?Qu¨¦ se debe?

Nos inclinamos a creer que las calumnias pol¨ªticas y las fake news son cosa actual, un invento reciente. Lo cierto es que fue una pr¨¢ctica constante a partir del siglo XVIII a medida que se adensaba la nueva clase burguesa, centro y diana de todo enga?o. Si ahora parece algo nuevo es tan s¨®lo porque ha aparecido un nuevo tipo de ciudadano atontado que se cree las majader¨ªas de internet. No es una pr¨¢ctica nueva, es una clase nueva.

Una de las m¨¢s hermosas fake news que se pueda estudiar es la que promovi¨® la Encyclop¨¦die M¨¦thodique, enorme producto de colosal influencia en todo Europa. En 1782 public¨® un volumen de geograf¨ªa donde apareci¨® la maldita pregunta: ¡°?Qu¨¦ se debe a Espa?a? Desde hace dos siglos, desde hace cuatro, desde hace seis, ?qu¨¦ ha hecho por Europa?¡±. Como es l¨®gico, el texto era un amasijo de calumnias, informes tergiversados, juicios hip¨®critas y sobre todo falsedades. El problema es que donde m¨¢s gente lo tom¨® al pie de la letra fue, naturalmente, en Espa?a. A partir de ese momento comienzan las dos gre?as, la de los que la odian y la de quienes se creen obligados a defenderla. As¨ª como las damas madrile?as se vistieron de Carmen (la de M¨¦rim¨¦e) con perfecta candidez, as¨ª tambi¨¦n aparecieron los ¡°rancios¡± (defensores de Espa?a) y los ¡°felones¡± (traidores afrancesados). Los dos bandos iniciaban la divisoria entre ilustrados y castizos, liberales y carlistones, las dos Espa?as en pugna que se dan de bastonazos hasta el d¨ªa de hoy con Podemitas y Voxistas. Una plaga.

La historia entera y la aparici¨®n del primer diario insumiso espa?ol, El Censor, as¨ª como la figura sulf¨²rica de Forner, est¨¢ en ?Qu¨¦ se debe a Espa?a?, de Francisco Uzcanga. Se lee mejor que una novela porque el autor es un literato de raza.