Paliar la desigualdad educativa en Espa?a
La pol¨ªtica debe atenuar la lacra de la segregaci¨®n socioecon¨®mica en los colegios
La desigualdad es una lacra persistente que azota a la sociedad espa?ola, y todo apunta a que la pandemia es un factor agravante. Como es notorio, el sistema educativo es una de las herramientas fundamentales para poner remedio al problema. Desafortunadamente, abundan los s¨ªntomas de que no cumple bien esa funci¨®n clave, causando una importante aver¨ªa del ascensor social, elemento esencial de la adhesi¨®n ciudadana al sistema. Un informe publicado ayer por Esade y Save the Children refuerza esa convicci¨®n al se?alar que Espa?a se sit¨²a el tercero por la cola entre los pa¨ªses de la OCDE ¡ªsolo por detr¨¢s de Turqu¨ªa y Lituania¡ª en cuanto a concentraci¨®n en los mismos centros de escuela primaria de alumnos procedentes de familias con bajos recursos y limitado nivel cultural. Una segregaci¨®n de facto en una fase de vital importancia que sin duda acarrea importantes consecuencias.
Se trata de un recordatorio de los trascendentales retos que la pol¨ªtica espa?ola tiene que afrontar mientras otros asuntos monopolizan la atenci¨®n. Es fundamental que la clase pol¨ªtica logre concentrarse en cuestiones de enorme relieve para el futuro de la sociedad. La desigualdad y el estancamiento social que vemos consolidarse en el sistema escolar es sin duda una de ellas y deber¨ªa estar entre las prioridades gubernamentales y parlamentarias. La segregaci¨®n socioecon¨®mica pervierte la esencia de los colegios al convertirles en guetos educativos, as¨ª considerados cuando el nivel de concentraci¨®n de alumnos procedentes de familias con bajos recursos en un mismo centro supera el 50%. La desigualdad se perpet¨²a desde la base y, si no logra remontar en esta etapa temprana, es improbable que lo consiga m¨¢s adelante.
El espejo que el estudio pionero de EsadeEcPol (Esade) y Save the Children coloca ante nuestros ojos es n¨ªtido y clamoroso. En un ¨ªndice que mide la segregaci¨®n en las escuelas primarias de 0 a 1 y en el que la media de la OCDE se sit¨²a en el 0,26, Turqu¨ªa obtiene un 0,40, Lituania un 0,34 y Espa?a un 0,32, con la Comunidad de Madrid arrojando datos peores que la media espa?ola. Pa¨ªses del norte de Europa como Noruega, Finlandia, Dinamarca, Holanda, pero tambi¨¦n otros del sur como Portugal e Italia, as¨ª como Jap¨®n o Chile, salen mejor parados. Espa?a se halla en cambio en la media en el ciclo de secundaria.
Esta realidad va de la mano de otras circunstancias negativas: Espa?a presenta datos comparativamente desfavorables en los estudios de PISA, unas tasas de abandono y fracaso escolar por encima de la media europea y una empleabilidad muy baja de los graduados debido al precario mercado laboral espa?ol. En general, resulta deficiente la interconexi¨®n entre este y el sistema educativo. La Comisi¨®n Europea, el Comit¨¦ de Derechos del Ni?o y la ONU hab¨ªan urgido ya a Espa?a a revisar esta segregaci¨®n escolar que lastra el futuro tras un estudio de la Universidad Aut¨®noma de Madrid que analizaba esos niveles en secundaria. Se trata de una cuesti¨®n de m¨¢xima importancia, y cabe pedir respuestas a la clase pol¨ªtica.
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