Resta?ar heridas en Ecuador
Guillermo Lasso debe intentar reducir la polarizaci¨®n que desgarra al pa¨ªs
El veterano pol¨ªtico conservador Guillermo Lasso logr¨® derrotar el domingo al llamado corre¨ªsmo en las elecciones presidenciales de Ecuador. La corriente del exmandatario Rafael Correa, uno de los hombres fuertes de la izquierda latinoamericana de la pasada d¨¦cada, se presentaba con un candidato, Andr¨¦s Arauz, de 36 a?os, que gan¨® con holgura la primera vuelta de febrero. Pero Lasso, un banquero que fue ministro de Econom¨ªa durante apenas un mes a finales de los noventa, se impuso finalmente con una ventaja de cinco puntos. Lo hizo con un discurso neoliberal en lo econ¨®mico y tras moderar durante la campa?a sus posiciones m¨¢s intransigentes en temas como el aborto.
El resultado muestra que la sociedad ecuatoriana, que qued¨® partida en dos despu¨¦s de una d¨¦cada de Gobierno de Correa (2007-2017), no ha acabado de superar esa polarizaci¨®n, de la que los principales responsables son sus l¨ªderes pol¨ªticos. El domingo compet¨ªan dos modelos de pa¨ªs en las ant¨ªpodas y los operadores de cada candidatura ya estaban listos para denunciar fraude. El propio expresidente agit¨® ese fantasma desde las redes sociales hasta que Arauz, en un ejercicio de madurez pol¨ªtica escaso en la regi¨®n, reconoci¨® con rapidez la derrota.
Lasso recibir¨¢ en mayo el testigo de Len¨ªn Moreno, quien en 2017 gan¨® la presidencia gracias al impulso de Correa y despu¨¦s rompi¨® con ¨¦l. La herencia del mandatario saliente, quien no logr¨® reducir la fractura social, es la de un creciente descontento ciudadano. Ese malestar, despu¨¦s de un a?o de pandemia, se vio reflejado en la primera vuelta, con un aspirante de posiciones indigenistas, Yaku P¨¦rez, y el candidato tiktoker Xavier Hervas, que fragmentaron el voto anticorre¨ªsta. Y en la segunda vuelta se ha solidificado con un 17% de las papeletas en blanco o nulas, un dato ins¨®lito que habla de esos sectores de la sociedad disgustados con las dos opciones que estaban disponibles en las papeletas.
El mandatario electo debe intentar resta?ar heridas y al mismo tiempo reducir la brecha ideol¨®gica entre ecuatorianos. Y tendr¨¢ que hacerlo en condiciones econ¨®micas adversas y bajo el vendaval de la covid-19. Enfrente tendr¨¢ probablemente a una oposici¨®n f¨¦rrea, que ya ha prometido intensificar la protesta social en las calles. Correa, condenado por cohecho, vive en B¨¦lgica, pero nunca se ha dado por vencido ni ha renunciado a liderar desde la distancia el movimiento pol¨ªtico que fund¨®. La tensi¨®n que esa actitud genere no debe convertirse en un pretexto para que el nuevo Gobierno liderado por Lasso ahonde m¨¢s a¨²n la ya grave divisi¨®n del pa¨ªs.
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