Infantilizar y azuzar al ciudadano

Si se sigue la literalidad de las consignas que est¨¢n utilizando izquierda y derecha en la Comunidad de Madrid, resulta que si gana la izquierda se proceder¨¢ a nacionalizar los medios de producci¨®n, tomar el control de la prensa y, quien sabe, igual hasta expropiarnos. Esto es lo que se viene a decir con eso de ¡°libertad o comunismo¡±. O convertir Madrid en Caracas. No conozco a nadie que vaya a votar a la derecha que imagine algo as¨ª. Les preocupa que les suban los impuestos o, por ejemplo, que se restrinja la ense?anza concertada. A la inversa, ?piensa de verdad alg¨²n votante de la izquierda que se anular¨¢n las libertades, se expulsar¨¢ a los inmigrantes menores o se perseguir¨¢ pol¨ªticamente a quienes no comulguen con el nuevo r¨¦gimen? Tampoco conozco a ninguno de los que vayan a votar a la izquierda que lo crea, pero eso es lo que significa ¡°fascismo¡±. Todos piensan que en caso de ganar la derecha seguiremos parecido a como estamos. Les gustar¨ªa m¨¢s otro modelo, claro, m¨¢s atento a lo social y poniendo en primer lugar a lo p¨²blico, marginar a Vox y velar por la igualdad. A los de un bando u otro les dar¨¢ m¨¢s o menos rabia perder, pero no esperan el apocalipsis.

Los pol¨ªticos lo saben de sobra, y como adem¨¢s tienen que conocerse la Constituci¨®n y entienden lo que significa estar en Europa, no ignoran que eso que atribuyen a la otra parte es imposible de realizar en un pa¨ªs como el nuestro. Entonces, ?por qu¨¦ lo hacen? ?Por qu¨¦ nos toman por bobos, por qu¨¦ esta infantilizaci¨®n del ciudadano y esta sobreactuaci¨®n? Imagino que en el manual de los estrategas electorales figura que recurrir a este tipo de t¨¢cticas favorece la movilizaci¨®n. Y como no parecen muy imaginativos, tienen que echar mano de ideolog¨ªas que ya fracasaron en el siglo pasado para arroj¨¢rselas al adversario en vez de ocurr¨ªrseles algo con proyecci¨®n de futuro. A falta de ideas siempre est¨¢ el catecismo populista: lo primero y principal es satanizar al otro y presentarlo como indigno, estigmatizar moralmente a la otra mitad.

Lo peor de todo es que para tratar de conseguir un bien menor, como es el acceso a un poder regional, puede ponerse en peligro el valor fundamental sobre el que se sustenta cualquier sociedad, su propia cohesi¨®n interna. Y ya es sabida la proyecci¨®n que para el resto del pa¨ªs tiene lo que ocurre en Madrid. ?Son conscientes de su irresponsabilidad? ?En esto consist¨ªa el liderazgo, en azuzarnos a unos contra otros? Algunos, los minoritarios m¨¢s radicales, saben que esa es la ¨²nica forma de captar la atenci¨®n, en r¨ªo revuelto. Lo que no se entiende es que los dem¨¢s, con importantes excepciones, caigan en una trampa tan burda. Porque solo hay una cosa clara para despu¨¦s de las elecciones, que estaremos m¨¢s divididos que antes, m¨¢s encabronados y con mucha mayor desconfianza en la pol¨ªtica.

Quienquiera que gane las elecciones encima se lo atribuir¨¢, ufano, a tan brillante estrategia. Pereat mundus, cualesquiera que sean las consecuencias. Repito, ?tiene alg¨²n sentido vencer fomentando el odio, las sospechas, el enfrentamiento social? Lo sabemos por nuestra historia, solo hay una aut¨¦ntica victoria para una comunidad, emanciparse de sus fantasmas del pasado. Prefiero creer que, si no algunos pol¨ªticos, los ciudadanos al menos ya tomamos buena nota de ello.