El D¨ªa del Libro como vacuna

La lectura sana. Se deber¨ªa plantear incluirla en la cartilla de vacunaci¨®n. Estaremos inmunizando a nuestros hijos frente a demagogos y cortos de mente. Inocularemos a la sociedad anticuerpos que formar¨¢n adultos emp¨¢ticos, anal¨ªticos, curiosos, sabios y creativos. Saque m¨²sculo. Al igual que cuidamos nuestro cuerpo, hagamos de las bibliotecas nuestro gimnasio. Ejercitemos nuestra mente con un buen libro. Practique el yoga mental. Nada favorece m¨¢s la concentraci¨®n que la lectura. Leyendo afinar¨¢ el o¨ªdo. Escuchar¨¢ m¨¢s y mejor, y no solo las voces de los compa?eros eternos de las novelas, sino a sus cong¨¦neres. Despliegue las alas de su sill¨®n orejero y vuele a sus lomos hasta la Patagonia del gaucho borgiano. Su cartera lo agradecer¨¢. Volar hasta all¨¢ le saldr¨ªa por m¨¢s de 2.000 euros, frente a los apenas 10 euros que cuesta un libro de bolsillo.

?ngel Domingo. Valladolid

Estupefacci¨®n

Verg¨¹enza ajena da o¨ªr comentarios sobre que la enfermedad que lleva tres millones de muertes en el mundo no existe. Pero que encima le pongan al erudito personaje un p¨²lpito a la hora de mayor audiencia para que explique las dosis de drogas que tomaba o la conspiraci¨®n mundial de la que somos v¨ªctimas, lleva a la estupefacci¨®n absoluta.

Amparo Clemente Navarro. Murcia

Profesores sin vacunar

Soy profesora, tengo 64 a?os e imparto clases en un instituto de Madrid. A¨²n no estoy vacunada. Y no soy la ¨²nica. Todos los d¨ªas voy a mi puesto de trabajo con algo de miedo y angustia. Tomo todas las precauciones que est¨¢n en mis manos, pero me inquieto cada vez que veo un pupitre vac¨ªo y me dicen que un alumno ha dado positivo. No s¨¦ a qui¨¦n dirigirme para suplicar que me vacunen. Solo tengo un tel¨¦fono en el que los operadores toman mis datos, lamentan mi situaci¨®n y me piden paciencia. No s¨¦ de qui¨¦n es la culpa, solo s¨¦ que esto es un caos.

Dolores Sevila Maestre. Madrid

A los madrile?os indecisos

Antes de decidir tu voto para el pr¨®ximo 4 de mayo recuerda por qu¨¦ o para qu¨¦ se est¨¢ yendo ahora a las urnas, porque eso muestra cu¨¢les son las prioridades de quien convoca. Mira las leyes aprobadas en los ¨²ltimos dos a?os. Eval¨²a la gesti¨®n de la emergencia sanitaria. Lo que ha pasado en las residencias. No ignores el d¨¦ficit de inversi¨®n en educaci¨®n y sanidad p¨²blicas acumulado durante las ¨²ltimas d¨¦cadas. La corrupci¨®n y las condenas judiciales. Y lo que falta por dirimirse. Revisa los datos objetivos que muestran c¨®mo se ampl¨ªan las desigualdades en la regi¨®n. Un falso milagro econ¨®mico que beneficia a una minor¨ªa y del que pasado ma?ana puedes ser v¨ªctima. Piensa qu¨¦ modelo de sociedad quieres construir no solo para ti, sino tambi¨¦n para los tuyos y tus vecinos.

Pedro Murad¨¢s Montesinos. Alcobendas (Madrid)

La Superliga europea

La Superliga europea es el claro ejemplo de c¨®mo es la situaci¨®n de la sociedad: no importa la cantidad de lo que tengas, siempre se busca m¨¢s. Unos pocos clubes ricos que han decidido desmarcarse del resto para ser a¨²n m¨¢s ricos. Esto puede ocasionar graves problemas para el f¨²tbol europeo, ya que har¨¢ que la brecha entre ricos y pobres se abra todav¨ªa m¨¢s.

Rodrigo Segovia Delgado. Madrid

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