permitan reutilizar los recursos, en vez de producir o importar todo el tiempo bienes nuevos y extraer cada vez m¨¢s materias primas. La econom¨ªa circular tiene un enorme potencial no solo para reducir la dependencia respecto de recursos escasos, sino tambi¨¦n para crear empleo. Europa es la prueba viviente de que el pacto verde no es solo una pol¨ªtica ambiental, sino tambi¨¦n una necesidad econ¨®mica y geopol¨ªtica.

Hace cinco a?os, 196 pa¨ªses se unieron en la firma del Acuerdo de Par¨ªs, por el que se comprometieron a mantener el aumento promedio de las temperaturas mundiales por debajo de 2 ¡ãC (o mejor a¨²n, 1,5 ¡ãC) respecto de los niveles preindustriales. Ese compromiso todav¨ªa no se ha traducido en acciones suficientes. Es hora de fijarnos objetivos m¨¢s ambiciosos y acelerar el progreso. Ese es el mensaje que transmitiremos al mundo el 24 de marzo en el evento Invertir en la acci¨®n clim¨¢tica.

Tenemos que unirnos todos (no solo los Gobiernos sino tambi¨¦n las empresas, las ciudades, las instituciones financieras y la sociedad civil) para hacer frente al desaf¨ªo clim¨¢tico. Europa tiene las herramientas, las habilidades y el conocimiento para liderar con el ejemplo. Tenemos que convertir nuestro liderazgo medioambiental en liderazgo de mercado y hacer realidad un pacto verde mundial.

Pongamos ya mismo manos a la obra.

Ursula von der Leyen es la presidenta de la Comisi¨®n Europea. Werner Hoyer es el presidente del Banco Europeo de Inversiones.

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