Alegr¨ªa, y sin impuestos
El tiempo del sudor y las l¨¢grimas pand¨¦micas parece haber pasado y ahora toca tratar al electorado como un ni?o incapaz de gestionar la frustraci¨®n de las dificultades
La fatiga pand¨¦mica pide a gritos que esta pesadilla se suavice o termine. Pide a gritos que cuando la primavera rompa del todo, podamos encontrarnos con los otros y disfrutar de un minuto sin la tensi¨®n del miedo al contagio. Todos necesitamos una v¨¢lvula de escape a la presi¨®n sostenida del ¨²ltimo a?o. Necesitamos con urgencia recuperar la alegr¨ªa. Y la econom¨ªa reclama, a gritos tambi¨¦n, actividad para no irse a pique. Seguro que sobre todo esto ser¨ªa f¨¢cil llegar al a?orado consenso. Este diagn¨®stico lo hace cualquiera, aunque parezca que la derecha ha consultado al or¨¢culo de Delfos para llegar a esas conclusiones.
Esta es la tecla emocional que est¨¢n pulsando Isabel D¨ªaz Ayuso y el PP en la campa?a para las elecciones del 4 de mayo madrile?o. Alegr¨ªa, y alegr¨ªa gratis porque adem¨¢s anuncian que bajar¨¢n los impuestos. Seg¨²n sus cuentas nunca hechas ¨Dtodav¨ªa no ha presentado unos presupuestos¨D, se puede reforzar la Sanidad para combatir la pandemia, vacunar a todo el mundo, ayudar a sostener a las empresas, los servicios p¨²blicos, y enfrentar un futuro lleno de incertidumbres todav¨ªa, bajando a¨²n m¨¢s la ya frugal fiscalidad madrile?a. Hasta personas muy alejadas de la refriega pol¨ªtica ¨Dy en absoluto poseedoras de rentas altas¨D me comentan con soltura estos d¨ªas que a la izquierda no se la puede votar porque ¡°nos freir¨¢n a impuestos¡±.
El tiempo del sudor y las l¨¢grimas pand¨¦micas parece haber pasado ¨Dda igual que sea verdad o mentira¨D y ahora toca tratar al electorado como un ni?o incapaz de gestionar la frustraci¨®n de las dificultades, la tarea colectiva de sacrificarse, cuando toca, por los dem¨¢s. Sobre todo si los sacrificios duran tanto. Y as¨ª, ya hemos escuchado que las colas del hambre est¨¢n llenas de mantenidos y subvencionados. O que se plantee un dilema pol¨ªtico entre los toros y la okupaci¨®n, como ha hecho D¨ªaz Ayuso esta semana. Da igual, porque su campa?a se basa en la m¨²sica, no en la letra ni en las cifras; y la m¨²sica repite machaconamente alegr¨ªa, y sin impuestos. Y los que se queden por el camino, que espabilen.
A Vox lo arrincona en su apocalipsis cotidiano y a todos los dem¨¢s partidos les toca vender esperanza y confianza en el futuro pero con los pies en la tierra, en la letra y en las cifras.
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